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Sydney. Más de un millón de personas recibieron con un gran espectáculo de fuegos artificiales el Año Nuevo en Sydney, Australia, donde ya entraron oficialmente en 2016.
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Miles de fuegos artificiales iluminaron el cielo de ciudad australiana y el famoso Puente de la Bahía de Sydney se transformó en una cascada de luces multicolor.
El espectáculo, de 20 minutos de duración, cuesta unos 4.7 millones de euros (5.11 millones de dólares). Algunos espectadores estaban acampados desde el martes en la bahía para lograr contemplar el espectáculo pirotécnico desde un buen lugar.
El evento estuvo acompañado por fuertes medidas de seguridad, como es habitual, aunque según la policía no hubo advertencias especiales por amenazas de terrorismo.
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