Isabel Rodríguez Gutiérrez, director del Centro de Atención Múltiple de Educación Especial (Cam) número 33 en la capital, mencionó que es importante que en el Sector Salud se promueva el cuidado del embarazo, sobre todo en la población joven, pues el no hacerse un chequeo durante los 9 meses de embarazo origina el riesgo de que nazcan personas con algún tipo de discapacidad.
Asimismo, expuso que se ha detectado que los casos en que se presenta una discapacidad neuro-motora, se deben a que hubo una mala práctica por parte de los doctores que atienden los partos.
“El llamado al Sector Salud es que los médicos puedan identificar con oportunidad los embarazos de alto riesgo y orientar adecuadamente a las futuras madres, y apliquen medidas preventivas y con esta intervención evitar que nazcan menores con discapacidad”, dijo el director.
Indicó que debe haber coordinación entre las instituciones de salud para promover un embarazo saludable, pues lamentó que por negligencia o descuido, una persona padezca las consecuencias de por vida.
Mencionó que los problemas que enfrentan las personas con discapacidad son muchos, pues no pueden valerse por ellos mismos, y no existen las suficientes instituciones educativas que estén enfocadas a su educación.
“La necesidad de que existan este tipo de instituciones como el centro de atención, es indispensable, pues representan la oportunidad para que los menores puedan crecer y desarrollar una mejor calidad de vida, y que también las familias tengan un espacio en donde atiendan a sus hijos sin que exista una discriminación por su condición”, dijo el director.
Indicó que actualmente en este centro se atiende a 47 alumnos, que van de los 45 días de nacidos hasta los 45 años de edad y cursan educación inicial, preescolar, primaria, secundaria y capacitación laboral.
La mayoría de los alumnos presenta discapacidad intelectual, aunque también existen casos de menores con discapacidad auditiva, visual, espectro autista, síndrome de down, entre otros síndromes.
Cuando egresan de secundaria, los jóvenes desarrollan aptitudes para un oficio, y solamente se cuenta con un taller de cocina, el cual está enfocado a que los alumnos sean autosuficientes en la preparación y consumo de alimentos y eviten ser una carga para su familia.
La intención es que cuando una persona con discapacidad sea independiente, o llegue a vivir solo, pueda asistirse y alimentarse, enseñándole también las medidas de seguridad necesarias que se deben tomar en una cocina como atender el olor de gas, cerrar parrillas, uso de sartenes, uso de cuchillos y pelapapas.
