■ Asistentes discuten sobre el feminicidio en Juárez; “un fenómeno muy particular”, dicen
■ La visión del documental es de la directora y no es absoluta, señala coordinador del evento
Bajo Juárez, la ciudad devorando a sus hijas impresiona por su mensaje poco menos de lo que sorprende por su verdad, por su carga de fatalidad e impunidad que aunada al nombre de una región mexicana no puede desenraizarse de su origen. Es el título del material cinematográfico que se proyectó en el pasado Martes de documental y cine de ficción.
Para una de las asistentes el feminicidio en Juárez es “un fenómeno muy particular, las muertes son distintas a las de Estado de México o Zacatecas… llevado a cabo (el asesinato) por gente pesada de mentes perversas… uno se pregunta qué quieren demostrar, por qué se van contra las chicas más vulnerables, que son pobres pero no de una familia disfuncional, porque se ve que su familia las quería”, dijo.
El coordinador de los Martes de documental, Benjamín Contreras, compartió con los asistentes la consideración de que la visión del documental es de la directora y no absoluta, así como su reflexión de que “la violencia es constante en la forma de vivir, desde las pocas oportunidades, dentro de las casas, la educación es mala… por eso llamamos y es importante a un sentido de comunidad, al hecho de platicar y conocer al menos quiénes somos, vernos; la información es poder más allá del dinero…”.
Entre otros comentarios surgieron ciertas diferencias entre los asistentes, pues mientras algunos pugnaban porque los homicidios en Juárez son tan escandalosos, tanto en el caso de las mujeres como de los hombres, y que algunas autoridades femeninas se jactan con mayor crueldad de la situación, otros recalcaban que el feminicidio en México se debe en gran parte a una cultura patriarcal y machista.
“Es lamentable escuchar que el tema de las muertas de Juárez ha pasado de moda, sin que se haya solucionado nada… muy rápido nos podemos espantar y se nos olvida… el feminicidio es un homicidio contra las mujeres en un sistema social donde las mujeres somos desechables y tirables (sic) en un desierto… hoy toda la sociedad debe seguir diciendo ‘ni una muerta más”, opinó otra de las espectadoras.
Un joven del público recalcó que el documental muestra distintas realidades y que eso le sorprendió, “muestra a mujeres víctimas y a toda la familia en torno a ella, al igual que los chivos expiatorios, autoridades que presentan cifras que no representan la realidad… cómo el tejido social se desmiembra y las autoridades apoyan eso. También muestra que una madre de familia puede hacerse una líder de opinión, cómo en un momento está en la cocina y al siguiente frente a Los Pinos queriendo hablar con el Presidente”.
