La democracia se ha desarrollado de manera formal, pero no real. Hay elecciones legalmente reconocidas, sin embargo, la participación ciudadana se agota al momento de emitir el voto y ocurre cada tres o seis años. Las necesidades graves y urgentes muchas veces insatisfechas se refleja en redes sociales y medios de comunicación únicamente, porque el entramado institucional para la participación ciudadana en el proceso de ejecución de las políticas públicas es insuficiente. Contamos con democracia de forma, pero no de fondo, democracia de votos, pero sin mejora sustanciosa en las condiciones de vida de la gente, al menos así percibe el colectivo.
En el pasado, los golpes de estado derrocaban gobiernos, era una conquista del poder por el poder mediante la fuerza; acontecimientos que no debemos olvidar, para no repetir la historia. Ahora es posible que ocupen el poder un color u otro, sin resultados diferentes, porque no existen políticas públicas que remuevan las causas pendientes de los problemas prioritarios.
Urge un modelo de políticas para el desarrollo en democracia, que permita recuperar al Estado la rectoría del desarrollo y a la sociedad como principal destinataria y participe necesaria en este proceso. Urge rescatar la noción de bien común, la búsqueda de la satisfacción social y aceptación ciudadana. Urge consolidar el respeto de los derechos y libertades, mejorar la capacidad institucional y la eficiencia política.
Después de muchos años, la derecha reconoce que solamente con el mercado no se puede, la izquierda reconoce que con el Estado a solas tampoco se puede. Lo primero que debemos hacer para salir de pozo, es dejar de cavar, sin embargo, es lo único que hacen los extremistas.
Urge un modelo que corrija los retrocesos y consolide los progresos, que se autoajuste, se autocorrija, que tenga bases para diseñar, gestionar y evaluar políticas que tiendan al desarrollo integral de nuestro entorno en el marco de más y mejores democracias, con equipos de gobierno con diagnósticos claros, con vinculación en la planeación, control y evaluación pero también de los actores políticos, económicos y sociales involucrados para que intervengan en dichos procesos.
En ese mismo sentido, el Gobierno de Alejandro Tello, está impulsando un modelo novedoso de coordinación entre autoridades y sociedad que hace tomar conciencia de que a cada derecho ciudadano, le corresponde una responsabilidad, así como lo plasmó en el Plan Estatal de Desarrollo, en las nuevas Ley Orgánica de la Administración Pública, la Ley de Planeación del Estado y sus municipios y el Reglamento del Sistema Estatal de Evaluación, estos dos últimos ordenamientos apenas publicados en el mes de Agosto.
La sociedad mexicana ha promovido cambios importantes en los últimos 25 años y reformas relevantes como las telecomunicaciones, la educativa, la energética y la de competencia, está claro que los ciudadanos, pueden ayudar a corregir o instrumentar políticas, que las ideas o propuestas del gobierno son insuficientes para atender todas las demandas. Los Zacatecanos reclaman mayor certidumbre de sus instituciones, para ello son los mismos ciudadanos, la iniciativa privada y los académicos quienes deben participar e involucrarse.
El gobierno de Alejandro Tello, está por hacer realidad un proyecto estratégico con visión de largo plazo, que ha adoptado la cultura de la participación ciudadana, el ejercicio de la transparencia y la rendición de cuentas en colaboración con todos los sectores sociales para resolver los problemas públicos.
Está buscando la consolidación de un proyecto integral en una democracia real que requiere políticas públicas que accionen lo planeado o planeen lo accionado, que sea administrado con responsabilidad, donde existan menos lamentos y más participación propositiva, cuyo objetivo sea el bien común y se privilegie a los más desfavorecidos, con representantes que atiendan las prioridades de la gente y no de los dirigentes, donde se voten a los buenos candidatos y boten a los malos gobernantes.
Con la convicción de que siempre se puede mejorar lo que hay y no empezar de cero, donde se permita decidir participativa y políticamente, sin improvisaciones, ni cegueras para dirigir y difundir con productividad y transparencia, sin demagogias ni inercias, continuar con lo bueno más allá de quien lo proponga.
Por ello, más allá de un Sistema Estatal de Evaluación y su Plataforma de seguimiento INDYCEZ, se está impulsando un modelo novedoso de coordinación entre autoridades y sociedad, que consolidará la corresponsabilidad ciudadana para un mejor porvenir para Zacatecas, en un esfuerzo colectivo, donde nos une el amor a nuestra tierra y a su gente, mediante la instrumentación de acciones coordinadas a favor del desarrollo de la Entidad. Eso es trabajar diferente, al tiempo. ■
*Titular de la Coordinación Estatal de Planeación
