La historia de cercanía a la hermosa ciudad de Zacatecas comenzó en el 2008 en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Puerto Rico. Para aquel entonces esta servidora trabajaba en una propuesta de colaboración internacional que permitiera el desarrollo de los museos y archivos del recinto médico de la misma Universidad.
La primera persona que consulté para poder cumplir con el objetivo vinculado a los museos fue a la Prof. Elsa Malvido, historiadora mexicana en temas de salud a quien yo había conocido en 1997 en el Archivo de Indias en Sevilla. Le solicité que me recomendara otro historiador que trabajara temas de salud y que se hubiese dedicado a estudiar temas de farmacia. Sin titubear, me indicó que el profesor Uziel Gutiérrez de la Isla podía suplir toda la colaboración que yo necesitaba, pues tenía un hermoso proyecto de museo dedicado a la farmacia en Zacatecas.
A partir de entonces inicié comunicaciones con mi colega zacatecano en dos de mis áreas de desempeño: la farmacia y la historia. Una vez aprobada la mencionada propuesta, pude invitar a Uziel a Puerto Rico en marzo de 2009, junto a la profesora Malvido, así también fue posible mi visita a México a finales del 2008 para participar del 41 Congreso Internacional de Historia de la Medicina.
Fue en el entonces DF, finalmente, que pude conectar personalmente con Uziel y su encantadora hermana Eunice en el Hotel Azores. Desde ese momento quedamos conectados hasta el día de su partida a mejores moradas. Mi recuerdo más recurrente fue la gran simpatía, vitalidad y alegría que exhibía Uziel, así como su orgullo gigante por su ciudad y su pasión por su proyecto Universo Galénico-Cultura en Movimiento, que entre sus componentes más importantes están la Farmacia Galénica y el Museo de las Ciencias de la Salud, que posteriormente él mismo me mostraría.
Mi viaje a Zacatecas fue muy agradable, pues no solo estuve acompañada por él, sino también por el distinguido historiador de la medicina cubano, el Dr. Gregorio Delgado. Zacatecas fue una de esas ciudades donde me hubiese querido quedar. No me sorprendió cuando justo este año se le reconociera por el Bureau Internacional de Capitales Culturales como el centro cultural más importante del continente americano. No sé si Uziel tuvo algo que ver con esa distinción, pues él fue un gran promotor de todo lo mágico, patrimonial y musical que propone Zacatecas a sus visitantes, espacialmente en el campo de la salud.
En marzo del 2009 llegó a San Juan mi nuevo amigo y colega Uziel para participar en el Primer Ciclo de Actividades sobre Iniciativas de Investigación Histórica y Desarrollo de Museos y Archivos en las Ciencias de la Salud en la Universidad de Puerto Rico, conjuntamente con la primera reunión técnica de la Red Latinoamericana de Historiadores en las Ciencias de la Salud. Aparte, ofreció las siguientes conferencias: “El rescate de la botica tradicional basado en plantas medicinales”, en el Colegio de Farmacéuticos de Puerto Rico y “Plantas medicinales para el uso en la odontología e Historia de la Odontología”, en la Facultad de Odontología de la Universidad de Puerto Rico. Asimismo, ofreció el taller La participación de la herbolaria en el desarrollo de la industria farmacéutica del presente y el futuro.
En lo sucesivo, Uziel se convirtió en un referente en el tema de los museos de salud. Quedó como asignatura pendiente que se presentara su innovador proyecto salubrista en algún Congreso Internacional de Farmacia.
Una vez más pude coincidir con Uziel en el XI Congreso Salud Enfermedad de la Pre Historia al Siglo XXI, en el INAH, México, en el 2010 para presentar los resultados de nuestro primer trabajo colaborativo ‘multipaís’ en el tema de los museos de farmacia. Este nos vinculó a varios museos en Latinoamérica y ha servido de referencia para el desarrollo que llevamos actualmente del Museo de la Farmacia Puertorriqueña de San Juan.
La última conversación que tuve con Uziel fue en el 2019 cuando estuve de viaje de placer en el DF, pero no pudimos coincidir personalmente. Le hubiese gustado saber que estábamos organizando la Sociedad Puertorriqueña de la Historia de la Farmacia con el fin de reabrir el Museo de la Farmacia Puertorriqueña. Yo sé que desde el cielo él celebra estas iniciativas, pues nos infundió la fuerza y confianza para hacerlo.
El Prof. Uziel Gutiérrez de la Isla sigue y seguirá viviendo en nuestros corazones y en su legado inmenso de la Farmacia Galénica y el Museo de las Ciencias de la Salud.
Hasta la eternidad, amigo y colega querido.
*Directora ejecutiva del Centro Latino de Bioética y
Humanidades, y catedrática jubilada de la Universidad
de Puerto Rico, Escuela de Farmacia.
