Zacatecas se encuentra en el puesto 11 de estados con mayor número de niñas y mujeres desaparecidas, según el Informe Nacional de Personas Desaparecidas 2024.
Cada 30 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, en donde se recuerda la memoria, resistencia y exigencia de justicia de las víctimas y familiares de personas desaparecidas, quienes continúan con su lucha por encontrarlos.
Las desapariciones son uno de los mayores problemas de derechos humanos en el país y es una crisis que se exacerba presuntamente por la gran estigmatización y culpabilización que reciben las víctimas de este delito.
Los familiares de personas desaparecidas, en especial las madres, hermanas, hijas, abuelas, sobrinas y tías, son quienes asumen la búsqueda de las víctimas de este delito, poniendo en riesgo sus vidas, ante la incapacidad del Estado para hacer efectivo el derecho humano a ser buscado de sus ciudadanos, señala el informe “Buscar sin Miedo” de Amnistía Internacional.
Hasta el 8 de agosto de 2024, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), reporta 116 mil 386 personas desaparecidas desde 1950, con un aumento significativo desde 2006, cuando se militarizó la seguridad pública bajo el gobierno de Felipe Calderón, refiere un reportaje de Olatz Cacho.
“La desaparición de personas en México es generalizada y sistemática. Después de un año de llegar a 100 mil casos de personas desaparecidas la cifra aumentó en un 7.3 por ciento en el 2023 y siguió aumentando en el 2024 en un 6.3 por ciento”, indica el Informe Nacional de Personas Desaparecidas 2024.
Este informe concluye que la desaparición de personas es un fenómeno que persiste en todos los estados del país, y señala al 2023 como el año en que se reportó el mayor número de personas desaparecidas, con un total de 10 mil 315 casos.
Red Lupa, organismo a cargo de este informe, indica que, en los últimos 24 años, las cifras de desapariciones solo han tenido descensos en cinco años: 2003, 2012, 2018, 2020 y 2022. La tendencia actual marca que al final de este año, la cifra de personas desaparecidas será igual o mayor que en 2023.
Ante esto, el activismo de las madres buscadoras, los colectivos de familiares y los defensores de derechos humanos es crucial para revelar magnitud del problema, denunciar la impunidad, dignificar la memoria de las personas desaparecidas, generar conciencia sobre la inacción estatal y recordarle a la sociedad entera que no es normal desaparecer.