La narrativa de los comentaristas y conductores de noticeros en radio y televisión, conduce a que buena parte de la población suponga que no tendremos una reforma constitucional en materia electoral. La percepción general supone que la oposición al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tendrá poco más de un tercio de los votos de los legisladores, lo que será suficiente para detener cualquier reforma. Sin embargo, hay dos elementos en el escenario que se deben considerar: el primero es que el balance final de la Reforma Eléctrica no les fue nada positivo, ya que la resolución de la SCJN declarando constitucionales todos los artículos de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), permite a la CFE las mejores condiciones para su operación, sin que las empresas privadas puedan gozar de las concesiones que la reforma constitucional de AMLO, rechazada, les garantizaba, como el 46 % del mercado eléctrico nacional, además de que todas las encuestas publicadas indican que el PRIANRD pagó un alto costo político por su voto. Por ello los legisladores opositores medirán bien las consecuencias de una repetición de su conducta.
Por otra parte, la presentación por parte del PRI y del PAN en sendas conferencias de prensa de las propuestas de reforma que contendrán sus iniciativas en materia electoral, y el anuncio de que junto con el PRD elaborarán una iniciativa unificada, permite suponer que es muy probable que se apruebe la reforma en los asuntos que más apoya la población: disminución del financiamiento público a los partidos, y del número de legisladores. En ambos temas existe coincidencia entre la iniciativa del PRI y la del presidente AMLO, aunque también coinciden en la federalización de los órganos electorales y la consecuente eliminación de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs).
Por su parte, el PRI y el PAN coinciden en la adopción del método de segunda vuelta electoral para la elección presidencial, cuestión que puede ser intrascendente o innecesaria si la unidad opositora se consolida y, en los hechos, se generan sólo dos polos competitivos, lo que implica que en la primera vuelta alguno de ellos logrará más de la mitad de los votos haciendo inecesaria una segunda vuelta. De aprobarse esta reforma, se convertirá en un incentivo para que algunos partidos intenten aprovecharla para ir solos en la primera vuelta y convertirse en el fiel de la balanza en la segunda vuelta. En esta circunstancia está, sin duda, el Movimiento Ciudadano; el resto de los partidos menores no creo que tengan condiciones para poner en riesgo su propia existencia. En un primer momento, es previsible que Morena apruebe esta reforma para introducir incertidumbre en el polo opositor que buscan formar Claudio X. González y Gustavo de hoyos con todos los partidos independientes de Morena.
En el tema del tamaño del congreso, parece que no habrá muchos defensores de la lista de representación proporcional en el senado y que puede haber consenso en que el número de diputados disminuya de 500 a 300. La coincidencia implicita entre Morena y el PAN contra la sobre-representación, puede conducir a que se apruebe la propuesta de AMLO sobre las listas estatales y la representación diercta, dado que es la única que la garantiza. Mantener el sistema mixto implica que en una competencia con un partido contendiente muy fuerte, sus candidatos en los distritos uninominales logren una sobre-representación como la obtenida por Morena en las elecciones de 2018 y 2021, o por el PRI a fines del siglo pasado. Lo más fácil será eliminar la clausula de gobernabilidad de 8%.
Aunque no es explícito, parece evidente que no habrá grandes dificultades para avanzar en: voto con tecnologías electrónicas; que sean obligatorias las elecciones primarias en todos los partidos o coaliciones; impedir el transfuguismo; que sea delito penal la interferencia de cualquier servidor público del Gobierno Federal, estatal o municipal interfiere en las elecciones; anular candidaturas al comprobar nexos con el crimen organizado, sanciones máximas para partidos que hayan postulado candidatos ligados al crimen organizado, e impulsar medidas cautelares para suspender campañas por violencia, amenazas y anulación de elecciones por indicios de injerencia del crimen organizado.
Para sorpresa de muchos, el PRI propone una modificación en la elección de consejeros del INE manteniendo las primeras fases del proceso actual de convocatoria, registro y evaluación de la experiencia y conocimiento de los aspirantes a consejeros, sustituyendo la elección final que realizan los grupos parlamentarios por un método de insaculación. Propuesta que alentará el debate y la busqueda de acuerdos.
