Los pueblos del mundo están construyendo la sociedad del conocimiento, en cada uno de los países, las regiones y los continentes. Es un proceso en marcha que no espera a los rezagados, quienes tendrán cada vez más dificultades para encontrar el camino para una inserción satisfactoria en la sociedad globalizada. Los pilares de la sociedad del conocimiento son la educación y las tecnologías de la información y el conocimiento (TIC’s). Se trata de que todos los pueblos se beneficien del conocimiento universal y puedan aportar el propio al gran acervo de la humanidad. Si los zacatecanos queremos participar requerimos tomar medidas urgentes e inmediatas para avanzar en la estrategia definida por la UNESCO tendiente a lograr EDUCACIÓN DE CALIDAD PARA TODOS, DURANTE TODA LA VIDA, y para reducir la brecha digital, esto es, la desigualdad de condiciones para conectarse al Internet. Es una tarea estratégica para el gobierno, las instituciones educativas y los maestros, así como para las familias, los jóvenes y los niños. Los empresarios, agricultores y ganaderos tampoco deben quedarse al margen, pues la competitividad de esta región de México depende de que enfrente ese reto con decisión.
Lo primero es ponernos de acuerdo para formar, a marchas forzadas, a los maestros de todos los niveles en el uso de las TIC’s para enseñar a aprender en las redes mundiales dedicadas a producir y difundir el conocimiento que se genera día con día. La segunda tarea es disponer de los recursos económicos necesarios para dotar a las escuelas y a los jóvenes de las computadoras suficientes y de la conectividad a algún servicio de Internet. Y la tarea que parece más complicada es incrementar la cobertura en la educación superior para acercarnos a la media nacional de 40% referida por el actual secretario de Educación, Emilio Chuayfett, como su objetivo principal para el sexenio, lo que significa para Zacatecas un crecimiento mayor al 50% en el mismo lapso.
El reto es mayúsculo si recordamos que del millón y medio de personas que viven en el estado, alrededor de 800,000 son pobres, lo que significa que el esfuerzo debe hacerlo principalmente el sector público y especialmente la UAZ, la principal institución de educación superior del estado. El desarrollo humano en la entidad no avanzará a la velocidad requerida si no enfrentamos y superamos los retos políticos y presupuestales señalados. La generación de fuentes de trabajo decentes, para usar los conceptos de la OIT, depende entre otras cosas de que los empleadores y quienes buscan empleo estén cada vez mejor educados.
No podemos darnos el lujo de perder más tiempo; se requiere que un número cada vez mayor de nuestros jóvenes tengan las capacidades para actuar en la sociedad del conocimiento, no en la revolución industrial. Por todo lo anterior, las autoridades federales y estatales están obligadas a resolver ya los problemas financieros de la UAZ, -que conocen desde hace años porque estaban al tanto de que la institución venía creciendo sin el respaldo financiero requerido-, para que reinicie de inmediato actividades, resuelva sus diferencias, y se disponga a contribuir con el desarrollo que Zacatecas requiere.
