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viernes, 29 marzo, 2024
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La orfandad: la realidad descuidada durante la pandemia del Covid-19

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Por: ALEJANDRO ORTEGA NERI •

  • En abril, más de 1.5 millones de niños en el mundo habían sufrido la muerte de un pariente
  • Otros países con tasas altas de niños que perdieron a su cuidador son Perú, Sudáfrica y Brasil
  • Estos infantes pueden correr el riesgo de sufrir efectos adversos como abusos o violencia
  • Importante, acompañar a los niños durante el duelo; adultos deben ser sinceros: tanatóloga

“Lo sé bebé, pero a veces nuestros sueños no se hacen realidad”. Estas fueron las palabras que una valiente abuela tuvo que decirle a su nieta de tres años, cuyos padres murieron en el hospital contagiados de Covid-19, luego de que la niña le contó durante la aciaga mañana de un jueves de septiembre, que había soñado que su padre volvía a casa luego de estar internado. Pero la realidad fue más fuerte, pues ella y sus cuatro hermanos se habían quedado sin padres.

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La terapeuta infantil y asistente tanatológica, Mayra Corina Gutiérrez, del Centro Médico Psico-educativo “Entrepasos”

El episodio pertenece a uno de los casos más recientes que ha dejado la pandemia de Covid-19 en el mundo. La noticia impactó profundamente a nivel internacional, casi todos los medios la titularon: “Pareja de California con 5 hijos y no vacunada muere por Covid-19”, refiriéndose al caso de Davy y Daniel Macías, de 37 y 39 años de edad, quienes fallecieron con días de diferencia en el hospital, luego de que ella diera a luz a un bebé con el que jamás intercambió una mirada y él solo pudiera conocerlo mediante fotos que las enfermeras le mostraron.

Davy y Daniel murieron ignorando cada uno la muerte de su pareja. Tenían 11 años de matrimonio; ella era enfermera y él profesor. Ahora sus cinco hijos han quedado al cuidado de sus abuelos y a pesar de que los dos mayores, de 5 y 8 años, han comprendido la situación, según testimonios de los familiares a los noticieros de CNN, los más chicos siguen buscándolos y preguntando por ellos cada noche.

La noticia, difundida el pasado 14 de septiembre de 2021, aunque las muertes acaecieron días antes, hacía énfasis entre líneas sobre la importancia de la vacunación contra Covid-19, pues la familia Macías, por elección propia, no se había inoculado contra el virus; pero por otro lado, la información desvelaba otra dura realidad que está dejando a su paso la pandemia que ha azotado al mundo desde finales de 2019 y a la que se le estaba poniendo poca atención: la orfandad.

Más de 1.5 millones de niños huérfanos por Covid-19 en el mundo

Desde el mes de abril del presente año, la revista científica The Lancet informaba que más de 1.5 millones de niños de todo el mundo habían sufrido la muerte de un padre, un abuelo u otro pariente que los cuidaba, a causa del Covid-19. De ellos, más de un millón, de acuerdo con la revista especializada, experimentaron la muerte de uno o ambos padres durante los primeros 14 meses de la pandemia, y otro medio millón experimentó la muerte de un abuelo que vivía en su propia casa.

Las consecuencias que esto ha generado, más allá de la significativa muerte del padre, la madre o los abuelos, se advertía en The Lancet, es que los niños huérfanos están corriendo el riesgo de sufrir profundos efectos adversos a corto y largo plazo, en cuanto a su salud mental se refiere, pero también en su seguridad y bienestar:  pueden aumentar los abusos, violencia sexual y el embarazo adolescente, entre otros.

En consecuencia, los investigadores que generaron la publicación pedían que se tomaran medidas urgentes para abordar el impacto de las muertes de los cuidadores en los niños. «Por cada dos muertes por Covid-19 en el mundo, un niño se queda atrás para enfrentarse a la muerte de un padre o cuidador. Para el 30 de abril de 2021, estos 1.5 millones de niños se habían convertido en la trágica consecuencia ignorada de los 3 millones de muertes por Covid-19 en todo el mundo, y esta cifra no hará más que aumentar a medida que la pandemia avance. Nuestros hallazgos ponen de manifiesto la urgente necesidad de dar prioridad a estos niños e invertir en programas y servicios”.

