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viernes, 29 marzo, 2024
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El desafío de la gestión cultural en los municipios

Alba de Papel

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Por: ALMA RITA DIAZ CONTRERAS •

Si la cultura nos reconcilia con la vida, para sus portadores y promotores, la adquisición de conocimientos nuevos, es la mejor herramienta para superar los obstáculos y fortalecer a través de la reflexión la conciencia fundamental acerca de quiénes somos y lo que tenemos en nuestros lugares de origen.

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La problemática del fenómeno cultural presenta distintas situaciones que tienen que ver con el contexto, el presupuesto y la creatividad, que buscan a través de las palabras y la convención, aquellas regulaciones que nos contengan a todos, y se promueva la inclusión y el reconocimiento de la diversidad de la que somos parte, con obligaciones y derechos culturales por los que hay que luchar.

Comprender los niveles de la práctica cultural de las regiones, la interacción entre lo local y lo global, la legislación prevaleciente y entender la dicotomía entre lo material e inmaterial, son conceptos pesados pero necesarios, en la construcción de escenarios que permitan la consulta y la negociación.

Tal complejidad de asuntos a tratar, entraña el Diplomado Internacional de Gestión Municipal que inició el pasado cuatro de febrero de 2022, organizado por el Gobierno de Zacatecas a través del Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”, en colaboración con la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, a través de su Programa de Gestión Cultural y Comunicativa de su Facultad de Administración.

Una actividad relevante y significativa, si se repasan las enormes limitaciones en torno a la profesionalización de promotores culturales que los hay en un gran porcentaje en los municipios de la Entidad, y que, en el ámbito oficial, prevalece la práctica de que son nombrados a discreción, sin proyecto ni perfil, sin claridad del compromiso social que adquieren con la comunidad, para visibilizar sus problemas, y resolverlos en consecuencia, en una espiral de profesionalización que coadyuve a elevar la calidad de vida de sus habitantes.

La formación cultural en Zacatecas, se remite apenas a los años 90, con una clara influencia de gestores destacados en la historia de esta todavía ignorada profesión de la gestión cultural: Adrián Marchelli, Cissi Montilla y José Antonio Mac Gregor que dejaron su semilla en el Estado, y los inspiraron a pensar que no era aceptable realizar una actividad cultural, desde la subjetividad personal, que se requería de un plan, de un programa o un proyecto que respondiera a la realidad, identidad y necesidades del municipio en cuestión.

Desde entonces se advirtió que prevalecía un modelo vasconcelista, que respondía a que los responsables de cultura, promotores independientes y otros interesados en el tema, en su gran mayoría eran profesores con una idea romántica de lo que debería realizase en nombre de la cultura, pero sin bases.

Era urgente evitar el dislate de la ensoñación, pisar firme y observar con nuevos ojos la problemática cultural de Zacatecas, qué, para entenderla a cabalidad, debiera incorporar su sentido binacional y las consecuencias que se derivan en torno al resentimiento social de los inmigrantes que se ven obligados a dejar su tierra de nacencia, para buscar oportunidades en otros lugares.

Claudio Trejo q.e.p.d. de origen zacatecano, ideólogo y gestor cultural realizó un importante trabajo de capacitación para los organismos municipales de cultura, tuvo un interés particular en un plan de capacitación para los municipios que paulatinamente se fue olvidando, hasta este Diplomado Internacional de Gestión Municipal que recupera el propósito esencial de un plan integral de cultural estatal, con la posibilidad de crear una red internacional de intercambio e interacción de buenas prácticas culturales.

Este Diplomado se realiza de forma virtual los fines de semana, concluirá el nueve de abril próximo, ha logrado una inscripción de más de 100 promotores que al concluir, recibirán un certificado internacional que avalará su formación, y quizá lo más importante, les dará una visión distinta del quehacer cultural y los sensibilizará a trabajar desde una metodología, orientada a resolver la realidad social de sus comunidades de origen.

Pudiera ser que su mayor reto, más que la difusión y la enseñanza, será todo lo relativo a la conservación del patrimonio cultural intangible, asociado a una perspectiva asimétrica, problemas educativos, memoria, identidad, para promover el diálogo ante lenguajes y necesidades diferentes.

Se dice que la cultura sólo existe en la realidad, y que las palabras son actos de buena voluntad que pretenden cambiarla a favor de su comprensión, defensa, conservación y transmisión sin falsos purismos, por esto, la capacitación es una oportunidad medular para diagnosticar y planificar el trabajo cultural.

Sin que se sepa con exactitud, hay más de dos mil promotores culturales en el territorio zacatecano, amantes de su tierra, de sus festividades, tradiciones, museos comunitarios, gastronomía, grupos artísticos locales, y los municipios, constituyen el pulso de su riqueza y de su nobleza.

Sin dudarlo, las palabras puestas en la cultura, son signos de esperanza y transformación, de pensamiento crítico, diferenciación y de unidad, para reconocer el valor intrínseco del concepto del futuro: NOSOTROS.

Con esta reflexión,  los panelistas que participan son una garantía: José Antonio Mac Gregor (ya citado con anterioridad), que debe decirse, fue pilar de un gran programa de capacitación nacional desde lo que fue Conaculta y Uriel Bustamante Lozano, especialista y profesor de la UNC, sensible defensor de la gestión cultural y del reconocimiento que se le debe a la comunidad, la única que debiera legitimar toda política y acción que se promueva en su nombre, entre otros nombres,  todo coordinado por Carlos Guillermo Salinas Flores, Secretario Técnico del IZC.

La cultura es un conjunto de expresiones que revelan el comportamiento humano, otra razón para advertir los peligros ya existentes en torno a la nueva realidad, para revalorar la importancia de los municipios y de los promotores que, en su proceso de formación, asumirán el desafío de la gestión y de la inminencia de que el diagnóstico y la planeación, lo signifiquen todo. ¡Enhorabuena!

Ánimo y fortaleza en todo.

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