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viernes, 29 marzo, 2024
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La oposición en su laberinto

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Por: RICARDO ARTEAGA ANAYA •

Cada sexenio, el gobernante en turno, juega sus cartas políticas para imprimir un sello particular a su gobierno y caracterizarlo de los anteriores, así mismo, implementan diversas estrategias para lograr impulsar las reformas estructurales en el Congreso de la Unión. Los últimos gobiernos panista y priista optaron por la compra de votos legislativos de sus opositores para lograr la mayoría calificada necesaria para reformar la Constitución Política.

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Felipe Calderón y Peña Nieto lograron impulsar las reformas de sus gobiernos en medio de un clima político inestable, la oposición a sus gobiernos, impulsó una permanente y dura resistencia para buscar frenarlas con el argumento de que estaba terminando de completarse el plan neoliberal de privatizar todas las empresas paraestatales mexicanas y beneficiar a grandes empresas extranjeras, la resistencia se mostró a manera de grandes movilizaciones sociales, sin embargo, ambos Presidentes, lograron la mayoría necesaria para lograr el objetivo.

El juicio que enfrenta el ex candidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya, expone el mecanismo impulsado por Enrique Peña Nieto para lograr el consentimiento de los panistas para alcanzar los votos necesarios para las reformas estructurales que planteó, la compra de votos de los legisladores con dinero proveniente de transnacionales como Iberdrola, mantiene a muchos ex diputados enfrentando un juicio por actos de corrupción y tración a la patria.

López Obrador, sin duda, ha puesto su sello muy particular a su Gobierno, se han logrado algunas algunas reformas trascendentales con acuerdos con algunos opositores, algunas de estas respaladadas por el PRI y siempre con el rechazo por parte de la bancada del PAN, sin embargo, el acuerdo y la alianza electoral con el Partido Verde, le ha permitido lograr reformas donde solamente se requiere mayoría simple.

La estrategia impulsada en torno a la reforma eléctrica expuso el gran laberinto en el que se encuentra la oposición, el gobierno federal logró que el PRI, el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, se mostraran de cuerpo completo frente a los ciudadanos, sin necesidad de señalar o exponer el pago de moches a líderes de sus partidos los mexicanos pudimos percatarnos de que las cúpulas de los partidos, evidentenemente protegieron a toda costa los intereses de empresas interesadas en sostener el control del mercado eléctrico en el país, así como de los energéticos y minerales como el litio.

El voto contra dicha reforma no logró lo que estas cúpulas planeaban, en lugar de asegurar el control del mercado para dichas empresas, terminaron expuestos ante los ojos de los mexicanos, el litio al día siguiente fue nacionalizado y se evitó que extranjeros tuvieran la oportundiad de explotarlo y llevarse las riquezas a otros países como ocurre con otros minerales.

El rechazo popular al accionar de los partidos de oposición llegó a sus máximos y sin que éstos pudieran haber previsto el impacto que tendría, fueron señalados por una gran mayoría de los mexicanos como traidores a la patria y en redes podemos ser testigos de la exitosa campaña para llamar a no votar en las próximas elecciones por cualquier partido que se opusiera a la reforma eléctrica.

El laberinto en el que se encuentra la oposición será dificil de abandonar mientras no ofrezcan un verdadero proyecto a los mexicanos que no coinciden con el de la cuarta transformación, por el contrario, si continúan con su estrategia de rechazar los cambios que se impulsan solamente por proteger intereses de unos cuantos, el rechazo popular continuará en incfremento y por el contrario, seguirán impulsando la popularidad del Presidente López Obrador y con ello fortaleciendo el proyecto de la 4T y quizás siendo la misma oposición la que asegure la continuidad de la misma durante un sexenio más.

La traición a la patria que impulsaron las cúpulas dentro de la oposición costó mucho a los partidos que la conforman y ha sumido a todas sus bases en una campaña para intentar defender lo indefendible sin que éstas hubiesen cometido algún acto contra los intereses del país, sino que cargan con el costo, una vez más, de las decisiones y acuerdos tomados en lo oscuro por las élites partidistas, alejadas de los intereses de sus bases y de la gran mayoría de los mexicanos.

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