En lo que va de la segunda mitad del año, al menos tres librerías en la capital han cerrado sus puertas dejando con esto un vacío cultural en cuanto la falta de ese tipo de espacios, en una etapa en la que urgen lugares seguros. ‘El Árbol’, ‘Libros Libres’ y ‘Librería André-a’ son estos tres negocios que ahora le dan la razón al escritor Carlos Pascual cuando decía que “una librería no es más que una idea en el tiempo”.
Apenas finalizada la Feria Nacional del Libro de Zacatecas (Fenaliz) 2023, trascendió la noticia de que la Librería André-a, con 30 años de historia, cerraría sus puertas debido a varios motivos que se arrastraban desde 2018 y que se agudizaron con el cierre obligado por la pandemia de Covid-19. Este espacio, dirigido por Esther Cárdenas, que se ubicó en el Callejón del Santero, fue casa de escritores que presentaron sus libros, pero también de lectores que ávidos de ejemplares de editoriales independientes, encontraron ahí el elixir a sus deseos de lecturas.
También a inicios de septiembre, ‘El Árbol, librería de uso’, perteneciente a la periodista y activista Alma Ríos, anunció que mudaría del espacio físico a la tienda virtual. Su última ubicación fue en la avenida Hidalgo de la capital zacateca, la cual fue sede de presentaciones de libros y talleres, pero hoy ese espacio se ha convertido en la casa de un nuevo partido político local y sus muros lucen fríos sin estantes repletos de libros viejos.
Actualmente, en su sitito www.elarbollibreriadeuso.com.mx, la librería de Alma Ríos oferta más de 2 mil títulos y día a día se suman opciones. “Muchas gracias siempre por su acompañamiento en cada etapa de esta búsqueda por hacer permanecer al libro, el gran invento humano, en nuestras manos y corazones” escribieron en la página oficial de Facebook.
De igual forma, en días pasados, la Librería ‘Libros Libres’, de Louis Michel, quizá la más joven de las tres, anunció a través de su plataforma de Facebook el cierre de sus puertas. “Desgraciadamente nos vemos en la necesidad de cerrar nuestras puertas (esperamos con todo el corazón, que sea temporal)”.
‘Libros Libres’ se convirtió en pocos años en un espacio de corte libertario/cultural que buscó llevar a la población distintas actividades como talleres, charlas, círculos de lectura de manera gratuita y cooperación voluntaria, no obstante, en su publicación argumentaron que cerraban debido que el libro, en general, se afectado por la reducción de su consumo impreso y “por el bajón” en el interés de las personas por la lectura, por la preferencia de libros digitales y por las nuevas formas de relacionarse derivadas de la tecnología.
No obstante, se agregó en dicha publicación que la violencia ha afectado el flujo de personas, potenciales lectores que son indispensables que para que la librería se mantenga, sumándole a esto la actual crisis económica que se ve reflejada en el alza de costos en los productos de primera necesidad y en las rentas, ya sean para vivienda o comercio.
Aun así, ‘Libros Libres’ seguirá ofreciendo ejemplares desde su página, realizando envíos o entregas locales personales, y también en ferias de libro, tanto en Zacatecas como en otros estados de la República. En tanto algunas actividades, informaron, seguirán funcionando de manera normal en el espacio de Comuna cultural y otros compañeros con ideas afines.
Los resultados del Módulo de Lectura (Molec) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), darían, en parte, la razón a estos espacios, pues en su medición 2023 se identificó que la población lectora de libros leyó, en promedio, 3.4 ejemplares en los 12 meses anteriores a la fecha de levantamiento. Este dato representa una disminución en relación con los datos de 2022.
Con base en el Molec, se identificó también que en los grupos de 18 a 24 y de 25 a 34 años, se encuentra el mayor porcentaje de población lectora, sin embargo, los materiales que más leen las personas dentro de estas edades fueron páginas de Internet, foros o blogs (63.0 y 52.5 por ciento, respectivamente), libros (54.2 y 46.8 por ciento, respectivamente), revistas (28.1 y 25.4 por ciento, respectivamente), historietas (14.8 y 10.7 por ciento, respectivamente) y periódicos (11.2 y 21.1 por ciento, respectivamente). En tanto que el principal material de lectura en los demás grupos de edad fueron los libros, en especial, a partir de los 55 años.
En tanto que en lo que respecta a la asistencia a lugares de venta o préstamo de materiales de lectura en los últimos tres meses. De la población alfabeta de 18 años y más, 16.6 por ciento asistió a alguna sección de libros y/ o revistas de una tienda departamental; 13.6 por ciento acudió a una librería; 10.1 por ciento, a un puesto de libros o revistas usados y 8.1 por ciento, fue a una biblioteca, cifras que dan un panorama de la crisis que atraviesa la actividad de la lectura, que, entre otros rasgos, propicia, precisamente, el cierre de librerías, esos lugares donde se condensa el mundo.
