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miércoles, 13 noviembre, 2024
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■ La fundadora de la Librería André-a y promotora literaria por más de cuatro décadas, será homenajeada en la Feria Nacional del Libro Zacatecas 2024

Esther Cárdenas, figura trascendental en la historia cultural de Zacatecas

■ Anfitriona de cientos de presentaciones de libros, promovió el oficio de las y los libreros como guías que fomentan el descubrimiento de nuevas lecturas

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Por: La Jornada Zacatecas •

María Esther Cárdenas Hernández, fundadora de la Librería André-a y promotora literaria por más de cuatro décadas, será homenajeada en la Feria Nacional del Libro Zacatecas (Fenaliz) 2024, por su labor de inestimable valor para la vida cultural de la ciudad.

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Como presidenta de la Asociación de Libreros Zacatecanos, Cárdenas recuerda que antes de institucionalizarse este evento, se organizaba una Feria del Libro al interior del ex Templo de San Agustín, recinto que después de algunos años resultó insuficiente para albergar la feria.

A sugerencia de Esther Cárdenas, el entonces director del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC), David Eduardo Rivera Salinas, reconoció la importancia de que el estado contara con un evento en el que se recibiera a las casas editoriales, como sucedía en otras ciudades del país.

Por lo que ahora, a más de cuatro décadas de haber iniciado un proyecto de librería y recinto cultural en el que se presentaron autores célebres, en ascenso y desconocidos, Esther Cárdenas considera que su labor ya tiene relevos en las instituciones y gestores que hoy promueven la celebración de eventos que antes no eran recurrentes.

Durante muchos años, la librería ubicada en la esquina del Callejón del Santero acogió presentaciones de libros al menos una vez al mes, por lo que cubrió un hueco en actividades culturales que anteriormente ni el Gobierno ni la Universidad gestionaban de la forma en la que se acostumbra ahora.

Tomás Mojarro Medina, el escritor zacatecano conocido como “El Valedor”, viajó desde la Ciudad de México, donde producía su programa en Radio UNAM, para ser padrino de la librería de dos pisos que Esther Cárdenas y su esposo, José de Jesús Sampedro, fundaron en 1982 en el Callejón de Cuevas.

En 1994, al incrementar el alquiler de este espacio, la librería tuvo que mudarse a su más reconocido local. El arrendador de este espacio, Rafael Sánchez, vio con entusiasmo que se instalaran, luego de que este recinto hubiera sido ocupado por la Librería Universitaria, por lo que brindó múltiples facilidades para su permanencia, entre ellas no incrementar nunca el costo de la renta; especialmente después de saber que el licenciado Uriel Márquez, maestro de Esther, sería su aval en el alquiler.

Durante los 27 años que la Librería André-a prosperó en este espacio, se tuvieron presentaciones de libros exitosísimas que desbordaron el lugar. La de Francesca Gargallo, autora de “La decisión del capitán”, libro que tiene como escenario al Zacatecas del siglo XVI, fue una de ellas.

Paco Ignacio Taibo II fue un huésped habitual de la librería, la presentación de su libro sobre el “Che” Guevara fue tan concurrida que se tuvo que instalar una pantalla para que las personas asistentes no se perdieran de nada, recuerda Esther Cárdenas.

También Almudena Grandes, Juan Villoro, Enrique Serna, José Agustín, Gerardo de la Torre, René Avilés y una larga lista de escritores se presentaron en esta librería, en la que además se promovía el oficio de las y los libreros como guías que fomentan el descubrimiento de nuevas lecturas y que inciden en la forma en que una comunidad se relaciona con la literatura.

A sus 70 años, Esther Cárdenas describe con un brillo en los ojos sus libros favoritos: “Rayuela”, “El jilguero” de Donna Tartt, “El maravilloso viaje de Nils Holgersson” de Selma Lagerlöf, y disfruta su tiempo libre en pláticas con sus amigas, lecturas en su hogar y como espectadora de eventos literarios en los que se sostienen interesantes intercambios sobre la obra y la vida de Ramón López Velarde, por ejemplo; eventos que antes no tenía tiempo de presenciar más que en calidad de una organizadora atenta a todas las necesidades de los invitados.

La promotora literaria pone de ejemplo los eventos ordenados y con respeto a los autores que se tienen en ferias del libro, como la del Palacio de Minería; Cárdenas considera que la Fenaliz podría emular esta organización, llevando las presentaciones de libros y conversatorios a espacios cerrados como el Palacio de Gobierno, para evitar que el ruido y las interrupciones que se dan en los foros abiertos entorpezcan los interesantes intercambios que son parte del programa de la Feria del Libro en nuestra ciudad.

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