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viernes, 26 abril, 2024
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Notas históricas de la Universidad Autónoma de Zacatecas (parte 12)

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Por: Juan Manuel Rivera Juárez • Elva Cabrera Muruato •

La implementación de la Reforma Universitaria, en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), no surgió de la nada; en este artículo abordamos los antecedentes y algunos de los incidentes del Simposio en el que se registraron las necesidades más apremiantes de transformación y responsabilidad social de la instancia educativa planteados por la propia comunidad educativa. 

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En 1970, en la escena nacional, se intentó desarrollar una planeación nacional que unificaba la educación que no prosperó. Para abril de 1971, en Villahermosa, Tabasco, se llevó a cabo la XIII Asamblea de la Asociación de Universidades e Institutos de Educación Superior (ANUIES), en la que el Gobierno Federal y la Asociación, dialogaron sobre la Reforma Educativa; los lineamientos generales fueron aprobados.

La declaración de la asamblea para el nivel medio superior solicitaba conjugar todos los esfuerzos de las instituciones educativas para crear, sin menoscabo de su identidad, un Sistema Nacional de Enseñanza que, entre otras ventajas, unificara los créditos académicos. Su equivalencia nacional daría a los egresados, de cualquier escuela del país, la misma jerarquía profesional y contribuiría a descongestionar los centros universitarios de la Ciudad de México. Una propuesta parecida al proceso que en aquel tiempo prevalecía en Francia. 

Se recomendaba movilizar los recursos del país para establecer un servicio social educativo en el que participaran los centros de producción y servicio, así como los propios estudiantes. Se pretendía facilitar la incorporación productiva del estudiante al terminar sus cursos. Otro de los objetivos era establecer un sistema nacional de exámenes y un centro único para la producción de material didáctico. Existía la intención de unir conocimientos para que toda la enseñanza de materias básicas se vinculara con otras materias prácticas, es decir, las universidades incorporarían materias tecnológicas en su currículo, y los institutos tecnológicos, materias de humanidades. 

Con criterios prácticos se tomarían en cuenta las variaciones regionales. La reforma sugerida estipulaba tres años de duración para el nivel medio superior, bajo un concepto formativo más que informativo o enciclopédico. Se planteaba como una necesidad revisar los ciclos de cinco y seis años de duración en las licenciaturas (de cualquier disciplina) para acortarlas y que, en cualquiera de sus etapas, se cumpliera con el servicio social. En la reunión el Dr. Pablo González Casanova, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), habló de “la necesidad de darse cuenta de que con una forma de trabajo rutinaria no haremos la reforma que el país exige”. 

En marzo de 1971, la Escuela Preparatoria (EP) de la UAZ continuaba preparándose para la Reforma Universitaria, previo al Simposio, la dirección a cargo del Lic. Lázaro Rivera Hernández, organizó una reunión con tres bachilleres y varios maestros, con el objetivo de realizar un análisis previo sobre diversos temas. El entusiasmo de todos era palpable y se demostraba. En la reunión, alumnos y maestros expusieron sus puntos de vista acerca de la tan discutida Reforma Universitaria que, tentativamente, se pretendía aplicar. La reunión se llevó a cabo en forma cordial, se abordaron temas de interés, externándose opiniones que, sin lugar a duda, servirían de base. Al concluir la reunión, los asistentes manifestaron su conformidad y se acordó celebrar, en el futuro próximo, más reuniones de esa naturaleza.

En mayo de 1971 surgieron grupos de maestros y estudiantes universitarios que, por diferencias personales e intereses egoístas, pretendieron destruir las ponencias de las comisiones del Simposio sobre la Reforma Universitaria; la intensión fue que fracasaran las convicciones de toda la comunidad universitaria de reformar los sistemas de enseñanza como se establecía en la Declaración de Villahermosa. Ante esta situación, el Coordinador del Simposio, Lic. Roberto Almanza, y el Rector Lic. Magdaleno Varela Luján, hicieron un llamado a todos los maestros y alumnos para mantener la unidad de espíritu que debía prevalecer ante la gravedad de los problemas expuestos en las ponencias, para que el Simposio no quedara tan solo en palabras. “Esperamos que estos elementos dejen a un lado esas diferencias y se entreguen plenamente a la tarea de llevar a efecto la Reforma Universitaria”.

Era la primera vez en la historia de la UAZ en que se daba un enfrentamiento libre de ideas y principios, así como un diálogo verdadero entre maestros y alumnos inexistente hasta ese momento. Se daban los primeros pasos para la conformación de una comunidad universitaria. La urgencia por implementar la transformación de la UAZ era, entre otras, terminar con el elitismo académico que le dio la espalda a las necesidades del pueblo. Se insistía en que la nueva universidad debía cultivar el espíritu universitario sin distinciones económicas y servicio social.

La discusión de las ponencias en las comisiones había culminado; se consideraba injusto que se manifestaran resentimientos; era contra el espíritu universitario que, tras el diálogo de ideas, los perdedores o propuestas fracasadas se integraran en facciones subversivas de lo exitoso como razón puramente universitaria… ¿Cuándo había sucedido un acercamiento como el de ahora?, nunca… y tampoco nunca debía permitirse un alejamiento que pretendían propiciar algunos… era risible que un sujeto tratara de imponer su juicio dentro de las asambleas plenarias, si éste no acudió a las discusiones en las comisiones o si desconocía prácticamente el contenido de todo ese oscilar maravilloso, hermoso y libre de ideologías… El Lic. Magdaleno Varela Luján, Rector de la Universidad, lo dijo al principio: “Sea la concentración de todas las ideas, el discutir de todos los juicios, pero que la consecuencia sea el beneficio absoluto para la UAZ: la Reforma Universitaria”.

Con el solo propósito de sembrar desorientación entre la comunidad universitaria inmersa en el Simposio, algunas facciones resentidas propagaron rumores en el sentido de que el Gobierno intervenía en la Universidad, se trataba de destruir la labor del Simposio sobre Reforma Universitaria. Al respecto, Varela Luján y Almanza manifestaron que, tanto el Gobierno Federal como el Estatal, consideraban que la reforma era una obra de autogeneración que competía única y exclusivamente a los estudiantes y maestros universitarios. “El Gobierno, a través de sus decisiones, sus actuaciones y posición respecto a la UAZ ha demostrado ese respeto y estamos seguros de que no intervendrá directa o indirectamente en relación a los acuerdos que toman las comisiones o asambleas plenarias del Simposio”.

A pesar de que la convocatoria se dio a conocer con mucho tiempo de anticipación, la participación en el Simposio fue muy escasa; obligatoriamente asistieron  maestros de tiempo completo, medio tiempo y consejeros universitarios, así como los presidentes de las sociedades de alumnos y el presidente y secretario de la Federación de Estudiantes Universitarios de Zacatecas (FEUZ), según el reglamento del Simposio. Durante el proceso, la mayoría de los estudiantes y maestros, incluyendo directivos universitarios, no participaron ni con ponencias ni con intervenciones en las diferentes mesas de discusión. Los que se oponían lo hacían a través de su ausencia para sabotear.

Sé parte de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia (LUMAT). Informes: http://lumat.uaz.edu.mx/; https://www.facebook.com/LUMAT.UAZ; https://twitter.com/LumatUaz.

*Docente Investigador de la Unidad Académica 

de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia. LUMAT.

*Docente Investigadora de la Unidad Académica Preparatoria.

[email protected] 

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