■ Futuro Sostenible
Es fundamental para el progreso de México que los municipios y los estados avancen con mayor efectividad en la consolidación del desarrollo de sus comunidades. Las distintas autoridades deben aprender a trabajar, trabajar y brindar resultados al pueblo, lo cual no siempre resulta favorable pues incluso, el periodo gubernamental es aprovechado para enriquecerse a través de mecanismos facilitados por la corrupción mismos que dejan hacer y dejan pasar ricos de gestión que incluso, hacen alarde de sus raterías. Es inexplicable como existen grandes brechas entre los municipios del país, algunos de ellos de primer mundo y otros a la altura del Africa Subsahariana.
En todos lados, pululan administraciones exitosas que son las menos por sobre las desastrosas que son las más; en todas ellas, la ciudadanía se mantiene absorta pues erróneamente se considera que cuando se ejerció el voto, se cumplió con el premio o el castigo de la gestión gubernamental; verlo de esta manera, significaría que los ciudadanos solamente tenemos un pequeño espacio de poder que se reproduce cada tres o seis años y sólo por el breve lapso entre el que recibimos las boletas y el tiempo en que las depositamos ya cruzadas en las urnas. En lo particular, renuncio a esta milésima parte de poder, le apuesto más a una permanente aspiración de gobernar con las autoridades, los ciudadanos debemos ir más allá, pues incluso, las autoridades se han puesto listas y solamente al acercarse las próximas elecciones empiezan a intensificar su trabajo y las obras se presentan visiblemente para generar la falsa idea de que la administración está trabajando.
En la medida en que como población maduremos, haremos del progreso una realidad que beneficie a presentes y futuras generaciones. Es indispensable que permanentemente estemos educándonos y capacitándonos como ciudadanía para poder interactuar con las autoridades, de lo contrario, seremos cómplices indirectos del retroceso de los municipios y estados de México. Reconozcamos que como población nos hemos prostituido y que contrario a prepararnos para incidir en las políticas públicas, nos hemos limitado a esperar las dádivas democráticas que los partidos emplean para acarrear el voto; nos hemos especializado en participar de la corrupción para garantizar el triunfo de determinado aspirante. Ya nos estamos afilando las uñas para los próximos bultos de cemento, las próximas varillas, despensas, playeras, gorras, mandiles y demás moronas que les sobran a los que ejercen el poder.
Yo le propongo queagudice sus sentidos, que se capacite e interactúe con las autoridades para vigilar la transparencia de los recursos que se ejercen en las obras, que proponga mecanismos que hagan de los servicios públicos ejemplo de eficiencia, que exija buen trato en las dependencias gubernamentales, recordándoles a los servidores públicos que el fin de la administración pública es satisfacer nuestras necesidades colectivas, formemos organizaciones civiles que se orienten a la capacitación ciudadana para multiplicar la incidencia en las políticas públicas, perdamos el miedo a las autoridades, más no el respeto y, hablémosles de frente, con argumentos de peso; no coincido con las gritonas y gritones que se aprenden diálogos y consignas, me fío más de personas que argumentan y fundamentan su dicho, que convencen con propuestas, que puntualizan las fallas y que presentan una amplia gama de soluciones. Debemos pasar del paternalismo cínico y la indiferencia criminal a la incidencia. Al igual que el día de la elección, pongámonos nuestras mejores galas, levantémonos temprano y comencemos el trabajo con los vecinos, realicemos asambleas semanales, discutamos sobre aquello que consideramos que se está trabajando bien o mal, no permitamos que afecten los espacios históricos, no seamos cómplices del despilfarro de nuestro patrimonio común, busquemos el apoyo de las organizaciones netamente ciudadanas para solicitar las capacitaciones que fortalezcan el aspecto jurídico, político y social de nuestras peticiones o propuestas, participemos en consejos ciudadanos de defensa o de construcción de políticas, aprendamos a pedir cuentas de aquellos que elegimos, defendamos nuestros derechos humanos y no seamos indiferentes ante a la afectación de los intereses de ciertos sectoresdesprotegidos.
Reflexioneen que un ciudadano bien preparado y que incide con éxito en las políticas públicas, tiene la capacidad de hacer que sus autoridades cambien su actuación en forma positiva. Imagine que como población estamos empoderados, que durante los tres o los seis años de gestión gubernamental estamos latentes en el gobierno y que además, nos organizamos para plantear a los partidos políticos, propuestas posibles; sin duda, nos tomarían en serio y conjuntamente, construiríamos con bases sólidas un mejor presente y un inmejorable futuro. Ojalá. ■
*Representante de Zacatecas ante el
Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo Sustentable
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