El tipo de cambio que se ha registrado, durante las últimas semanas, en el que el dólar se ha depreciado frente al peso, muestra el estado saludable de la economía mexicana y “de lo acertadas que han sido las políticas fiscales y monetarias”, afirmó José Luis Guardado Pérez, docente de la Unidad Académica de Economía de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ).
“El tipo de cambio es un precio y la primera instancia para explicar un precio es la relación entre oferta y demanda. Si el dólar se está abaratando quiere decir que hay oferta de dólares y esto tiene varias explicaciones, en primer lugar, la posición de la economía mexicana que se vuelve atractiva para la inversión de riesgo, de manera que los inversionistas incursionan en la economía mexicana comprando pesos para invertir en pesos y eso hace que haya demanda de pesos y oferta de dólares”, explicó.
Otro factor, comentó, es el alto diferencial en las tasas de interés entre la banca central de Estados Unidos y la banca central de México, que es de casi 5 puntos, lo que propicia que a los extranjeros les resulte redituable invertir en pesos y no en dólares.
Además, expuso que las exportaciones mexicanas, especialmente del sector automotriz, están en un buen momento, lo que genera una entrada continua de divisas que se refleja en el tipo de cambio. Aunado a ello, se refirió al alto volumen de remesas que envían los connacionales al país, lo que crea una mayor oferta de dólares.
Guardado Pérez detalló que esta situación favorece a quienes compran insumos importados porque el dólar está más barato, mientras que los afectados son los exportadores porque obtienen menos ingresos en dólares y las familias que reciben remesas en dólares, ya que hubo un momento en el que recibían 22 pesos por dólar y ahora apenas tienen 17.
Precisó que es probable que este tipo de cambio no siga así, pero en el corto plazo no hay razones que contrarresten esta tendencia y seguramente, durante esta semana, romperá la barrera de los 16 pesos.
Mencionó que hay muchos analistas que se esfuerzan en demostrar que un tipo de cambio fuerte es perjudicial, pero “esto es capital político para el presidente Andrés Manuel López Obrador a pesar del coraje que hagan sus detractores”.
Desde su perspectiva, Guardado Pérez opinó que el tipo de cambio puede ser favorable o no, dependiendo el lugar en el que se esté, de forma que, si se trata de una familia que recibe remesas, obviamente le está afectando, pero si se trata de un importador de mercancías, le está favoreciendo porque las compra a precio más barato.
Entonces, “sería muy difícil decir si es más benéfico o más perjudicial, pero lo que puedo decir es que, de alguna manera, es un signo de la fortaleza de la economía y de la confianza del capital internacional en la economía mexicana”, concluyó.
