En tanto, el Ministerio de Asuntos Femeninos en Kabul fue convertido por el nuevo gobierno afgano en el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, y destituyó a sus anteriores funcionarios, muchos de los cuales eran mujeres. Aunque el Talibán insiste en que gobernará con más moderación que en su primera etapa (1996-2001), no autorizaron a la mayoría de las mujeres a retomar el trabajo e introdujeron reglas para su vestimenta en la universidad.
El líder de la resistencia, el ex vicepresidente Amrullah Saleh, sostuvo que la lucha contra el Talibán no se ha detenido en Panshir, al norte de esta capital, y que la zona sigue bajo el control de elementos del ejército del derrocado gobierno afgano.
En Washington, funcionarios de Estados Unidos confirmaron el retiro de sus últimos soldados, que enfrentaban un plazo autoimpuesto que vencía el martes.
Lo que ocurrió el jueves ha arrojado el mayor número de muertes estadunidenses en un día durante la guerra más larga de su país, desde que 30 efectivos fueron abatidos en el derribo de un helicóptero, en 2011.
El Pentágono también indicó que hay 5 mil 400 personas dentro del aeropuerto de Kabul esperando ser evacuadas de Afganistán, un día después de un mortal atentado contra la operación dirigida por Estados Unidos por parte del grupo yihadista Estado Islámico.
El presidente de EU informó que los terroristas que perpetraron el ataque son milicianos de ISIS, quienes fueron liberados por el Talibán cuando tomaban control del país.