La Feria del Libro Zacatecas (Fenaliz) 2024 ha demostrado que, aunque el formato digital sigue ganando terreno, el libro físico aún conserva un valor incalculable en el corazón de los lectores.
Los asistentes a la feria han expresado su preferencia por el formato físico, destacando el valor de la interacción directa con el libro y el impacto positivo en la comprensión y disfrute de la lectura.
Mientras que los libros digitales y los audiolibros ofrecen conveniencia y precios más bajos, los libros físicos mantienen su relevancia gracias a su durabilidad, facilidad de consulta y la experiencia sensorial que proporcionan.
En la era digital, la eterna dicotomía entre libros físicos y digitales ha sido objeto de debate durante años.
Los libros digitales han traído consigo innovaciones significativas, ofreciendo la comodidad de llevar una biblioteca entera en un dispositivo portátil. Sin embargo, este formato también presenta desafíos notables. La incompatibilidad entre diferentes formatos, como PDF, ePub y AZW de Kindle, puede ser un inconveniente.
La longevidad de los formatos digitales también está en entredicho. Si una plataforma cierra, los libros comprados en esa plataforma pueden volverse inaccesibles. A parte de que puede afectar la salud visual de los lectores.
A pesar de la creciente popularidad de los formatos digitales, el libro físico sigue siendo una opción muy valorada. Su durabilidad es inigualable, con el cuidado adecuado. Los libros físicos también ofrecen una experiencia de lectura tangible que muchos consideran insustituible. Pasar las páginas, subrayar textos y hacer anotaciones a mano son prácticas que facilitan una interacción más profunda con el contenido.
La Feria del Libro Zacatecas 2024 ha reflejado estas diferencias de forma palpable a través de los precios. En el evento, los precios de los libros físicos varían considerablemente. Por ejemplo, «Para mí flor», de Zela Brambille, se ofrece a $150; «El diario de Ana Frank» (edición pirata) cuesta $80, «El retrato de Dorian Gray» se vende a $331 y «La revolución rusa», de Rosa Luxemburgo, está disponible por $187. La edición anotada bilingüe de «Peter Pan» alcanza los $1,258, mientras que “Los miserables» (edición pirata) cuesta $160. «Cien años de soledad» se vende a $479, «El amor en tiempos de cólera» a $298 y «Los hornos de Hitler» a $248, por mencionar algunos. Incluso para algunos libros (dependiendo el editorial) los precios se localizan entre $50 y $80.
Por otro lado, los libros digitales presentan precios significativamente más bajos. En Amazon, «Para mí flor», de Zela Brambille, se encuentra a $148.31; «El diario de Ana Frank» cuesta $54 y «El retrato de Dorian Gray” está disponible por tan sólo $18. La edición anotada bilingüe de «Peter Pan” es gratuita y “Los miserables» se ofrece a $89. Aunque los precios para «Cien años de soledad» y «El amor en tiempos de cólera» no están especificados, es común que las versiones digitales tengan precios inferiores a sus contrapartes físicas. Aparte, cabe la pena considerar, que es relativamente sencillo obtener el formato PDF de la mayoría de los libros, incluso de manera gratuita, en otras plataformas.
Además de los libros físicos y digitales, los audiolibros han ganado popularidad en los últimos años. Estos ofrecen una opción cómoda para quienes desean disfrutar de la lectura mientras realizan otras actividades, como conducir o hacer ejercicio. Los audiolibros permiten escuchar libros en momentos en los que la lectura tradicional no es posible, como durante el tránsito o en la rutina diaria.
Su costo puede variar dependiendo de la plataforma y el libro, aunque tienden a ser mucho más económicos que el formato físico. Aunque parte de las desventajas, es que requieren un dispositivo electrónico y batería para escucharlos, lo que puede ser una limitación en situaciones donde no se tenga acceso a la tecnología necesaria. Además, algunas personas encuentran que retienen mejor la información cuando leen el texto en lugar de escucharlo.
A pesar de las ventajas económicas del formato digital y la conveniencia de los audiolibros, la experiencia de lectura física y la sensación de propiedad de un libro tangible siguen siendo factores decisivos para muchos.