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sábado, 20 abril, 2024
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El viaje inesperado de Hanna

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Por: La Jornada Zacatecas •

(6 CONCURSO DE CUENTO CORTO DE LJZ)

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Hanna, desde niña, quería conocer el espacio (ser astronauta); siempre luchaba por lograr su meta. Entrenó y estudió muy duro. Tiempo después la contrató la NASA, en la cual conoció a varios amigos y amigas, una de ellas era Silvia, su compañera y jefa. Hanna completaba sus misiones con éxito; era una de las mejores astronautas. Un día el gobierno se dio cuenta que el cielo se veía muy poco, por un problema de la atmósfera. Se hicieron investigaciones adentro del planeta, pero no se sacó mucha información, así que le contó la situación a la NASA y respondió que sus astronautas podían investigar. Esta misión se la dejaron a Hanna; ella estaba muy feliz y emocionada. Por fin llegó el día. La subieron al cohete y en minutos llegó al espacio. Silvia, en todo momento, guiando y monitoreando, para que no hubiera un error.

Hanna salió del cohete, se acercó a la atmósfera y sacó toda la información que ocupaba; había terminado su misión, pues Silvia ya había registrado todo. Ella quería volver a su cohete, pero de repente se volteó y ya no estaba, creían que ya había entrado. Silvia se dio cuenta del error y ya no hubo comunicación. Hanna empezó a desesperarse y angustiarse; estuvo “papaloteando” en el espacio, hasta que sintió que algo la atraía con una gran intensidad. Tiempo después algo la absorbió. ¡Fue un agujero negro! Cuando estaba adentro, ella se sentía mareada y nerviosa. Semejaba un pasadizo secreto, ya que estaba oscuro. Entró de un lado y terminó en otro lugar. Era un agujero de gusano. Cuando salió, era otro universo al nuestro. A lo lejos se veía un laboratorio. Sin darse cuenta, pasó una persona diferente, ya que tenía los ojos saltones, semiciega y su  color de piel era amarilla. Ella se asustó, al igual que el alienígena. El extraterrestre se calmó, dijo que se llamaba Mininiwat y también le dijo que no tuviera miedo, no le iba hacer nada pero, en cambio, los otros extraterrestres (los del laboratorio) sí; de pronto, él se fue. Hanna, sin nada que hacer, decidió acercarse al laboratorio y no le hizo caso a Mininiwat. ¡No supo más nada de lo que ocurrió!, ella estaba en una camilla atada, se quería desatar y no pudo, estaba muy desesperada, el lugar donde estaba era oscuro y se veían “pociones”. En eso, entraron dos alienígenas hablando otro idioma, querían hacer experimentos con ella, ya estaban a punto, pero se voltearon. Mininiwat estaba abriendo la ventana para sacar a Hanna; en cuanto salieron Hanna le dio las gracias al alienígena, le pidió si la ayudaba a salir de ese universo. Mininiwat construyó una nave peculiar. Ella le agradeció, pero el alienígena, a cambio, quería que no le dijera a nadie que ellos existían. Hanna aceptó, volvió a pasar por el agujero negro, llegó a la tierra y todos le preguntaban qué pasó y ella siempre contestaba que no se acordaba, para poder cumplir su promesa.

A Hanna se le hizo un viaje inesperado y misterioso, el cual nunca olvidaría en toda su vida.

 

Autora: Dariela Arroyo Almeida

Edad: 10 años

Escuela Primaria Pedro Coronel

Guadalupe, Zacatecas

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