- Hay afectaciones socioemocionales, rezago y deserción
Marco Antonio Torres Inguanzo, director de la Unidad Académica de Gestión Pública de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), opinó que la institución debe acelerar el proceso de regreso a actividades presenciales, puesto que hay afectaciones socioemocionales en los alumnos, rezago académico y mayor deserción.
Además, dijo que la afectación económica por el no regreso a clases ha tenido un impacto negativo, especialmente en la zona conurbada de Zacatecas y Guadalupe, por lo que se debe avanzar en la presencialidad.
“Ya se aprobó iniciar el proceso de regreso, eso es importante porque antes estaba en que no se regresaba o sí se regresaba. Lo que se dijo fue que se iniciaba el proceso de regreso y esto significa que van por delante las actividades de laboratorio, actividades prácticas y las escuelas que no tienen riesgos porque son pequeñas y con ventilación”, expuso.
Posteriormente, la siguiente etapa de regreso será para escuelas más grandes y que ya tienen protocolos, y finalmente las unidades académicas más riesgosas como las preparatorias, pues sus alumnos todavía no están vacunados contra el Covid-19.
Torres Inguanzo consideró que el proceso de regreso debe ser más rápido por el tema de la reactivación económica, pero también por las condiciones socioemocionales de los alumnos, pues el trabajo virtual ha provocado problemas socioemocionales y también de deserción.
“Si no regresamos a clases todos podemos llegar a tener una deserción cercana a 40 por ciento en algunas escuelas. Los alumnos empiezan a sentir desánimo en su enseñanza porque la educación en línea tiene muchas deficiencias”, agregó.
También se ha afectado
la economía por el
no regreso a clases en
la zona conurbada
Es decir, reiteró que es necesario acelerar el proceso de regreso a clases presenciales y gestionar con las autoridades la vacunación de los estudiantes de preparatoria a fin de que haya más condiciones de regreso para ellos.
“La Universidad ya tomó la decisión de regresar e iniciar el proceso, pero creo que debemos hacerlo un poco más rápido sobre todo por el aspecto socioemocional de los alumnos porque, en los profesores, he visto que su opinión es más dudosa sobre el regreso, pero los alumnos quieren regresar”.
Torres Inguanzo expuso que es común observar que los alumnos apagan sus cámaras durante las clases virtuales, pero mientras habla el docente estos se distraen en las redes sociales o realizan otras actividades al mismo tiempo y no le dan la atención completa a la clase.
Es ahí cuando los alumnos en realidad no entendieron los contenidos y en el momento de aplicar los exámenes les va mal, seguido de una sensación de desánimo que deriva en una intención de desertar.
“Por eso es importante el regreso, también por un tema de calidad. Cuando son programas en línea es diferente porque el alumno se dispone a ese tipo de sistema que tiene su dinámica específica pero, en cambio, estas son modalidades presenciales de manera remota y es lo que no está funcionando. Académicamente hay una pérdida fuerte de aprendizajes”, dijo.
En ese contexto, refirió que el regreso a clases presenciales debe acelerarse y comenzar con actividades en días completos y otros no, pero quedan pocas semanas de clases y entonces todo se debe preparar para el siguiente semestre.
