Santa Cruz. La cumbre extraordinaria del Grupo de los 77 más China aprobó este domingo en Bolivia un respaldo incondicional al actual gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y rechazó el bloqueo económico que sufre Cuba, además de condenar a los «fondos buitre» que suponen una amenaza para países en desarrollo.
«Los países del G77 más China respaldamos al gobierno democrático del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Y ratificamos el rechazo de nuestro pueblos al injusto bloqueo económico impuesto por Estados Unidos al hermano pueblo de Cuba», destaca la declaración oficial.
La cumbre extraordinaria también se pronunció en contra de los llamados «fondos buitre» porque consideró que representan un peligro para la economía de los países en desarrollo.
«Hacemos una denuncia sobre los ‘fondos buitre’, que plantean un peligro para todos los procesos futuros de reestructuración de la deuda para los países en desarrollo», señala el documento suscrito en Santa Cruz de la Sierra.
El grupo también fijó una nueva agenda de desarrollo económico que será debatida el próximo año con los países ricos para el acuerdo global de los Objetivos de Desarrollo del Milenio post 2015 de Naciones Unidas.
La Declaración de Santa Cruz fue suscrita por 16 presidentes y jefes de estado, y delegados de 129 de los 133 países miembros del G77 más China.
El G77 fue fundado en 1964 en Ginebra durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
«En Santa Cruz hubo un relanzamiento para que este Grupo trabaje por el bienestar, prosperidad, comercio con complementariedad y políticas de solidaridad», destacó el presidente Morales.
Agregó que «en lo ideológico se ratificaron los principios de la lucha contra el colonialismo y contra la discriminación».
Morales destacó el apoyo de los participantes en la cumbre del G77 + China a la propuesta boliviana «Hacia un nuevo orden mundial para vivir bien».
La cumbre expresó solidaridad con el reclamo de Argentina por la soberanía en las Islas Malvinas y con la causa palestina para contar con un Estado propio.
La Declaración de Santa Cruz de 242 puntos y 90 páginas aprobada hoy plantea la lucha contra la pobreza, la protección del medio ambiente, la transferencia de tecnología, el comercio justo y la soberanía de los recursos naturales, entre otros temas.
El documento reconoce que la pobreza es una afrenta para la dignidad humana y destaca que su erradicación es el mayor problema que afronta el mundo en la actualidad.
Los países del G77 reafirman la determinación de adoptar medidas que hagan efectivo el derecho de los pueblos a acceder a servicios básicos y agua potable.
La declaración incluye estrategias sobre desarrollo sostenible, mejoramiento de las prácticas de la democracia, la soberanía sobre los recursos naturales, la erradicación de la pobreza, la reducción de la desigualdad y el crecimiento económico sostenido e inclusivo.
También planteó la reforma imprescindible de la estructura financiera mundial, y la reforma del sistema de calificación crediticia.
El documento de Santa Cruz hace un llamado para una reforma amplia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
«Es un consejo de inseguridad porque no respeta las decisiones de Naciones Unidas, es antidemocrático y decide intervenciones de carácter militar usando a la OTAN y cascos azules para acabar con presidentes anticapitalistas y antiimperialistas», dijo Morales en conferencia de prensa.
Sin embargo, no tuvo eco la propuesta de Morales de eliminar ese organismo de la ONU ni se aceptó invitar a Rusia para que sea miembro del Grupo de los 77 más China.
Los países africanos, a través del delegado de Guinea Ecuatorial, pidieron mantener la cooperación sur-sur y mantener relaciones comerciales y políticas con los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
Bolivia invirtió unos 80.4 millones de dólares en la organización de la cita, aportados por el gobierno nacional, la gobernación de Santa Cruz, los municipios de Warnes y Santa Cruz de la Sierra y por varios empresarios.
