El 6 de septiembre de 1993 nuestra Alma Mater celebró su vigésimo quinto aniversario como Universidad; ante el acontecimiento fue obligada la referencia al 28 de agosto de 1968, día en el que se publicó el Decreto 496 en el periódico oficial N° 32, en el que se declaró la conversión del Instituto de Ciencias Autónomo de Zacatecas (ICAZ) a Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) por la XLV Legislatura del Estado, que estaba integrada por: J. Cruz Guerrero Encina, Manuel Salas Villegas, Jesús Salas Duque, María Isabel Saucedo Oliva, Anastacio Ávila Ávila, Jesús Yañez Castro, Moctezuma Mesa Solano, Antonio Bañuelos Rivas, Enrique A. Rodríguez, Tobías Sánchez Guzmán y Abundo Monsiváis García como Diputados Propietarios y como Gobernador del Estado el Ing. José Isabel Rodríguez Elías. El decreto se hizo efectivo a partir del 6 de septiembre de 1968.
En mayo de 1968, al asumir la dirección de la Institución, el Lic. Magdaleno Varela Luján se encargó de formalizar las gestiones para que el ICAZ obtuviera la denominación de Universidad ante el ejecutivo del Estado. Se sumaron a este proyecto las voluntades de maestros como: Salvador Ibarra, Roberto F. Almanza, Enrique Arguelles Robles, Salvador Vidal, Rubén Prezza, Benjamín Rivera Sosa, Antonio Aguilar, Carlos Salinas Felguérez, Antonio Ramírez, Charles J. Veale y Juan Manuel Herrera, entre otros profesores que estimularon con su entusiasmo a la comunidad estudiantil. Así, bajo la visionaria voluntad de maestros y el entusiasmo estudiantil, llegó la iniciativa correspondiente ante la H. Legislatura del Estado; su aprobación en 1968 generó mucho jubilo, la publicación del texto motivó la reflexión.
Las siguientes son algunas consideraciones del decreto de publicación (1968): “Considerando que el Instituto de Ciencias ha permanecido fiel a los ideales de su fundador, en los aciagos momentos de nuestra historia ha mantenido y defendido con el talento y denuedo de sus hijos, la libertad contra la opresión, al débil contra el poderoso regando su sangre bisoña en los campos de batalla en donde se han escrito dramáticas páginas.
Considerando que nuestra Máxima Casa de Estudios durante más de un siglo ha sido el escenario natural de las más enconadas controversias ideológicas en donde se han reflejado todas las inquietudes del pensamiento humano y en donde corrientes filosóficas y científicas han tenido la tierra propicia para una siembra óptima en las mentes juveniles.
Considerando que así florecieron el humanismo y el positivismo y en los actuales momentos sacude sus muros centenarios el despertar de un mundo nuevo, las renovadas esperanzas para encontrar en su seno la sabiduría, ciencia, cultura y técnica al servicio de los más altos ideales del pueblo de México y de Zacatecas.
Considerando que gracias al aliento generoso de la Reforma y la Revolución Mexicana en materia educativa, nuestra juventud avanza impetuosa en busca de una mayor superación ante el pueblo y a ese pueblo es a quien debe servir mejor.
Considerando que ante tales requerimientos estudiantiles, y ante los deseos de maestros y profesionistas, y ante el consenso de la comunidad zacatecana, el Gobierno del Estado estima que ha llegado el momento de elevar el rango de esta Prócer Institución que por ahora lleva con dignidad y decoro el nombre venerado de Instituto de Ciencias Autónomo de Zacatecas y que la evaluación de jerarquía que el Estado le otorga a la benemérita institución es el mejor tributo a las generaciones de profesores y alumnos que durante más de un siglo han laborado por y para la cultura de Zacatecas y México”.
Estas fueron las bases que sustentaron a la Institución y marcaron una transición de denominación con tintes nobiliarios y con un gran compromiso con el pueblo. Para adecuarla al cambio generacional, el avance tecnológico y las nuevas necesidades del país, el primer Rector, Lic. Magdaleno Varela Luján, convocó al Foro de Reforma Universitario; de sus resolutivos floreció el proyecto de Universidad que se plasmó en su Ley Orgánica y Estatutos. Los universitarios que participaron en las discusiones aportaron lo mejor de ellos y se logró consensar un modelo de universidad gobernada por un Consejo Paritario de maestros y alumnos como un claro ejercicio democrático.
A veinticinco años de la creación de la UAZ, estas son algunas de las reflexiones evocadas: “La creación de la Universidad resultó un punto de referencia en la historia de Zacatecas porque en 1968 eran pocas las posibilidades de la juventud para realizar estudios profesionales en el Estado, ya que las opciones educativas eran pocas y a partir de ese momento las posibilidades se fueron acrecentando, no sólo más sino mejores, ya que los niveles académicos se incrementaron con muchas más carreras y niveles académicos”.
“En 1968 se tenía muy claro que la obra trascendente de construir una universidad no radicaba en pegar ladrillos o en conformar aulas, laboratorios y talleres. Sino que el nacimiento de una universidad iba más allá de su fisonomía, que su esencia se encontraba al darle espíritu, alma a su ideología y principios. Que la universidad era esencia de nuestra nacionalidad, ámbito donde convergen la filosofía y la historia, donde los zacatecanos podrían aprender de las generaciones que les precedieron, para enseñar a las que les suceden la esencia de nuestra patria, generando oportunidades de vida y progreso”.
“Era un imperativo que la Universidad tuviera contacto lo más vivo posible con su comunidad, que había que eliminar el viejo concepto de la universidad tradicional que aislaba a los estudiantes de su responsabilidad ciudadana. Que fiel a sus principios, la Universidad debía abrazar los ámbitos del hogar, de la escuela, de los talleres, del ejido, de cualquier concentración humana que pudiera ser convertida en un aula”.
“Que la Universidad fiel a sus principios, debía ser una Institución que diera acceso a todos verdaderamente por igual. Que mucho se tendría que hacer para que esa pirámide, en la que un porcentaje extraordinariamente bajo de estudiantes alcanzan la educación superior, se modificara favorablemente. Que era necesario hacer un gran esfuerzo para que la productividad profesional de los egresados de la Universidad se revirtiera en las clases más necesitadas cultural y económicamente”.
“El Instituto de Ciencias, con la estructura que tenía, nos impulsaba la necesidad de ir desarrollándolo, creándole cada vez más escuelas, en acuerdo con el rector de la época, Lic. José Abraham Torres Viramontes, creamos suficientes escuelas en número necesario y con la diversidad de carreras que dieran lugar, que justificaran la creación de la Universidad. Recuerdo cómo llegaban los preparatorianos a solicitarme que intercediera ante los rectores de las universidades de los estados vecinos: Durango, Saltillo, Monterrey, Guadalajara, San Luis Potosí y Guanajuato, para que les permitieran estudiar una carrera que no existía en Zacatecas. Por eso precipitamos la creación de carreras suficientes. Ese fue el motivo de que se creara la Universidad, como una necesidad”.
Sé parte de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia (LUMAT). Informes: http://lumat.uaz.edu.mx/; https://www.facebook.com/LUMAT.UAZ; https://twitter.com/LumatUaz.
*Docente Investigador de la Unidad Académica
de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia. LUMAT.
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