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martes, 17 septiembre, 2024
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La Refinería Olmeca – el proyecto insignia de AMLO

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Por: ROGELIO CÁRDENAS VARGAS •

No cabe duda de que el proyecto que marcó diferencia en la política del gobierno actual respecto a los gobiernos anteriores, fue la construcción de la refinería de PEMEX en Dos Bocas, Tabasco. Para los detractores del gobierno, un proyecto que era obsoleto antes de iniciar su construcción y que, según su criterio, no alcanzaría a ser finalizado en el sexenio de su impulsor.

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El pasado 3 de agosto, el gobierno federal anunció que la refinería comenzó a procesar 170 mil barriles de petróleo crudo, que equivale al 50 por ciento de la capacidad total de la planta, que llegará a su producción máxima en los próximos días. Esto permitirá que la importación de gasolinas de México, pase de 927 mil barriles de gasolina, diésel y turbosina a inicio del sexenio a tan solo 20 mil barriles a principios del próximo año.

Los detractores del proyecto e impulsores de la participación de la iniciativa privada dentro del sector energético, argumentan que el invertir en PEMEX incrementará los costos de los combustibles, dadas las ineficiencias en la producción causadas principalmente por la falta de inversión en gobiernos anteriores, y además, que el uso de combustibles fósiles va en contra de las tendencias ambientales en el sector energético, buscando la reducción de emisiones de efecto invernadero.

La idea principal de los defensores de proyectos de inversión en el sector energético por parte del estado y no de inversiones privadas, principalmente extranjeras, es el tema de la seguridad energética de la nación. La puesta en marcha de Dos Bocas, en conjunto con las otras acciones de inversión de PEMEX, colocan a nuestro país en la ruta para alcanzar esa seguridad energética con la rectoría del estado.

En décadas pasadas, con el proceso de la globalización de los mercados y la apertura comercial, el tema de la seguridad energética quedó relegado por parte de los defensores del neoliberalismo, ignorando los riesgos que implicaba el fomentar la dependencia de una nación en un sector tan importante como el energético.

Los conflictos recientes entre naciones han mostrado que estar sujeto a las volatilidades de los mercados y las prioridades del sector privado para acumular más riqueza, generan vulnerabilidades que atentan contra la estabilidad de un país y que hay sectores económicos en los que una nación no debe ser dependiente, ya sea en la tecnología de semiconductores (conflicto China-EUA) o el sector energético (Rusia- Unión Europea), entre otros.

A pesar de las demoras en la construcción de la nueva refinería que se incorporó al Sistema Nacional de Refinación de México, derivado de la pandemia de COVID-16 y del incremento de los costos del proyecto, el disminuir la dependencia del sector sobre factores externos que puedan afectar el suministro de energéticos, siempre será una buena noticia.

Sentadas las bases de la seguridad energética, la ruta que tendrá que enfrentar la próxima presidenta del país, será el iniciar el camino hacia la seguridad energética basada en un sistema de generación de energía mixto, que permita crecer la participación de las energías renovables y disminuir la dependencia de los combustibles fósiles. Para esto, el impulso a sistemas de transporte masivos será fundamental y estaremos hablando del tema en una próxima entrega.

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