■ Hay prejuicios, tabús y creencias de ciertos sectores, opina el escritor Heraclio Castillo
■ “En lo familiar se vive una especie de duelo por la pérdida de expectativas, también existe discriminación en el rubro de salud, e incluso en la educación básica”
La discriminación que viven las personas que pertenecen a la comunidad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales se padece en ámbitos como lo familiar, lo laboral, lo social por prejuicios, tabús y creencias de ciertos sectores, considera el escritor zacatecano, Heraclio Castillo.
En lo familiar se vive una especie de duelo por la pérdida de expectativas, también existe discriminación en el rubro de salud, e incluso en la educación básica, en la educación sexual no se toca el tema de la diversidad.
Quienes pertenecen a esta comunidad deben vivir bajo la presión no sólo de cómo identificarse, sino de cómo son percibidos por otras personas.
En su experiencia, por su imagen y mostrar de manera abierta su identidad, de alguna manera siente que ha sido discriminado en el aspecto laboral, lo cual ha sido reflejado, ubicándolo en áreas donde no sea visible. Es decir, donde no tenga contacto con personas ajenas a la empresa a la que trabaja. Aunque no le afecta, pues se ha esmerado en trabajar siempre de manera profesional.
“Yo he vivido discriminaciones de diferentes tipos, en los últimos años, por mi imagen andrógino, no ordinario, por eso llego a confundir a hombres y piensan que soy mujer, y me toca vivir acoso sexual por quienes piensa eso”, afirma.
Temas polémicos como el matrimonio igualitario causan polarización en la sociedad. Y se radicalizan con quienes están únicamente a favor, o quienes están en contra, son analizar los diferentes matices de dicho tema.
Aunque en su opinión personal no esté a favor de una unión sentimental por el matrimonio, no significa que no pueda funcionar, pues para algunos esto es una opción de vida, aunque sea muy limitativo en ciertos aspectos.
Pero su lucha es por abatir la desigualdad, y este movimiento a favor del matrimonio lo defiende porque implica eliminar un privilegio que únicamente tienen las parejas conformadas por personas heterosexuales.
La lucha del orgullo gay, que ha avanzado, busca que haya esa visibilidad hacia este sector para eliminar los prejuicios que existen. Y ocupar espacios en la sociedad, incluyendo aquellos cargos importantes que solamente se ofrecen a personas heterosexuales.
“Yo invitaría a la sociedad a que deje un poco los prejuicios, que analice desde afuera que lo que ellos consideran normal puede ser un privilegio que le quita derechos a otras personas, pues lo que creemos no necesariamente es una verdad absoluta”, finalizó el escritor.
