Un aumento salarial diferencial y escalonado que alcanza un máximo de 7.5, que impacta en el sueldo base, incremento mediante el que se recupera el índice inflacionario acumulado hasta estos días, pareciera ser el mayor logro de la celebración del día del maestro de este año.
Nuestro Presidente tiene como coartada para justificar no haber alcanzado mayores logros en algunos ramos de la administración pública, a la pandemia. El confinamiento, que llevó a cambiar las clases presenciales por las de en línea, trajo como resultado un agravamiento del rezago educativo con el que se encontró a su llegada a Palacio Nacional. El rezago se agudiza cuando las escuelas no implementan estrategias para recuperar lo perdido y nivelar los aprendizajes de los alumnos.
Durante el Ciclo escolar 2019-2020, año en que se cierran las escuelas, el sistema educativo mexicano sumaba, en los tipos y niveles de la educación básica, 198, 92 escuelas y de Medio superior 14, 251 en las que laboran 1, 039 290 y 302, 075 profesores, respectivamente, (fuente: SEP, “Principales cifras del sistema educativo nacional”). Es a este universo de docentes a quienes, de manera diferenciada de acuerdo con sus ingresos bajo un criterio progresivo, quienes recibirán el aumento, siendo los más beneficiados los que ganan menos 20 mil pesos mensuales. Para darnos una idea de lo castigado que han estado los salarios, dentro del universo de los que percibían menos de 20 mil pesos, con el máximo incremento que recibirán, el 7.5%, alcanzarán un ingreso aproximado de 14 mil 300 pesos.
Desglosada la respuesta salarial 2022, encontramos que el aumento general en realidad fue del 3.5 directo al salario más 1.8% a prestaciones, siendo algunas de éstas por el monto que abarcan, simbólicas. Adicional al aumento general, se dividió al total de los maestros de básica y media superior en tres grupos, siendo el A aquellos cuyas plazas están por debajo de los 10 mil pesos mensuales; estos que suman alrededor de 49 mil son los que recibirán de aumento el 3.5%, más un 3% más y 1% de reforzamiento, alcanzando de esta forma el dichoso 7.5, de manera que la cifra resulta apantallante por ser los menos beneficiados con este monto. En el grupo B se agrupa al grueso de los trabajadores de la educación, alcanzando los 900 mil que ganan de 10 mil a 15 mil pesos; estos recibirán un 6.5 por ciento de incruento. De este mismo grupo B, quienes perciben entre 15 y 20 mil pesos solo alcanzaran el 5.5% de aumento. Finalmente, los que se pudieran llamar como la élite del magisterio, los “esclavos de oro” del sistema educativo (los de plazas homologadas de base T/C, directores y supervisores), aquellos que se embolsan más de 20 mil devaluados pesos cobrarán un 4.5%. En un simple ejercicio aritmético encontramos que si el aumento salarial máximo de los maestros fue de un 7.5 % y la inflación en lo que va del año ronda en un porcentaje similar, el incremento viene a ser nulo. El salario se mantiene estancado. El problema de los salarios profesionales, más aquellos que tienen por sostén las finanzas públicas es que como en el caso de las medicinas, médicos y otros rubros, es la falta de presupuesto.
Anunciado tradicionalmente por el representante nacional de los maestros y visto tradicionalmente como un regalo del señor presidente a los enseñantes, en esta ocasión fue relegado el líder charro, el anuncio estuvo a cargo de la parte patronal en la persona de la secretaria de Educación, la gris Delfina Gómez que aún no la renuncian del cargo para irse a la campaña por la gubernatura del Estado de México.
En Zacatecas, en una especie de replica de la movilización de la CNTE, Maurita López, y un puñado de sus maestros democráticos, se manifestaron el mero día del maestro exigiendo el pago de bonos y prestaciones pendientes de maestros en activo y jubilados, así como el pago a los docentes que han sido promovidos durante el presente ciclo escolar, entre otros pendientes.
Con el criterio progresivo de dar más a quienes menos perciben y con aumentos diferenciados y escalonados, el gobierno buscó quizá hacer más equitativos los ingresos de los maestros, si bien los de plaza inicial de nuevo ingreso y pocos años de servicio siguen estando muy amolados.
