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miércoles, 23 abril, 2025
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Busca apoyar Ifetel a medios comerciales sobre los de uso social: Saúl Villalpando

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Por: ALMA RÍOS •

■ “Es como si nadie hubiera mandado una solicitud para radios comunitarias o indígenas”, expuso

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Las siete frecuencias de radio autorizadas este 2015 para el estado de Zacatecas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) son para uso comercial, “es como si nadie hubiera mandado una solicitud para radios comunitarias o indígenas”, ambas vocaciones, involucradas en las concesiones denominadas de uso social, “lo cual en el caso de Tacoaradio es una mentira porque la hubo”, dijo el productor de esta emisora y representante desde la UAZ ante la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (Amarc), Saúl Villalpando.

Abundó al señalar que su solicitud al Ifetel no fue contestada por el organismo alegando “problemas técnicos”, presuntamente, que habrían impedido que llegara el correo electrónico mediante el que se les hizo llegar.

Era un requerimiento de ley se realizara un análisis de la región que arrojara las frecuencias disponibles a fin de que la Agencia de Desarrollo Local de Tacoaleche AC (Adeltac) de la que depende Tacoaradio obtuviera una concesión de uso social para una radio comunitaria.

La respuesta llegó finalmente a través de la Amarc, quien la solicitó en conjunto para una serie de emisoras que compartían dificultades con el Ifetel, y refería para el caso de Tacoaradio la explicación de que “no podían asignarle una frecuencia porque había una saturación”, un argumento que calificó Saúl Villalpando de absurdo, y que dijo, fue una excusa para no enfrentar el problema de fondo, pues lo que le interesa al Ifetel es favorecer a las radiodifusoras comerciales.

Esta discusión, deriva de la reciente exposición en medios nacionales y locales del caso del otorgamiento de concesiones de uso social en Zacatecas, esta vez para televisión digital, a las empresas privadas Grupo B15, TVZAC y Grupo Radiofónico Zer y a través de asociaciones civiles conformadas para este efecto, que precisó el especialista en el tema y periodista de la revista Proceso, Jenaro Villamil, violan el espíritu y la letra de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.

Al respecto de este tema, el productor de Tacoaradio agregó, “supe de las concesiones que se han entregado a empresas, lo cual es muy lamentable porque precisamente la reforma en Telecomunicaciones en primera instancia estaba muy bonita, ofrecía igualdad y el fomento al libre tránsito de la información, pero se ve que esto es mera letra porque en la práctica quienes están acaparando las frecuencias en los medios de comunicación son empresarios”.

Para el caso de las radios comunitarias e indígenas, esta reforma “fue un golpe muy duro”, pues aunque se les aseguró que habría un porcentaje de frecuencias que se les asignarían, mediante las leyes secundarias “se empezaron a cortar cabezas” con disposiciones muy estrictas e incumplibles para las emisoras de su condición.

“De entrada es imposible la competencia entre una radio comunitaria y una comercial porque no puedes tener los recursos, y ante la Secretaría de Hacienda tienes que estar en el mismo esquema siendo que se manejan cantidades de dinero muy distintas”.

Propuso como ejemplo de las desigualdades que la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión imponen a estos dos casos, la designación del Senado de otorgar sólo el uno por ciento de la propaganda oficial federal a las radios de uso social mientras que el 99 se dirige hacia las radios comerciales.

“Ahí no queda el problema, pues siendo que se aprobó en 2014, todavía las radios comunitarias no han podido bajar ese 1 por ciento. Es decir, es una limosna y aun así no quieren darla”.

Tacoaradio transmite con dificultades a través de la Internet contenidos musicales pero también producciones de interés comunitario.

Saúl Villalpando expuso como diferenciaciones entre los medios comerciales y los de uso social, el que las primeras transmiten “lo que esté de moda y lo que se les dicte desde arriba”, las segundas, tienen la libertad  de un micrófono abierto en el que la gente puede expresar sus intereses. Si esto se intentara en las radios de la iniciativa privada, dijo, “tienes que pagar mucho dinero para que te dejen hablar, eso si te dan chance”.

Acerca del dato ofrecido por Jenaro Villamil de que en 2016 se licitaran 180 estaciones de radio para empresas privadas, el productor de Tacoaradio expresó su “preocupación”, refiriendo nuevamente la solicitud para uso social que le fue negada a esta emisora vinculada al Programa de Estudios e Intervención para el Desarrollo Comunitario Alternativo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (Peida).

Lamentó asimismo que al pueblo se le olvide la importancia de la radio, pues no es sólo para “escuchar musiquita” sino para hacer labor de concientización, difusión de la cultura, transmisión de ideas y conciencia.

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