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jueves, 25 abril, 2024
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Daniel Ortega retira la nacionalidad a Sergio Ramírez y a otros 93 opositores

■ Además de confiscarles todos sus bienes, el régimen nicaragüense les retiró sus derechos ciudadanos

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Por: La Jornada •

Madrid. El régimen de Nicaragua, presidido por la pareja presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo, despertó la repulsa internacional por retirar la nacionalidad a 94 personas, entre ellas destacados escritores, periodistas, diplomáticos, activistas sociales y líderes políticos. El novelista Sergio Ramírez, premio Cervantes 2018, que se encuentra entre ellos, se lamentó irónico: Mientras más Nicaragua me quitan, más Nicaragua tengo.

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Ramírez y la otra gran voz de la literatura nicaragüense, Gioconda Belli, conocieron en Madrid –donde viven en el exilio– la noticia de que el Tribunal de Apelaciones de Managua condenó por el delito de traición a la patria a 94 personas, entre ellos algunos de los que hace unas décadas fueron referentes del movimiento de liberación para terminar con la dictadura de Anastasio Somoza. La sentencia, dictada por un tribunal controlado por el régimen de Ortega y Murillo, supone, entre otras cosas, la incautación de todos los bienes inmuebles y sociedades a su nombre, para ser parte del Estado de Nicaragua.

En el caso de Ramírez y Belli lo que más les duele son los miles de libros que dejaron en sus casas de Managua antes de salir al exilio.

Desde que hace poco más de un año Ramírez decidió instalarse en Madrid y aceptar la nacionalidad española que le otorgó ese gobierno, presidido por el socialista Pedro Sánchez, el autor ha escrito varios textos y ha dicho en numerosas ocasiones lo mucho que añora su biblioteca. Ahora, horas después de conocer la sentencia que le arrebató su nacionalidad, Ramírez publicó en redes sociales: Nicaragua es lo que soy y todo lo que tengo, y que nunca voy a dejar de ser, ni dejar de tener, mi memoria y mis recuerdos, mi lengua y mi escritura, mi lucha por su libertad por la que he empeñado mi palabra. Mientras más Nicaragua me quitan, más Nicaragua tengo.

En la sentencia firmada por el juez Ernesto Rodríguez, además de retirarles la nacionalidad e incautarles sus bienes, también les inhabilitan para cargos públicos y les suprimen todos sus derechos ciudadanos. Entre los afectados hay personajes como Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua exiliado en Estados Unidos, sacerdotes como Edwin Román, sobrino del héroe nicaragüense Augusto C. Sandino, Harving Padilla y Uriel Vallejos.

También hay ex sandinistas que se han ido distanciando del régimen de Ortega, como el mismo Ramírez, o el ex comandante de la revolución Luis Carrión, la ex comandante guerrillera Mónica Baltodano, el ex secretario de relaciones internacionales del Frente Sandinista de Liberación Nacional Julio López Campos y el ex miembro de la Junta de Gobierno después de la caída de la dictadura de los Somoza, Moisés Hassan. Así hasta 94 nombres que también incluye a destacados periodistas como Carlos Fernando Chamorro.

Al conocer la sentencia, Gioconda Belli publicó en sus redes sociales unos versos de su poema NicaraguaArranco de tu pelo a los que te venden te roban y te abusan / te cuento cuentos en la esquina de mi almohada te arropo y te tapo los ojos / para que no veas los verdugos que llegan a cortarte la cabeza.

El periodista Chamorro reaccionó, con un mensaje que publicó en su columna en el medio que dirige, El Confidencial: Todas estas acciones delictivas, el despojo de la nacionalidad, la imposición de penas a perpetuidad y la confiscación de bienes, están prohibidas de forma taxativa por la Constitución de la República. Los dictadores Ortega y Murillo reafirman que desde hace muchos años Nicaragua dejó de ser una sociedad regida por la ley y la Constitución, en la que impera la ley de la venganza y el odio.

El también periodista Wilfredo Miranda agregó que “el arrebato de nuestra nacionalidad envía un mensaje de radicalización total y desespero… Esta venganza es de una vileza insospechada: después de perseguirnos, los dictadores siempre hallan una forma de imponer récords de salvajismo político y humano, escenarios inéditos en la historia de Nicaragua que ni los Somoza, por ejemplo, cometieron al despojar a los exiliados de sus bienes”.

A la ola de reacciones de repudio se sumaron numerosas voces, como el PEN Internacional, que se fundó para proteger a escritores perseguidos y que emitió un comunicado en el que condena estas acciones represivas y exige la restitución inmediata de sus derechos y de su ciudadanía. La escritora española Rosa Montero dijo que se trata de una inmensa vergüenza.

El diplomático costarricense Eduardo Ulibarri advirtió que el vicioso primitivismo de la dictadura Ortega-Murillo no tiene parangón contemporáneo en nuestro hemisferio. Han impuesto un Macondo regresivo y perverso contrario a cualquier principio de dignidad humana. Una vergüenza inaceptable.

El escritor mexicano Guillermo Arriaga también mostró su absoluta solidaridad con Sergio Ramírez, Gioconda Belli y todos aquellos a quienes el régimen les arrebató su nacionalidad y sus derechos.

Laura Martínez Belli aseguró que decir Gioconda Belli es decir también Nicaragua. Decir Sergio Ramírez es decir Nicaragua. Nunca nadie podrá quitarles eso jamás. Le pese a quien le pese.

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