■ Busca se le tome en cuenta para el uso de 111 mdp anunciados por Sedatu para Mazapil
Si los 111 millones de pesos que recibirá Mazapil por concepto del impuesto minero -cantidad que anunció el subsecretario de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), Arturo Nahle- se reparten en varios rubros y no se usa como un capital semilla, habrá pocas posibilidades de impactar en el desarrollo del municipio, opinó el académico y líder del PRD, Arturo Ortiz Méndez.
Dijo en entrevista que junto con otros universitarios han presentado a Gobierno federal y estatal una propuesta denominada Proyecto Estratégico Integral para el semidesierto de Zacatecas y que pretenden sea tomada en cuenta para el uso de los 111 millones de pesos, aunque su inversión total sería de 500 millones de pesos pero durante cinco años.
Explicó que se trata de inversiones estratégicas para incrementar la producción caprina de carne y leche la cual pueda ser pasteurizada pero para ello se ocupan instalaciones, contratar veterinarios y apoyar a los productores para que incremente su ato con la genética apropiada, sin embargo no lo harán si no hay inyección de recursos ya que en lo general están en condiciones de precariedad económica.
Según las estimaciones de Ortiz Méndez, si se inyectaran dichos recursos los ingresos se incrementarían 700 por ciento en la economía anual de los habitantes del semidesierto. La apuesta es que con dicha inversión, cuando la minera cierre no se caiga la economía de la región porque se habrá desarrollado un proyecto sustentado en la vocación productiva de la gente que ahí vive.
Algún día va a cerrar la minera (Peñasquito) y lo que se requiere es que la gente tenga condiciones dignas para vivir bien, agregó. De ahí que se deba empezar a utilizar un esquema de coinversión en el que la empresa extractiva invierta en actividades productivas rentables, además el gobierno en sus dos órdenes haga lo propio así como los productores.
El proyecto planteado por Arturo Ortiz Méndez que se divide en siete programas y los productores en lugar de tener animales de cuatro kilos, podrían tener de 16 kilogramos con lo cual habría un 380 por ciento de incremento en la producción y serán abastecedores no sólo para el alimento que compra la minera, sino de otras empresas en diferentes partes del mundo.
El dirigente perredista insistió en que si los más de 100 millones del impuesto minero se llegan a repartir “como confeti” de nada van a servir, pues se requiere que se ubiquen en una plataforma como capital semilla y se tenga claro que ese dinero es de la gente que ahí vive y de esa manera se daría empoderamiento real a la gente.
Pues además, no se pueden imponer vocaciones productivas que no se tienen y la actividad relacionada con la producción de caprinos es propia de quienes ahí viven y la practican. Ortiz opinó que no se puede seguir hablando de Mazapil como un lugar donde domina la miseria.
Con los 111 millones de pesos se “apalancaría” a la gente económicamente, habilitar a la población para el desarrollo de capacidades y que perfeccionen su sistema de producción, generen condiciones de infraestructura y organización para que ellos fortalezcan sus unidades de explotación caprina.
De tal suerte que independientemente de la derrama económica que generen las mineras por el empleo generado, el pueblo empate las actividades agropecuarias con las industriales y se entienda que la riqueza del semidesierto sólo está en los minerales, sino también hay otras potencialidades como las referidas.
“Si no hay innovación en el terreno agropecuario no habrá competitividad y eso no caerá del cielo”. Se pronunció porque las instancias gubernamentales tomen en cuenta el proyecto elaborado por algunos universitarios y del cual ya se ha implementado alguna parte en Mazapil y otros municipios de aquella región.
