■ Siendo ahora ingeniero en computación, exporta artículos deportivos a diferentes países
■ A los 18 años fue llamado a participar en la Liga de Chihuahua, una de las más competitivas
Efraín Bañuelos Cabrera, a sus 33 años y siendo ingeniero en computación egresado de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) se ha convertido en un destacado empresario vendiendo artículos para quienes practican el llamado Rey de los Deportes, el beisbol, por medio de su compañía Hit & Run Xtreme Gloves, la cual exporta equipo para beisbolistas a Costa Rica, Canadá, España y Argentina.
Efraín comenzó desde pequeño practicando este deporte, y en la secundaria era uno de los más destacados de su equipo. Comenzó a inculcar en él esta pasión el profesor Arturo Medrano, quien vivía en Estados Unidos, y por ese entonces se encontraba en Jerez.
Cuenta que Medrano venía de entrenar a jóvenes en La Paz, Baja California, y después de ser jubilado en Estados Unidos, llegó a Jerez a entrenar a niños para jugar futbol, aunque luego, en el año 1993 decidió enseñar a los niños a jugar beisbol.
Dice que el entrenador motivó a los infantes para que participaran en la liga amateur de beisbol y se trajo a jugadores que entrenaba en La Paz, formando el equipo Sultanes. Con el tiempo, Efraín Bañuelos jugó en la liga infantil de Fresnillo.
Posteriormente participó en las ligas de Guadalupe y Zacatecas, aunque el entrenador los condicionó a seguir jugando siempre y cuando dieran prioridad a sus estudios y no los abandonaran.
En su juventud, cuando estudiaba la educación secundaria, ingresó a la Escuela de Música de Jerez, pues le gustaba tocar el saxofón, destacando como músico; fue invitado a formar parte de la banda de música de su municipio.
Aunque reconoce que fue complicado combinar el deporte y la música, pues por las tardes realizaba sus entrenamientos y también asistía a sus ensayos, de manera que tuvo que elegir entre una de sus dos pasiones.
Efectivamente, eligió al beisbol, pues le apasionaba jugar más que tocar un instrumento, aunque reconoce que tuvo buenos maestros; su gusto por el deporte le exigía más tiempo y dedicación.
En el año de 2004, Medrano llevó a cinco muchachos a Estados Unidos para que fueran a clubes extranjeros, entre los que estaba Efraín. En esa oportunidad, conoció a Mike Brito, reconocido scout de los Dodgers.
Después regresó a México, y fue llamado a jugar a la liga de la Ferrocarrilera, en la ciudad de Aguascalientes, cuyo nivel era muy competitivo, pues había peloteros de Jalisco, Guanajuato y San Luis Potosí.
Participó dos años y de ahí fue convocado a jugar en la Liga Estatal de Chihuahua, una de las mejores del país, pues en ella están profesionales del deporte tanto dominicanos como venezolanos que participan en las Grandes Ligas. Para ese entonces contaba con tan sólo 18 años.
Lamentablemente dos años después se lesionó. Durante un tiempo se dedicó únicamente al estudio, y recuerda que docente Ricardo Correa fue quien le apoyó para que no abandonará la escuela y siguiera estudiando.
El año 2005, después de recuperarse de la lesión, fue invitado a jugar en la Liga Alteña, la cual se realiza en Los Altos de Jalisco, y menciona que fue dentro de esta liga que Mike Brito descubrió al mexicano Fernando Valenzuela.
En esa liga permaneció por espacio de 4 años, y llegó a ser catcher del equipo de los Lechugueros de Loreto, quienes junto con los Cebolleros de Loreto son de los dos más legendarios de la competencia y de los primeros equipos que se conformaron, siendo su manager Enrique Aguilar. Estas organizaciones, afirma Efraín Bañuelos, son las que sirven como base para impulsar a peloteros destacados a que lleguen a jugar en las Grandes Ligas.
Hasta apenas el año pasado dejó de jugar en Aguascalientes debido a una lesión. Además, inició un proyecto para formar a niños beisbolistas y elegir buenos prospectos para que lleguen a jugar a nivel profesional.
Asimismo, hace 5 años comenzó el proyecto de Hit & Run, el cual consiste en fabricar artículos de beisbol como guantes y manoplas, bates de madera, uniformes y maletas, y el cual ha sido exitoso y ha puesto a Zacatecas en el comercio mundial.
Entre sus clientes de manoplas se encuentran el destacado beisbolista cubano Yoeni Céspedes y el dominicano Alfonso Soriano, que juegan en las Grandes Ligas con los Yankees de Nueva York, y con quien tiene la intención de llevar su equipo a una escuela de beisbol para niños en República Dominicana. Soriano fue quien mandó un mensaje por Facebook solicitando información sobre las manoplas.
Además Hit & Run es preferido por la selección argentina de beisbol y utilizan bates, manoplas y maletas hechas por los zacatecanos. También un seleccionado de España y próximamente jugadores de los Orioles.
Reconoce que hace mucha falta apoyo para el beisbolista mexicano, y esto ocurre igual en el beisbol local; considera que no existe una buena organización entre los responsables del deporte.
A pesar de que existe talento en México y buenos beisbolistas, no hay apoyo para ligas y tampoco se permite que el jugador pueda destacar, pues los clubes en el país no les permiten jugar en el extranjero cuando están fichados en México.
“Los beisbolistas debemos salir y hacer algo por nuestros propios medios, pues aunque hay gente a la que le interesa este deporte, no hay organización. Es por eso que tenemos proyectos para realzar al deporte”, asegura.
El proyecto, explica, consiste en que se haga una liga central entre Zacatecas y Aguascalientes, pero que también se incluyan estados como Durango y San Luis Potosí; la competencia, agrega, debe ser permanente.
“Para mí el beisbol me ha dado todo. Nunca pensé que hubiera vivido de este deporte; me dio el sustento para poder estudiar, porque desde que empecé a jugar se me pagaba, me dio educación y ahora me da el sustento para vivir y mantener a mi familia. De alguna forma vivo de lo que me gusta. Y algo que recuerdo fue haber visto tirar a Antonio El Cañón Osuna, y conocer a Mike Brito”, dice Efraín.
