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viernes, 29 marzo, 2024
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Noticias falsas, caciquismo electoral y democracia quebradiza

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Por: La Jornada Zacatecas •

La pelea por el mando de la gubernatura del próximo año ya inició. La cuestión es si correrá bajo reglas que garanticen la civilidad de la contienda o se hará uso de todos los recursos sucios para intentar tener el poder a toda costa. ¿Hay relación entre la forma de competir y el tipo de gobierno que se ejerce? Pues obvio que sí: un actor que usa la mentira, la manipulación, la presión, la violencia y las trampas para conseguir el mando, lo ejercerá con esos mismos rasgos. Y lo más importante: sus formas muestran sus fines. No son fines ligados a valores u objetivos generales, sino finalidades atadas a inconfesables ambiciones mafiosas. En suma, la forma de conducirse en una contienda dice mucho del tipo de gobierno que podemos esperar. Si algún político basó su éxito electoral en el uso de dinero, es seguro que utilizará su puesto para enriquecerse. O si utilizó grupos de choque para reventar asambleas electivas en las cuales calculaba perder la votación, tenderemos un gobierno caciquil. ¿Recuerdan a Gonzalo N Santos?

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Después de la Revolución Mexicana, los caciques regionales establecieron un ámbito (el partido de Estado) para tomar acuerdos de reparto del poder y evitar resolver esos conflictos con el uso de las armas, pero al interior de su región, dichos caciques imponían su voluntad con la intimidación y la violación de toda regla democrática. Incluso Cantinflas se mofó de esa figura del político-cacique en una película clásica del cine nacional. Por ello, es muy importante cuidar el cumplimiento de los procedimientos democráticos, su razón de ser es evitar la imposición de voluntades personalistas a la voluntad general. En ese contexto la legitimidad la da no sólo la emisión de los sufragios, sino el propio procedimiento. La forma que llevó a los votantes a las urnas es fuente de legitimidad.

Así las cosas, evitar que los militantes elijan a sus candidatos, imponer tiempos, destruir las asambleas electivas o manipular la información para tomar ventajas ilegítimas, constituye un rosario de prácticas caciquiles. Los gobernantes que llegan al poder con esos métodos jamás traerán el desarrollo humano al estado: traerán la desdicha, desposesión y el miedo. Ahora bien, después del recorrido que ha hecho el país en su proceso democrático, logró que se reconocieran las candidaturas de la oposición, que hubiera un órgano ciudadanizado organizador de las elecciones, la vigilancia y transparencia de los procesos electorales, campañas con menos uso de dinero privado y la edificación de una ley que castiga los delitos electorales, después de ese arduo camino, la aparición de este tipo de prácticas representa un serio retroceso. Es esencial que los ciudadanos aprendamos a observar los intentos de manipulación de líderes políticos que pretenden el mando pisando los procedimientos de una democracia quebradiza.

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