El sábado pasado, en la ciudad de Fresnillo se realizó uno más de los foros que organiza Por México Hoy, agrupamiento no partidista de ciudadanos progresistas que el día 4 de febrero, en la Ciudad de México, presentó el “Llamado por México”, documento programático muy completo sobre la realidad de nuestro país, y muy oportuno porque propiciará la más amplia unidad de los mexicanos comprometidos con la justicia social y la libertad, para influir determinantemente en el proceso electoral del 2018 impulsando las propuestas y conclusiones de los foros que se vienen realizando en las entidades federativas.
En esta ocasión se hicieron comentarios sobre el capítulo II del documento mencionado, relativo al grave problema de la economía. Para animar el debate participaron los maestros universitarios Javier Contreras, Ramón Lozano y Rodolfo García Zamora, así como varias personas del público asistente. Los ponentes refirieron que la conducción de la política económica que se ha aplicado para sostener el modelo vigente, excluyente y de bajo crecimiento, se ha basado en la integración a los Estados Unidos y a un conjunto de reformas llamadas estructurales, de corte neoliberal, que se iniciaron en 1988 y que culminaron con la privatización de la industria eléctrica y petrolera, bajo la actual administración.
Se comentó que bajo el esquema de desarrollo neoliberal, la pobreza se ha extendido y se ha vuelto un problema crónico para una parte muy importante de la población y propiciado un agudo proceso de concentración de la riqueza y el ingreso, demostrando que la economía de mercado, sin regulación y por sí misma, no resuelve los problemas del país. Una primera conclusión fue que el Estado debe recuperar su papel en la conducción económica del país, en la planeación y promoción real del desarrollo, en el cumplimiento de sus compromisos sociales de acuerdo con la Constitución y en la promoción de la educación superior, la investigación científica y el desarrollo tecnológico, como factores fundamentales del crecimiento económico. Se trata de implementar una economía con crecimiento, inclusión y sustentabilidad.
Se valoró la propuesta de un cambio estructural del patrón de desarrollo económico, a partir de la premisa “distribuir para crecer y crecer distribuyendo, con inclusión”, para lo cual se requiere una reforma fiscal profunda como parte de un nuevo pacto social que busque fortalecer el mercado interno, reducir la dependencia de las exportaciones, elevar la capacidad y calidad de gasto e inversión, y combatir la corrupción, el dispendio y la evasión fiscal. Una propuesta fundamental para entidades como Zacatecas es la de construir un piso mínimo para todas las regiones en materia de infraestructura básica, social, urbana, financiera y de desarrollo social. Atenuar las desigualdades regionales con mayor gasto social y fomento económico en las más rezagadas. Estimular la innovación y la investigación científica y tecnológica e impulsar al desarrollo de la informática, telecomunicaciones, biotecnología y otras, con formación de cadenas productivas de bienes y servicios, con alto contenido intelectual, así como por la identificación y consolidación de ventajas comparativas en la industria y los servicios dando lugar a más y mejores empleos.
Se consideró que un programa progresista debe incluir una nueva política salarial sustentada en mejorar la distribución del ingreso, con incrementos graduales al salario mínimo, pero con metas específicas a largo plazo; inclusión de una renta básica universal y una reforma laboral que dé acceso a los trabajadores a la libertad y la democracia sindicales, con igualdad de género y sin discriminación. Las trabajadoras, en particular, deben tener acceso al mercado laboral en condiciones dignas y respetuosas.
También hubo acuerdo en que lo anterior solo será posible con un nuevo modelo de desarrollo energético asentado en el control soberano de los recursos naturales, y una estrategia de explotación con incorporación de valor, que permita reducir la importación de productos que se pueden generar en el país. Debe revertirse la reforma energética, así como los instrumentos derivados de ella en el proceso privatizador, reorganizar la industria, reactivar la producción de todas las áreas de Pemex y de la CFE, retomando su papel dinamizador de la economía nacional.
Todos estuvimos de acuerdo en que siendo Zacatecas una entidad con una proporción alta de su población viviendo en el mundo rural, es urgente otro patrón de desarrollo agropecuario, que promueva una reforma integral del campo mexicano que, entre otros, incluya los siguientes aspectos: Alcanzar la autosuficiencia alimentaria mediante programas de crédito, subsidios e incentivos a la producción agrícola, ganadera y forestal, y el establecimiento de esquemas de distribución de sus productos que los liberen de intermediaciones expoliadoras. Un programa de desarrollo que otorgue prioridad a las necesidades de las familias rurales, con justicia social; dar el mayor apoyo a la producción de alimentos y la preservación de los recursos agua, suelo, bosques y biodiversidad, como principio fundamental para la soberanía nacional y la sustentabilidad ambiental.
Y otro asunto fundamental para Zacatecas se aborda con la propuesta de una nueva manera de aprovechar racionalmente los recursos mineros, para corregir el extractivismo y la entrega de la riqueza nacional a compañías extranjeras, que respete la propiedad social y a la cultura y los derechos de los pueblos originarios, de las comunidades rurales y de sus habitantes en general. Que asegure la preservación del medio ambiente y la calidad de los recursos naturales, así como el respeto de la vocación natural de los suelos. Resulta indispensable recuperar el carácter estratégico de estos recursos que son propiedad de la nación y sobre los que es necesario restablecer total soberanía.
