Naciones Unidas. La encargada de la ONU para supervisar la destrucción del arsenal químico en Siria, Sigrid Kaag, informó hoy que su personal no tiene acceso al 8 por ciento de las armas que les falta destruir porque están en posiciones rebeldes.
En una rueda de prensa tras una sesión del Consejo de Seguridad, la coordinadora de la Misión de la ONU y de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), destacó además que los caminos de acceso a tales sitios, cerca de Damasco, se encuentran bloqueados.
Explicó que dado que grupos armados de la oposición controlan esos dos sitios, las autoridades sirias no pueden garantizar la seguridad de la Misión, tal como lo han hecho en sus labores para remover y destruir el 92.5 por ciento del arsenal químico en Siria.
Kaag apuntó que, no obstante, el personal de la Misión conjunta explora formas de llegar al material, colocado en 16 contenedores: cinco de prioridad uno y 11 de prioridad dos, en términos de la peligrosidad de los precursores que almacenan.
Manifestó que una vez que la Misión tenga acceso a los dos sitios en control de la oposición, la remoción de materiales podría tomar sólo una semana de trabajo adicional, por lo que se cumpliría el plazo extendido del 30 de junio para completar la operación.
“Hemos enfatizado que cualquier Estado que tenga influencia en los grupos que tienen el control de los sitios, actúen para que tengamos acceso”, declaró la coordinadora de la ONU.
La funcionaria expresó que desconocía exactamente qué grupos de la oposición controlan los dos sitios, ubicados cerca de Damasco, y evitó pronunciarse sobre la posibilidad de que los rebeldes tomaran el control de estos armamentos.
Asimismo, Kaag recordó que un equipo técnico de la OPAQ investiga las denuncias de que se usó cloro -componente que no está incluido en la lista de materiales para ser destruidos por la Misión- en agresiones contra la población civil en semanas recientes.
