En el Día del Amor y de la Amistad en la 72 Edición del Festival de Cine de Berlín, La Berlinale hay que decir que después de haber ya seguido desde hace nueve años este festival, es la primera vez que nos encontramos con una selección de filmes tan romántica, tan melosa y de narrativas clásicas.
De las 15 películas que hemos visto en estos cuatro días del festival, al menos 13 tienen en su guion central una historia de amor que se termina más o menos bien o más o menos dramática, por supuesto con sus trances de desesperación y lacrimógenos.
Lo habían comentado algunos medios de comunicación que reaccionaron a finales de enero, cuando se publicó la selección completa del festival, sería un año amoroso como nunca.
Hasta este año La Berlinale había marcado línea por presentar una selección vanguardista en lo narrativo y temático; con propuestas estéticas sino experimentales, sí que exigían en el espectador o atención y concentración o una cultura cinéfila, porque leer el cine -igual que cualquier lectura- no es natural, sino que se tienen ciertas reglas.
No decimos que no son buenas películas o que están dentro del cine clásico de historias de A a la B, simplemente que los cineastas fueron más recatados, o los programadores no tuvieron muchas propuestas cuando las productoras aún no tenían claro si el festival tendría lugar en vivo o en línea.
Por lo pronto, hoy hemos podido ver una de las películas más esperadas, Un año, una noche del director catalán Isaki Lacuesta sobre los ataques al Bataclan del 2015, a partir de la adaptación del libro de Ramón González. Mañana tendremos la entrevista con el director y los actores, por eso hablamos de ella mañana.
