Autora: Paloma Nolasco González
Residencia: Villa Jiménez, Michoacán, México
Ella se ahogó en su veneno;
pobre señora, ya no respiró.
Del cielo raudo cayó un trueno
y la Muerte se la llevó como costal.
Vuele con Dios, suegra querida;
córtele a los ángeles sus alas,
porque no creo que el cachudo
la admita en su infierno personal.
No se preocupe, señora, ya váyase,
yo me quedo con su hija y mi humor,
porque de burlas nacen las sonrisas
y de las risas las dudas de dónde estará.
Y ya no vuelva ni en Día de Muertos,
porque asustará a los otros y a los demás,
a esos extraviados y lumínicos espectros
que están buscando cómo regresar.