Las cifras de huérfanos
por Covid-19 a nivel
global son estimaciones
hechas con base en
modelos matemáticos

Antes de la pandemia, según la misma investigación, se calcula que ya había en el mundo 140 millones de niños huérfanos, y si bien las cifras de huérfanos por Covid-19 a nivel global son estimaciones desarrolladas con base en modelos matemáticos, es hasta el momento imposible saber aún con precisión cuántos son, pero lo que no es difícil estimar es la magnitud del impacto que esto dejará en la niñez del mundo.

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Para el 30 de abril, Día del Niño en México, de acuerdo con la misma publicación, los países con tasas más altas de niños que perdieron a su cuidador principal son Perú (un niño por cada 100, con un total de 98 mil 975 niños); Sudáfrica (5 niños por cada mil con un total de 94 mil 625 niños); México (3 niños por cada mil, con un total de 141 mil 132 niños); Brasil (2 niños por cada mil, con un total de 130 mil 363 niños); Colombia (2 niños por cada mil, con un total de 33 mil 293 niños); Irán (más de un niño por cada mil, con un total de 40 mil 996 niños); Estados Unidos (más de un niño por cada mil, con un total de 113 mil 708 niños) y Rusia (un niño por cada mil, con un total de 29 mil 724 niños).

México, tercer país mundial con más huérfanos a causa del Covid-19

El pasado 8 de octubre, el Instituto Belisario Domínguez perteneciente al Senado de México, dio a conocer a través del estudio titulado “La orfandad ocasionada por la pandemia” que en México 244 mil 500 niñas, niños y adolescentes han perdido a padres, madres, abuelos y primeros cuidadores durante la pandemia de Covid-19, convirtiéndose con esta cifra en el tercer país a nivel mundial con más huérfanos, tan sólo por debajo de India, que tiene 387 mil 900; y Brasil, en segundo lugar, con 273 mil 300.

Para un niño o adolescente, dependiendo de la edad, perder a sus padres o a un familiar muy cercano será más traumático

La cifra mexicana, de acuerdo con la fuente oficial, se calculó hasta el 22 de septiembre pasado, que revisando las estimaciones de la revista The Lancet que fueron publicadas en abril de este año también, no hay variación en el lugar que ocupa el país en la escala global, lo que debería generar una alerta para se comience a poner atención en este rasgo que se ha ignorado en medio de la contingencia sanitaria.

Además, de acuerdo con el estudio, si se considera el número de menores que quedaron huérfanos por cada 100 decesos por el virus SARS-CoV-2, México se posicionó en primer lugar a escala mundial con 90 casos; le siguieron India, con 87, y Colombia, con 67.

Según el estudio, el primer lugar lo ocupa India, con 387 mil 900, país azotado duramente en este año cuando se combinó además con la afectación por el llamado hongo negro; Brasil, uno de los países que peor manejo dio a la pandemia, se ubicó en el segundo lugar con 273 mil 300; México les sigue con 244 mil 500; Estados Unidos, con 152 mil 300; Perú, con 119 mil 600; Rusia, con 94 mil 300; Colombia, 84 mil 900; Indonesia, 78 mil 900; Reino Unido, con 11 mil 800; e Italia, en décimo lugar, con 6 mil 200, que sumando tan sólo lo de estos diez países es casi ya el 1.5 millón que se estimó desde el mes de abril.

Legislatura llama a que se cree censo de niños en orfandad por Covid-19 en Zacatecas

El pasado 14 de octubre, en sesión ordinaria de la 64 Legislatura de Zacatecas, el diputado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Herminio Briones Oliva, presentó ante el pleno una iniciativa de Punto de Acuerdo para que se comience a conformar un censo de los menores de edad que se encuentran en situación de orfandad a causa de la muerte de sus cuidadores por motivos del virus.

Si bien se pueden tener cifras estimadas, consideró el legislador, es necesario que se sepa quiénes son y en dónde se encuentran estos niños para poder llevar a cabo acciones, programas y políticas públicas en general que permitan atender la situación en la que cada menor se encuentre. “Lo que no se mide, no se puede atender y mejorar”, dijo desde la tribuna el priísta.

