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miércoles, 24 abril, 2024
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Lecciones históricas de Soberanía frente a las contradicciones de los opositores a la Reforma Eléctrica

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Por: José Luis Pinedo Vega •

Todas las grandes potencias, independientemente del tipo de régimen, para afianzar su hegemonía o sus pretensiones hegemónicas, o su estabilidad económica, presentan un solo frente como nación una identidad nacional.

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China puede ser el ejemplo más elocuente del momento. Cuando se firmó el Protocolo de Kioto, era la 7ª potencia mundial; 24 años después (menos de un cuarto de siglo) es la 2ª potencia mundial. Sus proyectos nacionales son de orden geopolíticos –un nuevo orden económico mundial, por supuesto con China como país hegemónico, y una nueva ruta de la seda- proyectos que celebran y comparten todos los chinos del mundo.

Estados Unidos permanentemente está vigilante de su estatus hegemónico como nación en materia económica, política y militar, y cierra filas como nación cuantas veces lo ha necesitado. Ante la pandemia, cerraron sus fronteras y aeropuertos. Ante el fenómeno de la migración están cerrados, según eso para preservar el estatus de su nación. En el 2008 ante la crisis inmobiliaria que desestabilizó el sistema financiero mundial, cambió de reglas, y fue el propio George Bush quien lo dijo, “el mercado financiero, necesita regulación”, negando la cruz del liberalismo.

Y, si estados Unidos adapta cambios a las regulaciones según lo necesita su identidad nacional ¿porque a México se le regatea el revisar su legislación? (Pregunta para quienes cuestionan la iniciativa de Reforma Eléctrica).

La historia enseña muchas cosas. Pero hay que escarbarle.

En 1938 la compañía inglesa, Eagle de México le vendía a México su propio petróleo hasta 300 veces más caro que como lo vendía en el extranjero, eso fue la gota que motivo la expropiación.

(Como paréntesis) Desde la Reforma de Peña Nieto Iberdrola y otras compañías de capital extranjero vienen imponiendo el precio de venta de la electricidad en México, a un precio, que, aunque sea igual de CFE, es injusto porque usan en forma gratuita las líneas de CFE y no pagan los costos de porteo, que son del mismo orden que la producción. Es parecido a que alguien venga, se meta a tu casa, use tu casa y no quiera participe del pago de los servicios. Y lo peor del caso es que haya quien aplaude y defienda ese tipo de compañías.

¿Hay que esperar que el precio de la electricidad sea 300 % más cara para revisar la legislación? -No, hay que anticipar los hechos, porque se puede desangrar al país.

La expropiación petrolera tuvo muchas implicaciones. Fue una decisión estratégica, una lección histórica para el mundo, que replicaron otros países y que desembocó en la fundación de la OPEP, el contrapeso del mercado petrolero a las Majors. La Expropiación petrolera le dio soberanía a México sobre su petróleo, PEMEX se convirtió en el pilar de la economía

Por cierto ¿Cómo juzga la expropiación petrolera la gente que hoy está en contra de la RE? A su juicio ¿sería un error histórico? -Parece que no, ¡eh!

Fox y Calderón conmemoraban la expropiación petrolera igual que los presidentes priistas. No solo eso, Calderón disfrutó ser director de Pemex, jamás iba a decir que la Expropiación Petrolera fue un error. Y quienes pretendieron vender PEMEX en partes, tampoco, porque si no, no hubieran tenido nada que vender.

Por una razón u otra la Expropiación Petrolera parece que nos une. Aunque la impulsó una sociedad que se podría considerar más atrasada política y culturalmente que la actual. En tal caso la sociedad actual y la clase política en primer lugar, debiéramos demostrar que somos más avanzados política y culturalmente, que la gente que en 1938 le dio una lección histórica al mundo.

En el embargo petrolero de 1973, entre octubre y diciembre el precio del petróleo se multiplico por 5. Eso puso paralizo temporalmente al mundo y generó un enorme pánico; mostrando justamente el carácter estratégico del petróleo y en general de la energía.

Fue entonces que se definió a la energía, como la sangre de la economía.

Desde el embargo petrolero de 1973, todas las potencias del mundo diseñan estrategias para anticipar y garantizar el suministro de energía. Francia y Japón, países que no poseían ni poseen reservas ni petróleo ni gas natural, (en el caso de Japón, tampoco de carbón), adoptaron a la energía nuclear como su pilar en materia de energía. Otros países optaron por diversificar sus proveedores y fuentes de energía para evitar la vulnerabilidad. Finalmente, la diversificación es la que ofrece más seguridad energética. Aun así, ningún país está exento de que pueda tener crisis energéticas, se vio en febrero de este año en Texas con el apagón de 3 días que afecto a más de 3 millones de hogares y que afectó también 12 estados de nuestro país. En Materia de energía todos los días se debe estar alerta.

Así que la historia nos ha enseñado que es fundamental identificar los pilares de una economía y resguardar y saber administrar las áreas estratégicas. Eso se hace en todo el mundo, salvo ingenuas excepciones, como España que había privatizado la energía eléctrica.

Por tanto, no se le puede reprochar al gobierno de México su iniciativa de modificar a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales para darle mayor seguridad el país en materia de electricidad, aunque la iniciativa no sea integral. Digamos que es un comienzo y que es un evento que nos hace reflexionar sobre la identidad nacional.

La electricidad, es estratégica porque es la forma más versátil de la energía. Con ella se puede producir luz, mover gran parte del transporte, la industria, todo tipo de equipos domésticos, y algo que se ha vuelto también estratégico, las telecomunicaciones. Y justamente porque juega un papel estratégico le compete al Estado su regulación, aquí y en China, pasando por Estados Unidos, que para ello cuenta con su Agencia Internacional de Energía.

