■ No es sólo asunto de nombre; acude PGJEZ a Conferencia Nacional de Procuración de Justicia
■ Se debate sobre modificación en las relaciones con el Ejecutivo, Legislativo y Judicial: Díaz
La transformación de las procuradurías a fiscalías no debe ser sólo una cuestión de nombre sino que las modificaciones tendrían que pasar por cambios internos que abonasen a la autonomía de estas dependencias.
Esta conclusión la expuso Álvaro Díaz, coordinador legislativo de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Zacatecas (PGJEZ), quien dio una rueda de prensa este miércoles para informar acerca de la última participación de la entidad en la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia celebrada los días 8, 9 y 10 de julio.
La cuestión de que el cambio de denominación sea únicamente un asunto nominativo ha sido uno de los debates que se ha sostenido entre los titulares de estas instancias en las entidades del país, comentó, en el que se ha cuestionado por ejemplo si se modificarían al convertir en fiscalías, entre otras cuestiones, las relaciones con los diferentes poderes del estado, tanto Ejecutivo como Legislativo y Judicial.
También hay otras preguntas que se han hecho en torno a este tema y que pasan por analizar si habría cambios en la designación del titular, variaciones en las labores de la dependencia o en cuestiones técnico legislativas.
El funcionario comentó, por tanto, que ahora los casos de éxito al pasar de procuradurías a fiscalías, lo que ya se ha hecho en 13 estados de la República, obedece más a la rapidez con la que se da el proceso de transformación que a cuestiones de autonomía. Sin embargo, consideró que esta última característica tendría que ir unida al cambio de nombre.
El tema de la autonomía de las procuradurías, señaló que “se evocó” en la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia e informó que próximamente se abrirá una comisión técnica de debate en este organismo para que los estados que ya cuentan con fiscalía compartan sus experiencias con aquellas entidades que aún no han dado ese paso.
Álvaro Díaz consideró que los beneficios de una procuraduría o fiscalía autónoma estarían en dos aspectos, el hermenéutico-legislativo y el técnico-garantista. Esto, puntualizó, se refiere a que podría garantizarse una “mayor identidad” de los reglamentos internos y leyes orgánicas de estas instituciones, avocando su visión a los principios universales de respeto a los derechos humanos.
No obstante, el coordinador legislativo de la PGJEZ concluyó que la procuraduría de Zacatecas “funciona de manera perfecta sin que se adopte el tema”.
Por ello, apuntó que pudiera no ser una cuestión de carácter urgente para el próximo mandatario estatal porque “no existe una obligación en términos jurídicos, pero sí una obligación en términos de revisión, a efecto de evaluar las conveniencias que tenga el estado de Zacatecas”.
En relación a la participación de Zacatecas en la última Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, Álvaro Díaz comentó que la procuradora Leticia Catalina Soto Acosta presentó una ponencia sobre violencia política de género, que mereció el reconocimiento de sus homólogos y de la propia procuradora general de la República, Arely Gómez.
De igual forma, sostuvo que Soto Acosta preside las comisiones de juicios abreviados y la de violencia de género, además de que también participa en la comisión de Miscelánea Penal.