Y es que, a decir del legislador, este sector de la población es uno de los que han resultado más afectados por todas las problemáticas originadas por la pandemia, pero esta problemática actual que están enfrentando, no ha sido atendida por las autoridades, dijo, pues los esfuerzos de los gobiernos se han concentrado en la población de edad mayor, así como en la cuestión económica y sanitaria, lo que lo convierte, por tanto, en una tarea pendiente en las agendas.

Este sector es uno de
los que han resultado
más afectados por las
problemáticas originadas
por la pandemia: Briones

Por tal motivo, el diputado local propuso una iniciativa de Punto de Acuerdo para que se exhorte al Poder Ejecutivo, a través del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia, del Sistema Estatal de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños, Adolescentes y Familia del Sistema Estatal DIF, para que en el ámbito de sus competencias conformen un censo de menores en situación de orfandad y, en consecuencia, se implementen las acciones y medidas necesarias para garantizar los derechos de los menores.

Importante dar acompañamiento a niños en su luto: tanatóloga

Para un niño o adolescente, dependiendo de la edad, perder a sus padres o a un familiar muy cercano será más traumático, siendo entre los 6 y 7 años de edad cuando será más difícil superarlo porque los marcará de por vida y en la adolescencia resentirán más la ausencia de esa figura protectora, por lo que es necesario acompañarlos en su luto y ser pacientes en su proceso, indicó en entrevista para La Jornada Zacatecas la terapeuta infantil y asistente tanatológica, Mayra Corina Gutiérrez, del Centro Médico Psico-educativo “Entrepasos”.

“Se cree, erróneamente, que el niño no atraviesa un duelo porque no lo expresa como lo expresamos los adultos; mientras los adultos lloramos, nos deprimimos, el niño se porta mal, tiene conductas hiperactivas, conductas de ira, de rabia; contesta mal, se empieza a hacer pipí en la cama. Entonces se suele confundir con problemas de conducta, pero es que el niño está expresando el duelo que tiene por la pérdida de su familiar”, explicó la experta venezolana.
Por lo tanto, consideró que es fundamental entender primero cuáles son los síntomas del duelo y entender que el niño vive ese duelo igual que el adulto, pasando por las etapas de negación, depresión y negociación, para poder finalmente encuadrar otra vez su vida sin la presencia de esa persona.

No hablar de la muerte,
a decir de la especialista
y asistente tanatológica,
ha sido un error en
toda Latinoamérica

Posterior a esto, Gutiérrez señaló que es importante hacer acompañamiento tanatológico, no necesariamente con una especialista, sino que cualquier persona, idealmente la más cercana a ellos que les explique por qué están sintiendo ese dolor. Hay que escucharlos mucho, dijo, para responderles las preguntas que tienen, que es lo más difícil, porque preguntarán “¿a dónde se fue mi mamá y mi papá?”

Para la especialista, el adulto tiene que ser muy sincero con el niño, ya que si contesta que sus padres se fueron con Dios, el niño pensará entonces que Dios es malo. “Incluso deben darse la oportunidad de decirle al niño ´no tengo respuestas de lo que me estás preguntando´, ´yo no sé cómo es la muerte, pero estoy aquí para acompañarte´, en vez de inventarle cosas que ni ellos saben”, sugirió.

En este sentido, recomendó que los adultos que se han quedado a cargo de niños que han perdido a sus padres a causa del virus que ha generado la pandemia, lean y se informen para que los acompañen de manera adecuada, además de que aprendan a orientarlos con actividades lúdicas como dibujos y la escritura de cartas, como rituales de despedida, ya que con la pandemia muchos no lograron despedirse de sus padres, lo que será aún mucho más traumático porque dejará lagunas en su mente. Como entender que fueron al hospital y no volvieron.

No hablar de la muerte, a decir de la especialista y asistente tanatológica, ha sido un error en toda Latinoamérica, donde, por el contrario, cuando se habla de ella la gente se espanta. Sin embargo, considera, es importante hablar de ella a los niños desde pequeños, llenarse de valor y comenzar a hablar como algo natural, normal, que pasará a todos, para que cuando llegue, como ahora en que el mundo se llena de huérfanos, la comprensión y el entendimiento en los niños sea más flexible.

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