Las recientes declaraciones de la candidata presidencial a nombre de la alianza PAN, PRI y PRD, Xóchitl Gálvez, durante un mitin en el Estado de México, han desatado una polémica sobre el abandono de los ancianos en el país. Ella declaró: “A nivel nacional en 2020 el 37.9 por ciento de adultos mayores vivía en pobreza, mientras que para Zacatecas la cifra es del 41.1 por ciento”.
En un intento por criticar a su contrincante de Morena, PT y PVEM, Claudia Sheinbaum, Gálvez expresó que «si a los 60 años no has podido hacer un patrimonio, eres bien güey». Estas palabras generaron una avalancha de críticas en redes sociales desde tempranas horas del día, obligando a la candidata a explicar sus dichos en dos actos posteriores y ofrecer entrevistas para clarificar su postura.
Sin embargo, estas declaraciones han puesto de manifiesto una realidad preocupante: el abandono de los ancianos por parte del modelo neoliberal. Según los últimos informes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), muestran que, si bien la incidencia de pobreza en personas de 65 años o más ha disminuido ligeramente en los últimos años, aún existe una proporción significativa de esta población en situación de vulnerabilidad económica.
En México, el porcentaje de población de 65 años o más en situación de pobreza disminuyó de 2018 a 2020, pero sigue siendo alarmantemente alto. En 2020, aproximadamente el 37.9 por ciento de los ancianos del país vivía en la pobreza, una cifra preocupante que refleja el fracaso del modelo económico en brindar protección y bienestar a los más vulnerables.
Es importante destacar que estas cifras muestran una realidad desigual en todo el país. En Zacatecas, se estima que alrededor de un millón 624 mil 320 personas de 65 años o más se encuentran en situación de pobreza en 2020, representando el 41.1 por ciento. Esta cifra ha disminuido a comparación de 2018 y 2019 donde el 52.2 por ciento y el 52.1 por ciento, respectivamente, de la población de 65 años y más se encuentra en condición de pobreza. Sin embrago, sigue siendo urgente necesidad de políticas que aborden las necesidades específicas de este grupo poblacional.
En un contexto donde los ancianos son uno de los grupos más vulnerables a los efectos de la pobreza y la desigualdad, es fundamental que los líderes políticos aborden esta problemática con seriedad y compromiso. El modelo neoliberal ha olvidado, entre muchas otras cosas, a los ancianos y ancianas del país, y es responsabilidad de todos trabajar hacia un cambio que garantice una vejez digna y segura para todos los mexicanos.
Esta situación también pone en relieve la necesidad de repensar las políticas públicas y sociales dirigidas a la población de la tercera edad. Los ancianos no solo enfrentan desafíos económicos, sino también problemas de acceso a la atención médica, vivienda digna y oportunidades de participación social y cultural.
Es fundamental que las autoridades, tanto a nivel nacional como local, trabajen en la implementación de programas y medidas específicas que aborden estas necesidades y garanticen una mejor calidad de vida para los ancianos mexicanos. Esto incluye el fortalecimiento de los sistemas de seguridad social, el acceso equitativo a la atención médica y la promoción de programas de inclusión y participación social para los ancianos en todas las comunidades del país.
En última instancia, el bienestar de nuestros ancianos es un reflejo de la salud de nuestra sociedad en su conjunto. Abordar la pobreza y la desigualdad entre las personas de la tercera edad es un paso crucial hacia la construcción de un país más justo, inclusivo y solidario para todos sus ciudadanos, independientemente de su edad o condición socioeconómica.
