■ La lírica ayuda a los niños en la adquisición del lenguaje, en lectura y escritura, afirma
Yamilet Fajardo Veyna, ganadora del Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde 2013, impartió una conferencia a estudiantes de la Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho, en la que denunció que la poesía ha sido marginada de los procesos educativos, en perjuicio del desarrollo cognitivo de los niños.
Según expuso, la poesía ayuda al niño en la adquisición del lenguaje tanto en la lectura como la escritura, pero ni los programas académicos ni los maestros lo abordan a lo largo del año escolar.
“Quise platicarles sobre la experiencia poética y cómo los estudiantes normalistas la pueden vincular en sus escuelas, con sus niños, para que ellos exploten su imaginación a partir de la literatura y aprender a crear nuevas posibilidades, a imaginarse mundos posibles”, dijo.
Incluso, aseguró que la poesía está marginada no solamente en el nivel básico, sino también en los programas de licenciatura, y es hasta algunos programas de maestría donde se recupera.
Sin embargo, Fajardo Veyna expuso que el problema es más evidente en la educación básica, porque cada año modifican los contenidos en los libros de texto y cada vez hay menos contenidos relacionados a la poesía y la literatura infantil.
Aunque la biblioteca escolar cuenta con material que podría aprovecharse, dijo que los maestros se centran en los libros de texto y en el plan y programa de estudios y por tal motivo margina toda la riqueza que hay en la poesía”.
Aunado a ello, afirmó que la Reforma Educativa obligará a los docentes a cumplir con lo establecido en los libros de texto, en los cuales le dan más importancia a los temas científicos, descuidando con ello a las disciplinas de conocimiento relacionadas a las humanidades.
En ese sentido, señaló que el propósito de la conferencia fue el dar a conocer la importancia de la poesía para el desarrollo de la imaginación en los niños, a pesar que en los programas educativos es un tema relegado.
Fajardo Veyna recordó que en su etapa durante la educación básica hubo poca orientación hacia la lectura y el proceso era mecánico: escribir el contenido plasmado en el pizarrón y repetirlo cinco planas y posteriormente resúmenes.
En la actualidad, indicó que la situación no ha cambiado mucho, aunque ahora los maestros se interesan más por el aprendizaje del español y por tal motivo se promueve un poco más la lectura, aunque aún no se atiende adecuadamente el nivel de comprensión de los niños.
