A inicios del año de 1991, la Escuela de Agronomía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), a través de su Coordinador Pedro Sezati del Villar dio a conocer el autofinanciamiento de sus proyectos. Bajo el esquema de producción y venta de productos obtenidos en el campo universitario, apoyado en la organización de áreas diversas, así como a una línea de trabajo con responsabilidad, eficiencia y productividad, fue posible el financiamiento de sus propios proyectos. Un caso concreto fueron los recursos por cerca de 80 millones de pesos obtenidos por la venta de frijol, manzana, durazno, avena y otros productos agrícolas, que fueron invertidos en la compra y reparación de tractores, la adquisición de una trilladora y cortadoras de forraje, además de insumos, fertilizantes, semillas, herramientas e insecticidas.
Se hizo la aclaración de que aunque el esquema bajo el que operaban era propiamente empresarial, se orientaba no solo a la obtención de beneficios económicos sino también al apoyo de funciones sustantivas, como la investigación y la docencia. Que con esta línea de trabajo “un proyecto desencadenaba recursos para otro, y éste a su vez para otros, y así sucesivamente”, que, por ejemplo, con el Programa de mejoramiento genético del frijol se obtuvieron recursos para el Programa se semilla mejorada. Se consideraba que, con la seguridad de esos recursos, la escuela estaría en condiciones de explotar al máximo su capacidad. Con esta clase de decisiones, el campo universitario de producción podría apoyar con el 60 por ciento de las necesidades de la Escuela de Agronomía.
Por ese mismo tiempo el recién egresado de la Escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UAZ, Jesús Narváez obtuvo el Primer Lugar en el Certamen Nacional Juvenil “Guillermo González Camarena”, auspiciado por CONACYT, IPN, SEDUE, Instituto Mexicano del Petróleo y la Comisión Nacional del Deporte, entre otros organismos. El triunfo fue en la categoría triple A en la rama de Ciencias Biológicas con el trabajo “Alternativas de producción de anticuerpos en yema de huevo para el reconocimiento de cortisol y gammaglobulina de conejo”. La investigación tuvo como propósito fundamental producir reactivos primarios para abaratar costos en el uso de las técnicas de radioinmunoanálisis, una de las líneas de investigación de la escuela. Gracias a los resultados se intentaría seguir produciendo anticuerpos e intercambiarlos con otras instituciones y laboratorios que lo solicitaran, como se venía realizando con otros reactivos.
El 11 de febrero de 1991, la página periodística “Tiempo Universitario” alcanzó las 200 ediciones. Era un espacio informativo, de análisis y de invitación a la reflexión, accesible a cualquier público y abierto a todas las corrientes de opinión. La página fue abierta al pensamiento de personalidades invitadas de otras instituciones y de diversos quehaceres, aunque predominó la producción universitaria. Lo que resultó congruente con uno de los propósitos fundamentales fijado con el nacimiento del órgano de difusión, el que a la letra decía: que “los miembros de la comunidad universitaria dispongan de un medio más en donde expresen lo que son o lo que piensan…”.
Diversos temas fueron tratados en los 200 números: económicos, literarios, educativos, artísticos, científicos, políticos, laborales, universitarios, filosóficos, históricos, sindicales, agropecuarios, entre otros. Lo que nos da una idea de la amplitud en el tratamiento de problemáticas y áreas por las que transitó este espacio informativo durante los primeros 24 meses de su nacimiento. Los temas abordados y considerados de mayor relevancia fueron: “Deuda externa: cinco etapas en la renegociación de su servició”; “La integración México-E.E.U.U.”; “Modernidad o barbarie”; “Ejidos y Universidad, encuentro para la modernidad rural con sentido humano”; “Fusión en frío que revolucionará las fuentes de energía y la vida social”: “La caprinocultura en las zonas áridas, una alternativa”; “Una vida por y para la democracia”.
