■ Se despide a quienes no participan, pero luego se cesará cuando no se aprueben exámenes, explica
■ Necesario que reflexionemos sobre nuestra formación y práctica, considera Acevedo Hurtado
Los conflictos que se han presentado por la aplicación de la Evaluación del Desempeño se agravarán cada vez más, porque en este momento solamente se despide a quienes no participaron en ese proceso, pero en algunos años serán cesados muchos más que no hayan aprobado la evaluación, afirmó José Luís Acevedo Hurtado, profesor de la Universidad Pedagógica Nacional unidad 321 (UPN).
“Ahorita el conflicto es grave, pero preveo que va a ser más grave todavía cuando estos maestros que han salido insuficientes presenten otra vez la evaluación y salgan con ese resultado. Entonces serán despedidos más maestros y se va a convertir en un problema mayor”, expuso.
Según comentó, esta Reforma Educativa tiene un gran alcance en el impacto de los servicios educativos, al grado que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ya no es una organización que defiende los derechos de los docentes, sino que se ha convertido en “parte de la burocracia comisionada para asuntos de capacitación o de gestión”.
Ello significa que la reforma sí está transformando el sistema educativo mexicano y sí tendrá un mayor impacto en lo que respecta al ámbito laboral de los maestros, además de los conflictos que también está provocando en el proceso de ingreso al servicio docente.
Acevedo Hurtado señaló también que la Evaluación del Desempeño consta de instrumentos deficientes al igual que el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, pues Sylvia Schmelkes, Margarita Zorrilla y Gilberto Guevara Niebla, responsables de ese organismo, “no son los grandes eruditos” y además “se vendieron”.
Afirmó que la SEP y el INEE están conscientes que los instrumentos de evaluación tienen errores y muestra de ello es que recularon y no toman en cuenta el Informe de Cumplimiento de Responsabilidades que es uno de los cuatro procesos.
No obstante, dijo que muchos maestros han desatendido sus obligaciones éticas y profesionales en las escuelas, y aunque no ocurre en la generalidad, sí hay casos que creen que un título de licenciatura es suficiente para acceder a una plaza “y más si somos compadres de los líderes sindicales o de alguna autoridad”.
“Es necesario que reflexionemos sobre nuestra formación y nuestra práctica, por eso han salido los resultados insuficientes. No es solamente culpa del profesor, es de la institución donde fue formado, es el sistema que le ha dado empleo y que no le ha dado opciones de formación”, concluyó Acevedo Hurtado.