Subyace el tan llevado argumento de ineficiencia de las empresas paraestatales. Las empresas, no por ser estatales son ineficientes o no tienen por qué ser ineficientes. En Francia, Electricidad de Francia (EDF), Fram-Atmo que construye reactores nucleares y Renault, entre otras son estatales, y su fama es mundial. Aquí mismo, en México, un excelente ejemplo de eficiencia es la Planta Nuclear de Laguna Verde, que tiene varios records a nivel mundial, y por la cual, quienes trabaja ahí se sienten muy orgulloso. ¡De eso habría que contagiar a México!

En contraparte, las empresas privadas, no son, per-se, sinónimos de eficiencia. En Japón TEPCO, la dueña de la planta nuclear de Fukushima era privada. Las autoridades nucleares le habían exigido cambiar de lugar los cuartos de bombeo de los Rectores Nucleares, porque estaban casi a nivel del mar. Pero por no querer gastar en eso, pasaron años entre evasivas y sobornos, hasta que el sunami de demostró que efectivamente eran un peligro. El 11 de marzo del 2011 inundó las bombas de enfriamiento y de ahí se produjo el accidente nuclear.

Y ejemplos los hay en todo el mundo. En China infinidad de empresas privadas, sin escrúpulo, producen y venden al mundo literalmente pura basura.

Empresas privadas, aquí en Japón y en China, no son sinónimo de eficiencia, rectitud, y mucho menos respeto el medio ambiente ni de beneficio social. Porque en esencia lo que les interesa son las ganancias, no el beneficio social. Siempre es necesaria la regulación del Estado y en muchos casos, una regulación paralela a la impuesta por organismos internacional.

Las cosas estratégicas, deberían unir a nuestro país, como sucedió con la expropiación petrolera. Pero en México la situación es complicada. La moda, actualmente, es regatearle funciones al Estado.

La oposición en México, por celo político, quieren que toda iniciativa del gobierno fracase, independientemente de si es benéfica para el país. No ha estado de acuerdo en que el gobierno tome ninguna iniciativa. Esto es absurdo. Entonces ¿qué funciones quieren que cumpla el Estado? Porque alguna tiene que cumplir. ¡O no!

Los partidos de derecha en toda sociedad democrática tienen razón de existir, igual que los de izquierda y la sociedad tiene que respetarlos a todos. Tradicionalmente, en el mundo los partidos de derecha son nacionalista. Y el nacionalismo, no es exclusivo de ningún régimen.

Pero, en México, y en varios países adoctrinados por el liberalismo, “el mundo es al revés”. Los partidos de derecha, sobre todo en la última década, no defienden a la nación, son los que aprobaron las privatizaciones de paraestatales estratégicas, a capitales extranjeros y/o prestanombres. Aprobaron la venta de los ferrocarriles, que se decían eran obsoletos e ineficientes – Y aprobaron la Reforma Energética de Peña Nieto, que, está descapitalizando a PEMEX y a CFE. Para colmo, quienes se hacen voceros de esos partidos reclaman, que a las empresas que han lucrado con la electricidad, no se les toque ni con el pétalo de una rosa.

Los partidos de derecha de este país están desdibujados, porque han sido secuestrados por pseudo-políticos advenedizos, que todo lo ven como empresa que hay que explotar; explotar en los dos sentidos, sacarle las máximas ganancias y hacerlas pedazos. Es necesario un llamado a quien se sienta de derecha, a revisar su papel, a cuestionar hacia donde los han llevado los pseudolideres que regentean esos partidos, No es justo, para la historia de esos partidos, que se les asignen o contagien el denigrante papel contestatario y/o de agitadores, y que ese papel lo hayan adoptados hasta diputados federales y senadores.

Es necesario que la clase política de México, todos los partidos incluidos, estudie más, conozca cual es el papel del Estado, revise la historia, la ciencia política, la economía, estudien cual es el papel de los partidos políticos, y cual el su partido político. La clase política no se puede seguir nutriendo de grilla.

La decisión sobre la suerte de la iniciativa de la RE, finalmente va a recaer en las cámaras de diputados y senadores. Pero ¡no está el horno para bollos! En la legislatura pasada los diputados y senadores aprendieron que tienen un precio, – su voto, según se dice, cosa que se debería investigar y sancionar, se cotizó en un millón de dólares-. Si eso se va a repetir, la iniciativa está perdida desde antes de haber sido concebida, porque va a sobrar quien le ponga precio a un voto. Y no es un secreto que esto no es exclusivo de la oposición y que, dentro de mismo Morena va a haber quien condicione o negocien su voto.

Todos los mexicanos, ricos y pobres, agricultores, comerciantes, transportistas, industriales, en el hogar, en las ciudades, en todas las actividades productivas, debiéramos coincidir en querer un México fuerte. Y en el caso de la electricidad, debiera preocuparnos que la electricidad nunca falle, que sea accesible y lo más barata que se pueda; cosa que tal vez ni con la RE se garantiza, pero sin ella menos.

Para eso es necesario que el Estado, a nombre de la sociedad regule la producción, transmisión distribución y precios de la electricidad. En esto consiste la seguridad energética. Y todos los diputados del todos los partidos deberían de ser partícipes de esta y todas las iniciativas que beneficien a México en forma integral y que le den identidad a nuestro país.

¿Qué falta? Alguien que tenga capacidad de conciliación. ¿Lo puede haber?

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