Igualmente destacaron los escritos titulados “Hacia una nueva Ley federal del trabajo”; “El actual Código Electoral”; “Las transformaciones de los países del este y sus efectos sobre el mundo”; “La integración europea”; “El desastre agrícola de México”; “México figura entre los países de alto riesgo de desnutrición y mortalidad infantil”. Entre los renombrados personajes del ámbito educativo, económico, político, cultural, científico y tecnológico que participaran en “Tiempo Universitario”, se encontraban: Dr. Luis Eugenio Todd, Subsecretario de Educación Pública e Investigación; Gregorio Selser, Analista del entorno internacional en La Jornada y Proceso; Juan María Alponte, destacado politólogo y ex colaborador en La Jornada; Sonia Amelio, quien era considerada la mejor cronista del mundo; Enrique Semo, historiador y economista especializado en el estudio de México y de los países socialistas”, y “Alain Derbez, escritor y crítico literario.
Del 29 de marzo de 1986 al 4 de marzo de 1991, se publicaron, gratuitamente un total de 571 páginas periodísticas universitarias, distribuidas de la siguiente manera: “La Ventana” (colaboración UAZ y el Sol de Zacatecas), 190 números, de los cuales 160 fueron dobles y uno –el del primer aniversario– constó de cuatro páginas; “Vida Universitaria” (colaboración UAZ y Pulso, desaparecido diario zacatecano), 10 números, y “Tiempo Universitario” (colaboración UAZ y Momento), 209 números hasta febrero de 1991.
En febrero de 1991 ante la visita del Dr. Jaime Tatcher, Director de Investigación Científica y Superación Académica de la SEP, las autoridades universitarias manifiestan lo siguiente: “Hemos avanzado, no todo lo que hubiéramos deseado, pero si lo que humanamente hemos podido; tenemos ya identificados y seleccionados los recursos humanos de nuestra comunidad aptos para la investigación, a quienes hemos impulsado y estimulado a que participen y asistan a innumerables eventos científicos regionales e internacionales; tenemos instalada la infraestructura mínima tanto para que trabajen, como para que publiquen sus resultados”. Se le informa que la Universidad cuenta con 107 investigadores, distribuidos en las áreas siguientes: 12% en la agropecuaria; 22 % en la de Ingeniería y Básicas; 32% en la Biomédica y de la Salud, y el 34 % restaurante en la Social, Humanística y Administrativa.
Y que el financiamiento para la investigación universitaria en el año de 1990 se obtuvo de diversas instituciones como CONACYT, SEP y Gobierno del Estado, con un monto global de 771 millones 172 mil pesos, para el desarrollo de diferentes proyectos. Canalizando los recursos de la siguiente manera: CUID, 245 millones 750 mil pesos; Ciencias Sociales, 189 millones 130 mil pesos; CREN, 108 millones 140 mil pesos; Odontología, 82 millones 100 mil pesos; Ciencias Químicas, 54 millones 400 mil pesos; Agronomía, 43 millones 900 mil pesos; Medicina, Veterinaria, 19 millones 407 mil pesos; Medicina Humana, siete millones 645 mil pesos, e Investigaciones Jurídicas, un millón de pesos.
De acuerdo a la información proporcionada por la Secretaría General de la Universidad, en 1990 se realizaron 585 titulaciones en las diversas carreras que ofertaba la Institución. La siguiente es la relación.
93 Licenciados en Contaduría, 81 Médicos Cirujanos, 79 Licenciados en Derecho, 62 Ingenieros Civiles, 60 Médicos Veterinarios, 57 Cirujanos Dentistas, 33 Químicos Farmacéuticos Biólogos, 31 Ingenieros Químicos, 10 Ingenieros Agrónomos Fitotecnistas, 18 Enfermeras (técnicas), 9 Ingenieros Agrícolas, 7 Ingenieros Mecánicos, 6 Ingenieros Horticultores, 5 Ingenieros Electricistas, 5 Ingenieros Mineros Metalurgistas, 5 Licenciados en Economía, 4 Licenciadas en Enfermería, 4 Ingenieros en Electrónica y Comunicaciones, 3 Ingenieros Topógrafos e Hidrógrafos, 3 Maestros en Producción Animal, 1 Maestro en Administración y 1 Ingeniero Mecánico Electricista.
Se parte de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia (LUMAT). Informes:
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1Docente Investigador de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia. LUMAT