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sábado, 20 abril, 2024
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Minería a cielo abierto, un modelo depredador: Burnes

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Por: Admin •

— El extractivismo ha propiciado la desnacionalización de los recursos naturales, asevera

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— Empresas consideran el medio ambiente como una variable más y no como activo social, señala

— En la realidad la gran minería crea sólo un empleo por cada millón de dólares: académico

— Noria de Angeles, reflejo del impacto ambiental, social, político, cultural y de salud, señala

En el ámbito del Día Mundial en contra de la Megaminería a cielo abierto, el catedrático de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Arturo Burnes Ortiz, consideró importante conmemorar por lo menos en términos críticos el tema que es álgido, sensible y estratégico para el desarrollo de un país como México.

Como especialista en investigaciones de minería, detalló que el actual modelo de explotación minera conocido como extractivista ha propiciado a lo largo de los años, además del económico, grandes efectos ambientales, sociales, políticos, culturales y de salud, y el municipio de Noria de Angeles hoy es el reflejo de ello. Mientras que las transnacionales dan sólo un empleo por cada millón de dólares de inversión.

Si bien el autor de libros como La minería en la historia económica de Zacatecas, dijo que no se está en desacuerdo con la creación de empleos y las inversiones, lo cuestionable de las empresas minerías como Frisco-Tayahua, Goldcorp, por mencionar algunas, es la explotación de minerales que hacen en un sentido depredador, tomando en cuenta el modelo de desarrollo del medio ambiente como una variable más y no como un activo social fundamental, que va más allá de las estructuras de propiedad.

En entrevista explicó que el modelo extractivista ha propiciado la desnacionalización de los recursos naturales, con repercusiones sociales a los posesionarios originarios de la tierra donde están los grandes yacimientos, las afectaciones ambientales por la actitud prepotente y agresiva de las mineras con la tierra y las propias comunidades.

También están las repercusiones legales, por recientes resoluciones favorables a comunidades que después tienen visos para favorecer al gran capital, aprovechándose de la naturaleza sesgada de la Ley Minera. Sin contar la actitud pasiva y no proactiva del legislador y del Ejecutivo a favor de las mayorías.

Burnes consideró que una salida sería la reorientación del modelo de desarrollo, para que la renta minera juegue un papel importante, como un excedente esencialmente invertible para la sociedad.

Problema de la megaminería en la entidad
La megaminería en Zacatecas apareció en Noria de Angeles en 1982, cuando la minera Frisco y la Denver Corporation tomaron en concesión la mina de plata Real de Angeles, la más grande del mundo a cielo abierto. Caso que se convirtió en el más álgido y sensible, por los efectos negativos que dejó al territorio su explotación, refirió el académico.

Explicó por tanto que la esencia del modelo apareció en los 80 y 90 del siglo pasado, cuando se tuvieron las condiciones para convertir en un sector muy especializado con una gran densidad de capital extranjero en la exploración y explotación. De ahí que, explicó, siete de cada 10 proyectos de exploración en el país son foráneos.

El modelo extractivista por tanto, se diferencia del de patio o método de azogue, porque es una actividad de capital intensivo y no trabajo intensivo, dando paso a un mito del discurso oficial desarrollista, pues en la realidad la gran minería crea tan sólo un empleo por cada millón de dólares de inversión, cuando en otros sectores es por cada millón de pesos.

De modo que no se da el pujante empleo que se dice. Otra diferencia consiste en el impacto desarrollado en el mercado interno, con el de traspatio sí había cierto impacto, mientras que el extractivista destina casi la totalidad de la producción a los mercados mundiales.

Ejemplificó que en el caso Salaverna sólo 0.04 por ciento del valor total generado se queda en la comunidad. Evidencia de que en Zacatecas y el país el ciclo económico de la minería se convierte en una industria muy floreciente a partir de los 80 y después de la firma del Tratado de Libre Comercio.

Arturo Burnes explicó que 85 por ciento del territorio zacatecano es mineralógico y sólo 20 por ciento se explota, de ahí que se ha convertido en una reserva importante de estrategias mineras para el capitalismo mundial y nacional.

En México el valor de la industria minera superó en 2012 los 22 mil millones de dólares y en los próximos seis años se espera que sea de más de 35 mil millones de dólares. Este país posee el primer lugar en América Latina y el cuarto en el mundo en cuanto a mejor destino para la inversión minera, todo concentrado en Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí.

