La generación que está acostumbrada a representarse a través de la figura histórica de Benito Juárez es la que reconoce y establece la libertad de culto, uno de los derechos más tardíos que adquiere nuestro pueblo y una de las grandes conquistas a las que no debemos renunciar, señala José Enciso Contreras, doctor en Historia.
“Ni siquiera Morelos u otros de nuestros próceres más progresistas estuvieron dispuestos a concederla o reconocerla”, puntualiza el investigador, recordando que en Los Sentimientos de la Nación el “generalísimo” plasma “un pensamiento político muy avanzado”, pero “no llega a ser consciente de los beneficios, del sentido modernizante y libertario”, de la libertad de cultos.
Ante la “fe fanática que todavía persiste en muchos aspectos” en el México actual, el padre del liberalismo mexicano y sacerdote Luis Mora, en cambio, sí se mostró consciente de que “no podía existir país realmente libre, sin libertad de cultos”, menciona Enciso Contreras.
Pero fueron actores como Benito Juárez, José María Iglesias, Melchor Ocampo, Guillermo Prieto y otros los que pudieron dejar como legado las Leyes de Reforma y la Constitución de 1857, estableciendo la separación de la Iglesia y el Estado, frente a la férrea resistencia de las clases pudientes y del alto clero, indispuesto a soltar sus privilegios, explica.
Aunque la libertad de culto está plenamente garantizada en nuestros días debemos ser siempre vigilantes de combatir tendencias regresivas en el discurso político, menciona el historiador, al señalar que “La historia es una rueda que también tiene reversa”.
En el panorama político actual, Enciso Contreras no percibe que el discurso político de Xóchitl Gálvez sea dirigido por los sectores más conservadores del PAN (o por las expresiones internacionales de ultraderecha como Vox), por lo que no encuentra alarmas en ese sentido. Pero sí califica de “regresiva” la actitud del Gobierno de México de privilegiar a la religión católica por encima de las demás.
“Debe desechar la izquierda ese tipo de poses, que además son inútiles”, dice el historiador al acordarse de que recientemente Claudia Sheinbaum asistió a una “especie de besamanos” con el papa Francisco. La libertad de culto es vigente y “como ellos mismos dicen, el pueblo mexicano es maduro, en ese sentido”, añade el universitario, quien también deja claro que ve en Sheinbaum a una persona no religiosa, capaz de defender perfectamente la libertad de culto y la separación Iglesia-Estado.
