“Esperemos que en 2022 las autoridades puedan replantearse de una manera profunda y de manera más sistemática la necesidad de asumirlo (la búsqueda de personas en vida) como una política de Estado y una política para elaborar un plan estratégico de búsqueda y de investigación de las personas desaparecidas en Zacatecas”, dijo Ricardo Bermeo Padilla, integrante del colectivo Zacatecanas y Zacatecanos por la Paz y defensor de derechos humanos.
Lo anterior tras un año que «estuvo terrible», y en el que el número de personas desaparecidas y no localizadas ascendió a 814 (de los cuales son 207 personas desaparecidas y 607 personas no localizadas).
De acuerdo con el activista, durante el 2021 hubo un crecimiento de cerca del 50 por ciento con relación al año 2020, situación que calificó como «muy grave», sobre todo cuando las búsquedas en vida son mínimas en contraste con las búsquedas forenses.
Bermeo exhorta entonces, a que se «coordinen bien todas las instituciones que participan en las acciones de investigación, en la búsqueda», y que ésta se haga «de una manera mucho más orgánica».
De la mano, expuso, se debe cambiar el modo de trabajo a nivel de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ), sobre todo en cuanto al plan penal y de persecución penal «que implica reorganizar el funcionamiento de la Fiscalía en función de otro tipo de criterios», principalmente que no se aborde de caso por caso, «sino que se hagan análisis de contexto para ver los patrones recurrentes de los diferentes delitos y, en particular, del delito de desaparición forzada», expuso.
En términos de búsqueda, expuso que debe replantearse el trabajo de la Comisión de Búsqueda de una manera más estratégica, que dé mayor importancia a la búsqueda en vida; «por eso, entre los hechos considerados prioritarios es el plan estratégico de investigación, la búsqueda por unir la verdad integrado con esos criterios, y también poner en el primer plano la coordinación entre las autoridades responsables, específicamente los que están integrados en el mecanismo estatal de búsqueda, que no ha trabajado de una manera eficaz hasta la fecha», lamentó.
Otra expectativa, o al menos esperanza, es un mayor presupuesto que «por lo menos sea suficiente para desarrollar diferentes actividades, tanto a nivel forense como a nivel de búsqueda y a nivel de identificación forense y a nivel de investigación».
Si bien la tendencia en los últimos años ha mostrado que un alza en la problemática y el número de personas, es difícil prever si se agudizará la situación, pues es «muy difícil anticipar resultados», y «habrá que esperar el próximo año», no sin poner un énfasis «en la necesidad de las políticas públicas» expuestas desde el inicio.