Al estar concesionado sólo 23 por ciento del territorio nacional, queda casi 80 por ciento de las reservas mineras con gran potencial, agregó.

Ante ese escenario, para el académico es importante que se conmemore por lo menos en términos críticos el Día Mundial en contra de la Megaminería.
Estragos de la megaminería

El núcleo central del significado de la megaminería son los efectos y repercusiones que deja a la comunidad; es decir, el cual no lleva al desarrollo regional, al tratarse de una actividad de neoenclave que permitir la transferencia de minerales a países desarrollados.

Reproduciendo rasgos de una acumulación que se pensaba superaba pero sigue vigente disfrazada en el comercio internacional globalizado.

Refirió cómo la inversión de Peñasquito en Mazapil rebasa el presupuesto total anual de Zacatecas, pero es una economía regional netamente extractivista, sin desencadenamientos productivos.

No hay un proceso de desarrollo endógeno para la entidad, de lo contrario ya habría un mercado interno vigoroso para todos los sectores de la región.

Otro asunto, dijo, es que los costos energéticos, el agua, destrucción del hábitat y la generación de contaminantes se producen en Zacatecas, en tanto que las fases de mayor valorización del proceso productivo minero se realizan mayoritariamente en el extranjero; es decir, dejan los costos negativos a la población, dando por tanto la privatización total de las ganancias.

Además se dan desposesiones de comunidades, como el caso de Salaverna, lo cual no sólo implica una deuda ecológica, sino la división al interior de los propios ejidatarios y por parte de la opinión pública se ha llegado a la criminalización de los movimientos que luchan por la defensa de su tierra y una mayor justicia en la distribución de los excedentes mineros.

“Lo mínimo que uno puede pedir es que haya mayor justicia en la distribución de lo que produce la minería”, sostuvo. Puesto que cuando la empresa abandona el sitio, deja a la comunidad y municipio la tarea de la limpieza y múltiples repercusiones de salud y ambientales.

Recordó como en Noria de Angeles después se encontraron altos niveles de plomo en la sangre de los habitantes, especialmente en los niños.

Modelo Idóneo de
Explotación Minera

El economista y especialista en temas mineros, dijo que nadie está en contra de la generación de empleos, lo cuestionable es la manera en que se está desarrollando la minería, ante ese escenario consideró que el modelo idóneo de la explotación minera se sustenta en varias vertientes.

Una de ellas es el rescatar desarrollos muy nuevos de la llamada economía ambiental, para hablar de los principios de la economía ecológica, que trata de incluir los principios de las ciencias económico ambientales y sociales.

Otro más es aprovechar las nuevas metodologías y las técnicas de la interdisciplina que aporten nuevas formas para conocer, aprender medir y mejorar la realidad en el ámbito territorial, ambiental y social, lo que implica tener un punto de vista al modelo de desarrollo depredador.

Es decir, no tomar un horizonte de corto plazo sino pensar en la perspectiva de un desarrollo regional integral de largo plazo para prever efectos positivos y negativos.

Arturo Burnes consideró que también se requiere mejorar la asignación actual de los recursos económicos y humanos para el aprovechamiento del recurso natural mineral.
“En Zacatecas el recurso minero está muy sesgado a favor de un estilo de desarrollo depredador hacia el medio ambiente”, puntualizó.

Por tanto en las políticas públicas sería necesario introducir criterios más racionales de prioridad y asignación de recursos para aprovechar mejor los minerales, incluso el hacer que éstos se transformen aquí en Zacatecas en productos finales.

Cuestionó que la entidad ya va para cinco siglos y todavía no tiene una unidad minera siderúrgica que afine y refine el producto final minero.

El académico consideró que más que todo, es urgente una revisión crítica y profunda del actual modelo de aprovechamiento del recurso natural que prevalece en el país, ya sea del energético o minero, es depredador y desperdiciador de recurso, lo que atenta contra las posibilidades de un desarrollo regional integral y de mejores niveles de vida de los pobladores dueños de latierra.

Por tanto la urgencia de que entre el Estado a disciplinar a la megaminería, sin embargo, hasta ahora no ha tenido una actitud proactiva, sino pasiva que se redobla a legitimar las fuerzas del mercado minero y no son el reflejo del respeto a la Constitución a favor de los sectores mayoritarios de la población, finalizó.

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