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viernes, 29 marzo, 2024
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La universidad debe transitar a la generación de conocimiento y vincularse con la sociedad

■ Es importante la formación de ciudadanos críticos con una visión humanista, además de una formación de profesionales competentes: Dacio Matheus, rector de la Universidad ABC

■ En Universidad de Arizona, “en el centro están los estudiantes, cómo vamos a formarlos para que atiendan los grandes retos del planeta y de la humanidad”: José Antonio Lever

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

En la coyuntura actual, la universidad debe transitar hacia la construcción de conocimiento interdisciplinario y debe vincularse con las empresas y con las necesidades de la sociedad, afirmaron autoridades de la Universidad Federal ABC, de Brasil, y de la Universidad de Arizona, Estados Unidos, durante su participación en el foro “La interdisciplinariedad de las agendas universitarias”, organizado por la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ).

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Dacio Matheus, rector de la Universidad ABC, comentó que el proyecto pedagógico en esta institución se basa en tres pilares: la interdisciplinariedad, la excelencia y la inclusión social y la diversidad e inclusión. En este último rubro, la institución reserva el 50 por ciento de la matrícula para que sectores indígenas puedan cursar el nivel licenciatura.

Sobre la interdisciplinariedad, dijo que este es un elemento estructurador de toda la universidad, lo que se debe a que es importante la formación de ciudadanos críticos con una visión humanista, además de una formación de profesionales competentes, ciudadanos con una visión holística sobre los grandes problemas sociales que los rodean y ciudadanos con compromiso social y ambiental.

“No podemos formar profesionales muy específicos en sus áreas de actuación, sin antes darnos una visión holística, una visión crítica para la actuación profesional y su actuación como ciudadanos en la sociedad”, expresó.

Matheus señaló que la inter y transdisciplinariedad no es una panacea y estas no son un área de conocimiento, sino una transición epistemológica de cómo se entiende la construcción del conocimiento que implica una atención importante en la interrelación de las cosas. 

También comentó que hay que tener equilibrio entre disciplinar e interdisciplinar, lo cual depende de la apertura, la disposición y la curiosidad del docente y de los alumnos, es decir, “se requiere personas anfibias, capaces de transitar en más de un área de conocimiento”.

Por su parte, José Antonio Lever, vicepresidente de la Universidad de Arizona, afirmó que en esta institución “en el centro están los estudiantes, cómo vamos a formar a las nuevas generaciones de científicos e ingenieros que atiendan armónicamente desde una perspectiva más ecuménica los problemas complejos, los grandes retos del planeta y de la humanidad”.

Opinó que una formación de ese tipo no es posible si no se cuenta con las estructuras organizativas y los currículos que les den esos elementos, de forma que un tema que es clave en este aspecto es la asignación presupuestal.

En el caso de la Universidad de Arizona, dijo que la distribución del presupuesto dentro de la institución atiende a los ejes estratégicos y no al ejercicio histórico del presupuesto y “no hubiéramos avanzado si no nos hubiéramos propuesto dar esos saltos”.

Otro tema central en las universidades, expuso, es el que tiene que ver con la evaluación del desempeño de los profesores e investigadores, y en el caso de la Universidad de Arizona, tiene un componente interno, con pares y autoridades al interior, y la evaluación externa, donde se solicitan cartas de pares externos que hablen del impacto que tiene un docente en particular.

Según Lever, “nosotros le damos más importancia a la evaluación externa porque puede darse que al interior no todos estén familiarizados con la complejidad del trabajo o si se trata de alguien que trabaja en un área nueva o de mucho riesgo, cosas que sus pares en el exterior sí lo pueden saber”.

Comentó que el instrumento organizacional que permite realizar un trabajo interdisciplinario es la creación de institutos o centros que tienen en el centro los ejes estratégicos de la universidad.

Por ejemplo, dijo que se cuenta con un complejo en el que se reúnen a los líderes de investigación de cinco pareas: Ciencias Básicas, Ingeniería, Agricultura, Medicina y Farmacia. Esta unidad se dedica a investigación trasnacional, es decir, a investigación donde la clave es su aplicación por parte de los usuarios y “este complejo opera en una relación muy estrecha con el sector privado, con la industria farmacéutica y la industria de dispositivos médicos”.

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