■ Es administración de “vidrios ahumados” que no conoce al país, dijo
“Los tres años de gobierno de Enrique Peña Nieto son profundamente negativos en casi todos los aspectos”, sintetizó Juan Castaingts Teillery, profesor-investigador en el Departamento de Economía y del Doctorado en Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Iztapalapa.
La evaluación del destacado miembro de la Academia Mexicana de Economía Política (AMEP) que luego amplió en argumentos, fue intercalada a los temas como Reforma energética, política fiscal, monetaria o agraria y soberanía, con los calificativos: terrible, muy mala o criminal, y llegado el análisis del gabinete del Presidente, tanto el anterior como el renovado: mediocre.
Reforma Energética
Castaingts Teillery expuso como lo más grave de las acciones de gobierno de Peña Nieto, su política petrolera. “Vender el petróleo cuando el precio es el más bajo del mundo es un error garrafal”.
Si bien dijo, no es culpa del mandatario la caída de los precios internacionales del petróleo, las consecuencias sí lo son, pues ya las perspectivas anteriores a la Reforma energética avisaban problemas que implicaban su probable descenso, “y se debieron haber previsto”.
Advirtió, que luego que las compañías trasnacionales accedieron a los yacimientos, va a ser muy difícil salir de estos acuerdos debido a tratados y cortes internacionales que dejan fuera a la justicia mexicana en caso de una decisión de renacionalizarlos.
“Entonces, la pérdida parece ser definitiva, lo cual es gravísimo. El control del petróleo y de la energía, son vitales. El Estado –mexicano-ha perdido su palanca fundamental de política económica”.
A Pemex se le dejó fuera de zonas de extracción donde ya la paraestatal había hecho estudios que ubicaban yacimientos en aguas someras, mismos que luego pasaron “casi gratuitamente a trasnacionales ¡Es increíble!”, dijo.
La empresa ya había sido abandonada. En la refinería de Tula, Hidalgo; que calificó de indispensable para México, “sólo se logró la maravilla” de cercar el terreno donde habría de ubicarse.
De igual forma el Instituto Mexicano del Petróleo que representa la ingeniería nacional en materia energética de hidrocarburos, “se dejó morir, destruirse”.
Castaingts Teillery recordó asimismo que los ingresos petroleros se utilizaron durante mucho tiempo para sustentar los gastos gubernamentales a fin de mantener una política fiscal de baja recaudación que favoreciera a las grandes compañías, a las que aunque legalmente se les asignaban tarifas impositivas altas, también se les protegía con mecanismos de elución y evasión fiscal. “Suficientes agujeros, muchos de ellos hechos a propósito”.
De esta manera se dejó a un Pemex debilitado, con deudas y mil problemas, competir con empresas trasnacionales “y ahora se está vendiendo el petróleo en un momento muy malo”.
Reforma Hacendaria
Para seguir adelante con los problemas fiscales, agregó, “hicieron una reforma hacendaria muy mala pero con una justificación y palabrería correcta”.
Ejemplificó, Peña Nieto y sus pactantes propusieron aumentar el nivel de impuestos a las grandes empresas, pero les dejaron otra vez, “miles de agujeros para la elución fiscal”.
Dijeron mantendrían el rango de pago impositivo para los empresarios de pequeños y medianos ingresos, pero les aumentaron los costos de contabilidad y administración imponiéndoles “un sistema de control fiscal espantoso”. Que contrario a lo ocurrido con los grandes empresarios, no les dejó ninguna vía de elución fiscal.
El resultado de esta política hacendaria ya puede observarse en Zacatecas y Aguascalientes, expuso, donde se expresa con una industria mediana y pequeña en crisis, “una de las causas de no crecimiento de México”.
Juan Castaingts dijo en crítica a la política fiscal Peñaniestista una frase de sentido común: “el dinero se saca de donde hay no de donde no hay”.
Trajo al análisis también el tema de la economía mexicana de punta, en los sectores automotriz, electrónico y aeronáutico, “que funciona muy bien y apoya mucho el Gobierno”, dijo.
El único problema, agregó, es que las conexiones que surgen de la misma no se vinculan al país sino al extranjero, de tal manera que no genera en México un efecto multiplicador.
Política monetaria
“Pero entonces pasamos de un error a otro”, comentó sobre la política monetaria. Mantener por mucho tiempo el peso sobrevaluado fue “un error gigantesco” porque aumentó la deuda externa y facilita la importación de productos del exterior.
Esto afecta la industria mexicana que produce para el mercado interno, que también sustenta la mayoría de los empleos del país.
Agregó, la actual devaluación del peso frente al dólar tiene sus efectos positivos, “hay que reconocerlo”, pero debe aparejarse a una política de reindustrialización, de apoyo a la pequeña, mediana y aún gran industria que produce para el mercado interno “y nada de eso se está haciendo”.
Política agraria y soberanía alimentaria
El abandono del campo no fue calificado por el doctor en Antropología Económica por la Escuela Práctica de Altos Estudios de la Universidad de París, como muy grave, de error garrafal o “muy malo”, sino criminal.
Otra vez refirió, el gobierno trabaja con la industria agroalimentaria, la de exportación, pero no así con los pequeños agricultores, a los que “se dejó a su suerte”.
“No tenemos soberanía alimentaria, la hemos perdido totalmente y estamos en un momento de crisis donde importamos alimentos en forma gigantesca”, agravada aún más con el incremento del valor del dólar frente al peso.
Otra vez: “no se dan cuenta”
En medio de la enumeración de los que definió como errores en materia económica del presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete, observó: “y de eso no se dan cuenta”.
La clase política conforma un “gobierno de vidrios ahumados”, expuso la frase como “buena” para describirla.
“Salen de su casa elegante, bien, bonita…y llegan a su oficina elegante, bien, bonita”, pueden viajar de vacaciones de una zona rica de alto nivel a otra igual, ya sea en el país o el extranjero, “¿y qué vieron en el camino? El mexicano que conocen es el elevadorista que los sube o los baja o el chofer que los lleva y con el cual nunca hablan”.
La clase política actual sólo se iguala a la del gobierno de Santa Anna, desde entonces dijo, “no teníamos una tan mediocre”.
El gabinete de Enrique Peña Nieto, apenas renovado la semana anterior, “no trae nada, hay que ver los perfiles, no hay ninguna relación. Son los cuates de Presidente. Como dicen los analistas, es el capitalismo de amiguetes”.
Y Manlio Fabio Beltrones, “va a dirigir muy bien al PRI”, es hombre de una inteligencia específica, astuta, que sirve para mover piezas y elucubrar conspiraciones, pero “¿Dónde están sus ideas para comprender y arreglar al país”.
En respuesta a si hay alguien dentro del gabinete presidencial que tenga esas ideas para arreglar a México, Juan Castaingts contestó: “Ellos son neoliberales, tienen la política de que el mercado arregla todo, por eso la mejor política industrial es no hacer nada”, y agregó, “y el mercado son los intereses de los poderosos”.
Finalmente dijo que este país no puede funcionar porque para hacerlo necesitaría dos cosas fundamentales según las teorías del desarrollo que él ha estudiado la mayor parte de su vida: Educación y justicia, ésta última tanto social como de estado de Derecho.
“Es mi opinión, perdón que sea pesimista, pero si alguien tiene elementos para ser optimista pásenmelos”.
