Hace una semana escribí que la huelga legislativa de la oposición que impidió varias reformas necesarias con el slogan: EL INE NO SE TOCA, entre ellas la actualización de los métodos utilizados para lograr la igualdad entre mujeres y hombres, y las formulas que se aplican para las acciones afirmativas en la representación de minorías, generarían problemas en virtud de que la legislación está plagada de contradicciones y lagunas. Agregué que pronto serían visibles los daños al proceso electoral por la instrucción que el INE aprobó y obliga a los partidos y coaliciones contendientes a que en la elección de las nueve gubernaturas que corresponde elegir en 2024, las candidaturas sean desempeñadas por 5 mujeres y 4 hombres, independientemente del respaldo popular de las y los aspirantes, de manera que las dirigencias partidistas están obligadas a dejar de lado el respaldo real medido por las encuestas para estar en condiciones de solicitar el registro de sus candidaturas.
Pues bién, la coalición de Morena no impugnó legalmente la instrucción del INE para no dejar duda de que la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres es su prioridad, y en consecuencia la aplicó hace tres días haciendo evidente que hubo daños al sistema democrático, pués para cumplir la instrucción se asignó un valor diferente a las preferencias ciudadanas medidas por las encuestadoras. Se puede asumir que era obligado optar por el mal menor, por lo que ahora es indispensable reconocer la urgencia de reformar el marco jurídico electoral para evitar que ese daño, y otros que mencioné en mi anterior columna, se vuelvan a repetir. Reafirmo: sí hay mejores maneras de conciliar el respeto irrestricto al voto auténtico y al principio de igualdad de los ciudadanos, con la necesidad de avanzar en la igualdad sustantiva. Dentro de pocos días veremos cómo se discrimina a las mujeres o a los hombres de los distritos federales y locales, cuando se determine cada candidatura y, con ello, se discrimine a la mitad de la población.
En la propuesta de reforma electoral que la oposición rechazó estaba la solución: elegir todos los legisladores por un solo principio, el de representación proporcional, eligiendo entre listas de candidaturas intercaladas de hombres y mujeres, así cada partido obtendría los espacios legislativos que la votación le otorgó, y tendrían 50% de mujeres y de hombres sin mayor problema; de igual manera se evitarían las sobre y sub representaciones.
En Zacatecas vivimos a pocos días de la aplicación de las encuestas para la selección, en Morena, de las dos fórmulas de candidatos al senado de la república, una encabezada por una mujer y la otra por un varón. Ya comenté antes que los y las aspirantes están intensificando su exposición ante los ciudadanos una vez que han obtenido sus registros ante la comisión de candidaturas, y se han publicado reportes de ejercicios demoscópicos preliminares cuyos resultados muestran claramente las tendencias de las preferencias por cada aspirante; son publicos dos reportes realizados por De las Heras Demotecnia, empresa que participó en la definicion entre las corcholatas y de las 9 gubernaturas, que muestran que Ulises Mejía sigue sumando preferencias, mientras que Saúl Monreal y José Narro se estancan en un empate técnico en el segundo lugar. En cuanto a las mujeres, se destacan la petista Geovanna Bañuelos y la monrealista Soledad Luévano, aunque también se menciona a Verónica Díaz. Parece muy probable que la inconformidad social que se expresa con frecuencia, impacte en la contienda y la convierta en un plebiscito sobre el desempeño de los gobernantes de procedencia monrealista en las administraciones públicas. Cualquier observador puede notar esa tendencia.
Por otra parte, ya es público que Alfredo Femat, Ricardo Arteaga, Santos González, Raymundo Cárdenas y Gabriela Pinedo, obtuvieron su registro como aspirantes a diputados federales por el distrito III, con cabecera en Zacatecas, y que Maricarmen Salinas, Oscar Novella y Samuel Herrera lo hicieron por el distrito IV con cabecera en Guadalupe, y pronto conoceremos los nombres de los aspirantes por los distritos I y II con cabeceras en Fresnillo y Jeréz. Como es natural, también se empiezan a notar los esfuerzos por construír alianzas entre aspirantes al senado y a diputados, y con sectores sociales importantes en la vida política estatal, como los maestros, los universitarios, los productores rurales, los empresarios, los sindicatos especialmente el minero y diversos agrupamientos que han protagonizado movilizaciones importantes, cuyo involucramiento puede incidir de manera muy importante en el proceso. Aunque los equipos que apoyaron a los contendientes en el proceso que ganó Claudia Sheimbaum no adquirieron mucha madurez orgánica, lo cierto es que sus integrantes adquirieron ciertas dinámicas políticas que ahora se notan en el movimiento de los aspirantes a diputados y senadores. Todo ello será más intenso los próximos días.