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miércoles, 24 abril, 2024
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El arte de leer y escribir como antídoto de la incultura (1/2)

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Por: UZIEL GUTIÉRREZ DE LA ISLA* • admin-zenda • Admin •

■ El Mirador de Heródoto

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El escritor tiene que ejercer la competencia como lector

para la elaboración de un texto, sin descuidar la importancia

de la formación disciplinaria, anteponer la lectura como

una necesidad previa que se necesita para

la construcción de un discurso escrito

Horacio Guevara Cruz. La lectura con sentido escritor. 2008

En los últimos días he percibido en el ambiente universitario y social del entorno, inquietudes con relación a los errores de los líderes políticos, académicos y de los grupos sociales al exponer sus mensajes ya sea verbalmente o en forma escrita. Es evidente que a muchos de ellos les falta el conocimiento del beneficio de la lectura para el ejercicio de la escritura.

Al tratar de hablar de dicho problema, me expongo personalmente ante los lectores por las múltiples carencias que aún tengo como “tundeteclas” (expresión de mi amigo y maestro en la redacción periodística, Carlos Ulises Girón Sifuentes, quien además señalaba con la autoridad de su experiencia: “Si tienes algo que decir y no lo declaras, es un sentimiento que no existe, si lo escribes aunque no sea real, pervive… ¡manifiéstate!”), y aquí estoy discerniendo sobre la importancia del leer y el escribir, además, motivado por las manifestaciones de aliento de mis colegas Wilfredo Bolívar, Belky Montilla, Olkis Moyetones, Yasmily Villegas, Alba González, Antonio Rivero, Rómel Escalona y José Gregorio, ante la añoranza por la etapa de cronista, gracias amigos, la vida continúa.

Retomando el tema en torno a los líderes con carencias en la correcta escritura, ahora es común ver en nuestro entorno a docentes con maestrías y doctorados; representantes en el ámbito político y social; líderes, dirigentes y representantes de Gobierno y un sinfín de profesionistas de todas las universidades e instituciones educativas con grandes carencias en la forma correcta de expresarse, de escribir sus discursos o mensajes, actitudes y acciones que parecieran no provocar sino desencanto.

Una de las causas es que la formación educativa en torno a la lectura y la escritura se ha vuelto un simple requisito de conocimientos mínimos, y así desde la educación básica, vamos evolucionando hasta llegar a los grados superiores, aportando lo mínimo y transformándonos en adultos con el conocimiento mínimo de lo mínimo y en ocasiones, ni lo mínimo.

Ante este panorama, ¿qué deben hacer los administrativos de la educación, los directivos, los maestros, los padres de familia y los propios alumnos? Definitivamente, aceptémoslo, necesitamos pensar en alternativas innovadoras que permitan resignificar el aprendizaje de la lectura y la correcta escritura a cualquier edad como un espacio donde se maximizan las fortalezas y potencian las oportunidades de los individuos en el proceso de formación.

Por eso, esfuerzos como el que realiza la nueva administración de la Secretaría de Educación en el estado de Zacatecas, con la titularidad de la Dra. Gema Mercado, y los programas a través de la coordinación estatal de bibliotecas a cargo del maestro Simitrio Quezada, (ambos, orgullo de la Universidad Autónoma de Zacatecas), y el proyecto del Instituto Universitario Dr. Carlos Coqui, a cargo del maestro Martín Sánchez Ramírez, que promueve en sus docentes la capacitación en las áreas de la lectura y la escritura, y en los alumnos la correcta redacción para la elaboración de sus trabajos cotidianos y de titulación, son loables y esperanzadores, dignos de exaltarse y difundirse para promover su multiplicación.

Del primero, Simitrio Quezada, señalaré que siendo un inquieto pensador, excelente docente y eterno apasionado por la lectura, el cargo le ha caído como anillo al dedo. La administración del Gobierno del Estado se ha sacado la lotería o, pudiera mejor decir, que se compaginaron necesidades que fortalecerán el proyecto de promover la superación personal y académica a través del acercamiento a los libros.

En cuarenta y cinco días Simitrio Quezada ha logrado captar la atención de autoridades políticas y académicas y ha puesto en la palestra de las necesidades para el desarrollo social, la superación de las comunidades a través del acercamiento a las bibliotecas para el crecimiento cultural y el fomento de la identidad como zacatecanos y como mexicanos. La integración de todas las bibliotecas del estado para el desarrollo de un programa integral en el que se incluye el hacer de las bibliotecas los centros de reunión de los municipios para cualquier asunto de carácter integrador y que las bibliotecas cuenten con todos los servicios y sean coadyuvantes del desarrollo integral, son sueños del coordinador.

El esfuerzo realizado en estos pocos días para llevar los libros, principalmente, a los niños y adolescentes, acercarlos a esos recintos sagrados de cultura permanente, de formación y motivación, nos permite visualizar a corto plazo en estos ciudadanos, una mejor proyección de vida en la cultura, en su desarrollo personal, lo que repercutirá en un mejor desempeño profesional para la solución de problemas en beneficio de la sociedad.

El mismo Simitrio dice que “se vale soñar”, pero con esos sueños y la participación de los sectores político, académico y social, aunados a la presencia de la iniciativa privada, estamos en la ruta de una mejora sustantiva en el proyecto de un Zacatecas acorde a los requerimientos de la sociedad del siglo XXI.

Así se observa el mundo desde El Mirador de Heródoto. ■

 

*Presidente de la Red Latinoamericana de Cronistas.

[email protected]

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