10.8 C
Zacatecas
martes, 23 abril, 2024
spot_img

Realizan el primer Congreso Internacional “Las mujeres en la universidad y la sociedad”

Más Leídas

- Publicidad -

Por: SCARLETT LLAMAS •

■ Claudia D’Amico, docente en Buenos Aires, habló sobre la autora Marguerite Porrette

- Publicidad -

■ La escritora fue sentenciada a la hoguera por su escrito “El espejo de las almas simples”

 

En el marco del primer Congreso Internacional “Las mujeres en la universidad y la sociedad”, Claudia D’Amico, docente en la Universidad de Buenos Aires, aseguró que uno de los modos de establecer una agenda de género en las instituciones educativas “es la intervención en los planes y programas de estudio desde la perspectiva de género”, entre otras acciones.

La profesora de la materia de Historia de la filosofía clásica, con especialidad en la Edad Media, hace lo propio, integrando en sus clases a más estudiosas mujeres en el programa de Edad Media; una de las autoras que incorporó fue Marguerite Porrette, alrededor de quien centró su ponencia.

Como introducción, comentó que en su área de estudio, en las últimas décadas, debido al empeño de los historiadores de la filosofía, se intentó liberar los reduccionismos a dicha ciencia, que hasta entonces no consideraban al cristianismo griego y las filosofías no cristianas; sin embargo, el reduccionismo continuó por el hecho de que “las voces femeninas siguen silenciadas y sólo se alude a las voces masculinas”.

Posteriormente, una nueva apertura se dio en los años 90, cuando se publicaron libros especializados en mujeres como el titulado “Mujeres trovadoras de Dios: una tradición silenciada en la época medieval”.

Específicamente hablando de Porrette, todo lo que se sabe es por los documentos inquisitoriales que la llevaron a la hoguera en 1303, señaló D’Amico; Marguerite fue sentenciada debido a un escrito titulado “El espejo de las almas simples”, libro que se presenta como diálogo entre la razón y el amor, con el objetivo de mostrar 7 etapas por las que transita el alma para alcanzar el absoluto.

La autora, en su texto, indica las similitudes entre las mujeres y los espejos, inspirada por el manual “El espejo de las vírgenes”, un “elogio de la virginidad”, que trata de condenar los géneros anárquicos de la vida religiosa, en el que una mujer debe elegir el mundo, es decir, casarse, o el claustro, donde la virginidad es lo más preciado; a su vez, el claustro debía ser de las comunidades aceptadas.

Por el contrario, en un momento hubo más monasterios para mujeres que para hombres, pero estos no estaban, en su día, ligados a devoción cristiana, sino a una vida productiva, más que de contemplación, sin la necesidad de estar casadas o ser estigmatizadas por vivir en soltería; esto posteriormente cambiaría.

En este sentido, Marguerite fue considerada de las segundas y llamada una “beguina clériga”, es decir, mujer soltera marcada del resto y letrada, pues su texto, escrito por una mujer fuera del marco constitucional y escrito en lengua vulgar, fue considerado como una doble provocación, teniendo como consecuencia una acusación de herejía.

Aunque se le dictó que no hiciera público su texto, ella no obedeció, por lo que fue encarcelada, “mas no se retractó”, llegando así a su sentencia a la hoguera, “sin saber si fue por el texto o su desobediencia”.

Tras la muerte de Porrette, el libro fue traducido al latín y divulgado como si hubiera sido escrito por un hombre, aunque los estudiosos han reivindicado esta creencia y le han dado el crédito a la autora original, quien escribía “para acudir en su propio socorro”, afirmó D’Amico, agregando que “hay una historia, tenemos una historia”, y hay que contarla.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -