En 2023, México registró un total de 23 mil 541 defunciones fetales, una cifra que se traduce en una tasa nacional de 67.5 por cada 100 mil mujeres en edad fértil, según las últimas estadísticas publicadas el 29 de agosto de 2024 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En este contexto, Zacatecas se destaca como una de las entidades con la tasa más baja de mortalidad fetal en el país. Con 41.6 defunciones fetales por cada 100 mil mujeres en edad fértil, el estado ocupa el segundo lugar a nivel nacional en términos de menor incidencia, superado únicamente por Oaxaca (30.4). Por otro lado, San Luis Potosí, Durango y el Estado de México presentan las tasas más elevadas, registrando 92.8, 91.1 y 89.0 defunciones fetales, respectivamente.
Por otro lado, el análisis de las causas de muerte fetal revela que el 45.9 por ciento de los casos se deben a complicaciones durante el embarazo y el trabajo de parto. Estas complicaciones incluyen afectaciones al feto por factores maternos, como trastornos hipertensivos, diabetes gestacional, infecciones y otras condiciones que complican el embarazo. Además, un 25.7 por ciento de las defunciones se atribuyen a trastornos originados en el período perinatal, como problemas respiratorios y cardiovasculares específicos del recién nacido, así como trastornos relacionados con la duración de la gestación y el crecimiento fetal. Las malformaciones congénitas y anomalías cromosómicas representan un 5.4 por ciento de las muertes fetales, mientras que otras causas específicas del período perinatal contribuyen con un 3.4 por ciento.
Las defunciones fetales ocurrieron principalmente antes del parto, representando el 81.7% de los casos registrados. Durante el parto, un 17.2% de los fetos fallece, mientras que en un 1.1% de los casos no se especifica el momento exacto de la defunción. Además, el grupo de edad más afectado fue el de mujeres entre 20 y 24 años, que representó el 24.1% de los casos, seguido por el grupo de 25 a 29 años con un 23.4%, y el grupo de 30 a 34 años con un 19.3%. Estos tres grupos de edad concentraron el 66.8% del total de muertes fetales. En términos de situación conyugal, la mayoría de las mujeres vivían en unión libre (53.2%), seguido por aquellas que estaban casadas (24.7%). Las mujeres solteras representaron el 16.0% de los casos, y las viudas sólo el 0.1 por ciento. En cuanto a la escolaridad, predominó el nivel de secundaria (completa e incompleta), con el 34.2% de los casos, seguido por la preparatoria (completa e incompleta) con el 30.6 por ciento.
En relación con la edad gestacional, las muertes fetales intermedias (entre 20 y 27 semanas de gestación) representaron el mayor número de casos, con el 36.4%, seguidas por las muertes fetales tardías (28 semanas o más) con el 35.4%, y las precoces (entre 12 y 19 semanas) con el 27.8 por ciento. En términos de peso, el mayor porcentaje de muertes fetales ocurrió en fetos que pesaban 1,000 gramos o menos, con un 62.5 por ciento.
En 2023, el 81.4% de las mujeres que experimentaron una muerte fetal recibieron algún tipo de atención prenatal, mientras que el 15.3% no la recibió, y el 3.3% no especificó si la recibió. De las mujeres que recibieron atención prenatal, el 64.6% tuvo entre 1 y 5 consultas, el 30.2% entre 6 y 10 consultas, y sólo el 3.8% tuvo más de 10 consultas. Este dato es particularmente relevante considerando que las recomendaciones internacionales sugieren un mínimo de ocho consultas prenatales para un manejo adecuado del embarazo.
