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miércoles, 17 abril, 2024
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■ Esto consiste en definir el último momento en que el piso o las rocas se expusieron al calor

Los espacios y las estructuras de La Quemada serán estudiados mediante arqueomagnetismo

■ Así se logrará fechar y determinar la antigüedad del sitio, lo cual es un avance importante

■ Estudios han confirmado que después del abandono de dicha ciudad hubo otra ocupación

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

Los espacios y estructuras de la zona de monumentos arqueológicos de La Quemada, en Villanueva, serán estudiadas a través de la técnica de arqueomagnetismo (consistente en definir el último momento en que el piso o las rocas se expusieron al calor) para fechar y determinar la antigüedad de este sitio, lo que significará un avance importante en la investigación de la zona.

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El proceso estará a cargo de un grupo de especialistas del Sistema Arqueomagnético Nacional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Morelia, en Michoacán.

Avto Gogichaishvili, responsable del Servicio Arqueomagnético Nacional de la UNAM campus Morelia, informó que en años anteriores se realizó un estudio electromagnético y hasta el momento se han procesado datos cronológicos absolutos mediante metodología arqueomagnética.

El arqueomagnetismo “es una metodología alterna o metodología complementaria a Carbono 14, sólo que Carbono 14 determina la antigüedad del carbón y en este caso se pretende fechar directamente la estructura mediante la magnetización termorremanente que ocurrió durante el último enfriamiento, o sea el último uso del horno”.

“Eso quiere decir que el horno pudiera estar operando durante mucho tiempo, incluso nosotros intervenimos hornos que han trabajado más de un siglo, pero nosotros lo que tenemos magnéticamente es el último uso. Es la diferencia con Carbono 14”, explicó.

El proceso estará a
cargo de un grupo
de especialistas del
Sistema Arqueomagnético
Nacional de la UNAM,
campus Morelia

En ese sentido, opinó que las estructuras de La Quemada han tenido altas temperaturas en su formación, su elaboración y en su funcionamiento, por lo que son estructuras viables para la determinación de edades electromagnéticas. Para ello, se requiere saber qué temperatura alcanzaron y a partir de ello deducir ciertas condiciones de su función y así asignar edades.

Gogichaishvili indicó que “los trabajos han sido muy fructíferos, sobre todo porque hemos determinado la cronología del abandono mediante mediciones físicas y datos duros. Otro aspecto no menos interesante que hemos hecho es que encontramos edades coloniales, inclusive algunos fogones de entre 1700 y 1800, en el Juego de Pelota, lo cual abonaría a que el sitio después del abandono fuera ocupado”.

Por su parte, Carlos Torreblanca Padilla, director de la zona de monumentos arqueológicos y museo de La Quemada, refirió que “en años anteriores hemos hecho el estudio en otros espacios de la zona como el Salón de Columnas. Ahí fechamos los pisos y nos dieron fechas del año 900 o 1000 después de Cristo. Esto es importante porque lo que estamos registrando es un momento de abandono”, indicó.

Añadió que, regularmente, se investiga el inicio de los sitios o su esplendor, pero “ahora queremos saber el momento en que fue abandonada la ciudad y se provocaron los últimos incendios”.

Comentó que, para el proceso de arqueomagnetismo, “tenemos considerado el Salón de Columnas, Plaza de los Sacrificios, Juego de Pelota, y ahora consideramos el área de los fogones para conocer las temperaturas a las que estuvieron expuestos y en qué fecha fueron utilizados”.

Según explicó, el estudio permitirá conocer el periodo preciso de ocupación prehispánica, ya que se tiene conocimiento sobre fechas tardías, entre los siglos 16 y 19, lo que indica que después de que se deshabitó la ciudad hubo otra ocupación y posteriormente se volvió a prender fuego en estos espacios.

De acuerdo con Torreblanca Padilla, “ahora queremos saber el último uso de los fogones considerando que este espacio ha estado sellado porque hubo un derrumbe encima de ellos y no pudo haber otro incendio encima. Los últimos incendios han estado sellados y esperamos nos arroje el último periodo de ocupación de esta parte”, dijo.

El procedimiento de arqueomagnetismo implica la toma de muestras de los materiales y en un plazo de dos o tres meses se dan los resultados de los análisis. Sin embargo, “como arqueólogos, falta hacer el análisis de la temporalidad, contexto arqueológico y características para hacer la interpretación. Entonces en alrededor de 5 meses ya tendríamos una respuesta”.

Después seguirá el proceso de hacer la publicación de un texto académico, mismo que llevará otros seis meses, por lo que el resultado de la investigación se dará a conocer dentro de nueve meses.

Luego de la toma de
muestras de los materiales,
en un plazo de dos o
tres meses se dan los
resultados de los análisis

En la década de los 50 del siglo pasado, el arqueólogo Pedro Armillas identificó manchas de ceniza en la superficie del primer nivel y encontró dos círculos que son la parte inferior. Después, cuando Peter Jiménez retomó esa información en 1996, se liberó el espacio del cuartel y se encontró el basurero en la parte superior, lo que hizo posible el descubrimiento de aproximadamente 11 fogones.

“Él excava 9 de los 11, dejando dos para posteriores estudios, y salen aproximadamente 17 costales de cenizas. En algunos aparecen restos de manos de metate, tepalcates, básicamente. Los materiales quedaron pendientes para su análisis, Paula Turkon hizo algunos estudios de flotación, pero aún no tenemos acceso a esa información y recientemente decidimos retomar este espacio para poder entender la función y tomar las fechas de ocupación”.

Torreblanca Padilla expuso que el proyecto comenzó a partir del primer hallazgo de piso quemado y hubo la recomendación de especialistas para realizar ese procedimiento de arquemagnetismo en La Quemada.

Así, refirió que “colegas nos recomendaron al doctor Avto Gogichaishvili, de la UNAM campus Morelia, y lo invitamos a venir. Tiene un equipo saturado de trabajo y ellos no sólo trabajan arqueología, también geología, paleomagnetismo en vulcanismo, muestras geológicas para estudios de minería, cuestiones de petróleos y volcanología”.

Para tal efecto, se estableció un acuerdo de colaboración entre el campus Morelia de la UNAM y el Centro INAH Zacatecas y se estableció el programa de trabajo de La Quemada, donde se contempla realizar investigación en sitio, lo que implicará llevar a cabo más trabajos de excavación.

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